¿Pudo Stalin detener a Hitler antes del 22 de Junio de 1941?
Manuel Salvador Espinoza J
Se están cumpliendo 70 años del ataque de Alemania a la URSS y la interrogante principal, que encierra nuestro tema es históricamente aun vigente. Por tratarse de prevenir un ataque, la información anticipada es de vital importancia, por lo tanto dirigiré mi análisis al aspecto de la información, su tratamiento y manejo como base para la toma de decisiones estratégicas.
Estimo, que en cuanto a incapacidades burocráticas de manejo de información se trata, se puede comparar en cierta manera el 22 de Junio de 1941 con el ataque japonés a Pearl Harbour, el 7 de diciembre de ese mismo año o al famoso ataque terrorista a las torres gemelas y al pentágono el 11 de Septiembre del 2001.
La permisión de ataques con fines Estratégicos.
Muchos opinan, que la inteligencia estadounidense había descubierto el ataque a Pearl Harbour por medio del trabajo de descifrado de las comunicaciones diplomáticas de la embajada de Japón en Washington; sin embargo, se tomó la decisión de permitirlo para generar un mayor apoyo del pueblo estadounidense para que EE.UU pudieran entrar en la Segunda Guerra Mundial (IIGM) y abandonar la política de aislacionismo estratégica e ilustradamente bien aplicada en la política exterior de este país, orientada a mantenerlo fuera de peligro o desgaste. Ese día llamado como “El Día de la infamia”, el gobierno estadounidense y la administración Roosevelt recibieron de la opinión pública luz verde para entrar en la guerra.
Este tipo de estrategia también fue ejecutada por la administración de Wiston Churchill en Inglaterra durante esa misma guerra. La administración Churchill permitió que los alemanes bombardearan varias ciudades inglesas con tal de que los alemanes no descubrieran que, desde hacía tiempo, ellos descifraban sus comunicaciones militares; reservándose así la posibilidad de frustrar ataques mucho más letales, que esos.
Esto al final le costó a Churchill su destitución y reelección como primer ministro al terminar la guerra.
En el caso más reciente, también mucho se especula sobre que la misma administración Bush, fabricó dicho ataque con el fin de encontrar una justificación para apropiarse de la segunda (en aquel entonces) reserva de petróleo en el mundo. Me refiero a Iraq. Ese 11 de septiembre, no solo el pueblo estadounidense estuvo con los EE.UU, sino que recibió el apoyo de la opinión pública global, para atacar a los culpables y en la búsqueda de estos, Iraq resultó estar en la lista negra.
Al igual, que otros historiadores occidentales, Victor Suvorov (un oficial de la inteligencia militar soviética, que desertó de esta organización en los años 80) en su libro “El Rompe Hielo de la Revolución”, plantea la misma tesis, que la IIGM era apropiada a las aspiraciones geoestratégicas de Stalin y la Revolución Bolchevique. Suvorov sostiene que este líder soviético veía en la guerra, en el plano europeo, como la posibilidad, tan esperada desde 1917, para exportar la revolución comunista y ampliar así su esfera de influencia global. Desde esa perspectiva, la amenaza de un ataque alemán abría las puertas al Ejército Rojo de cruzar más allá de los territorios polacos -ya anexados bajo el pacto Ribentrop–Molotov de 1939- en función de profundizar y apropiarse de los países de Europa Oriental, conocidos también en geopolítica como Estados “Tapón”, que separan a Francia y Alemania de Rusia en sus aspiraciones geopolíticas.
De tal manera, que bajo este enfoque de “permitir, que te ataquen, para ampliar tus ambiciones geoestratégicas”, se responde de alguna manera a la pregunta central del tema, sin que yo me defina a favor de tal enfoque.
La enorme multiplicidad de Información y la incapacidad de digerirla
Tanto en el caso de Pearl Harbour como en el del 11 de septiembre y el ataque a la URSS, se podrá encontrar este otro enfoque, para responder si las situaciones en mención podían haberse evitado.
Aquí se genera una opinión, en cuanto a que las diferentes agencias de inteligencia sovieticas de alguna manera, ya conocían o poseían serios indicios de una amenaza latente e inminente; ya sea producto de información obtenida por fuentes (informantes) secretas o por medio de los trabajos de inteligencia en materia de captura de la información, su desciframiento y la labor analítica como resultado final.
Como problema central se ubica la carencia de sistemas coordinados, que reúnan en un solo criterio toda la información obtenida antes de los ataques. A este problema se le atribuye también la falta de confianza interagenciales, que existen por criterios de compartimentación muy permanente en este tipo de instituciones.
En el caso especifico de la URSS, se conoce que los órganos de inteligencia soviéticos, conocieron sobre el Plan Barbarrosa (Plan de Ataque a la URSS) en el mismo mes en que éste fue elaborado y finalmente aprobado. Por eso la situación antes expuesta también puede ser incluida en el análisis del tema propuesto.
Tanto el GRU como el NKVD, competían en información secreta sobre los planes militares alemanes, las acciones diplomáticas y actitudes y acuerdos políticos de todos los países del continente europeo, así como de EE.UU. Sus redes en toda Europa y Asia (legales e ilegales) informaban al KREMLIN. En el marco de esta competencia, el volumen de la información de inteligencia creció de tal manera que les fue difícil digerirla (por la carencia de estructuras analíticas en cuanto a la cantidad de oficiales dedicados a esta labor) y presentarla constantemente a la dirección superior del partido. Sobre todo cuando ya se le habían entregado a Stalin diferentes fechas (inexactas y fallidas, aunque otras muy cercanas a la realidad de los planes ) de ataque contra la URSS.
La carencia de mejores fuentes de inteligencia
Como es sabido Stalin fue víctima de una operación de desinformación a través de canales diplomáticos. Como resultado, los enemigos de la URSS lograran que este decapitara entre 1936 y 1939 al alto mando del Ejército Rojo, su inteligencia militar (GRU) y a su inteligencia política dentro de las estructuras del NKVD. En este periodo conocido como las purgas de Stalin, se dice que de 210 oficiales de inteligencia solo sobrevivieron alrededor de 70. El resto fue ejecutado declarándolo enemigo del pueblo.
Esto contribuyó a que muchos colaboradores extranjeros en Europa quedaran incapacitados de reunirse con sus operadores soviéticos y trasladar la información a tiempo. Del 39 al 41 aunque se hicieron esfuerzos para activar muchas de sus redes éstas ya no podían ser ubicadas y el ataque a la URSS los terminó de aislar.
Leman, un oficial de la Gestapo que les informó dos días antes de la guerra y un sargento que en la madrugada del 22 de junio desertó de sus filas y se cruzó un río para alertar a las tropas guardafronteras soviéticas, terminan de describir la difícil situación en cuanto a la carencia de información exacta sobre el ataque y lo tardía en que ésta fue recepcionada.
La Figura del Estadista (STALIN)
James N. Rosenau establece una matriz que integra diversas variables que permiten fácilmente analizar el comportamiento de política exterior del estado y el proceso de toma de decisiones dentro de ésta (recordemos que la política exterior es el reflejo de la política interior). En esta matriz él integra la del Individuo (estadista), la funcional, la estructural, la sistémica, la ideológica etc.
Yo propongo utilizar la matriz de Rosenau y releer lo anterior escrito, ya que el resto de variables están de una u otra manera integradas. Desde luego, que se hace necesario profundizar más en el tema, sobre todo en la historia de este periodo del siglo pasado para llegar a un mayor acierto histórico.
La matriz y la historia misma nos ayudan rápido a entender el peso que tenía Stalin como individuo y líder sobre las otras variables en mención, las cuales, al final, se llegan a subordinar a su criterio y decisión.
En muchas películas, se puede ver a un Stalin completamente embriagado y decepcionado no solo por haber sido atacado por sorpresa, sino por el enorme revés militar que esta ocasionó en materia de cientos de miles de soldados del ejército rojo capturados, el 85% de la aviación destruida en tierra y con un avance casi indetenible de las tropas nazis. Tal vez por eso muchos catalogan ahora a Stalin como un simple dictador, criminal e ignorante de los asuntos geopolíticos y a eso atribuyen el revés de los primeros meses de la guerra y el hecho que no pudiera evitar que Hitler atacara a la URSS.
Pero al final de la IIGM 8 países europeos quedaron integrados en el campo socialista. Muchos de estos antes de la guerra eran altamente industrializados y ocupaban primeros lugares en la economía global de entonces. Ya ni se diga que por poco Japón llega a ser un país socialista más al igual que Corea del Norte y China y Mongolia, sino fuera porque los estadounidenses lanzaron sus bombas atómicas.
Se escribe ahora que el mariscal Georgy Konstantinovich Zhukov le expuso a Stalin que por lo menos 500 mil bajas sufriría el Ejército Rojo al liberar Checoslovaquia. Stalin le respondió preguntándole: ¨¿Es acaso usted matemático?¨
La realidad fue que cayeron mas de 700 mil por esos muchos critican a Stalin, otros lo admiran por haber mantenido el Heart Land geopolítico en Euro-Asia a favor de la URSS y haber ampliado el imperio soviético.
La pregunta aquí se torna mucho más interesante. En 1996 leí un artículo en la prensa rusa, sobre que existían ya en ese año la misma situación militar de junio de 1941, con la expansión de la OTAN y la cercanía de sus tropas y la de países aliados o aspirantes a miembros (que antes eran del Pacto de Varsovia). ¿ Qué tanto se repite la historia?
Manuel Salvador Espinoza J
Decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas
UNICIT
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