El negro Obama, además de usar a la ONU y a la OTAN, está superando al blanco Bush como asesino
Pedro Echeverría V.
1. ¿Quién lo creería? “EEUU confirmó el envío de aviones armados no tripulados a Libia -una iniciativa que forma parte de la misión de la OTAN en ese país- para ayudar a los “rebeldes” que luchan contra las fuerzas del coronel Muamar Gadafi. El secretario de Defensa Robert Gates, según BBC Mundo, dijo que el presidente de EEUU, Barack Obama, había autorizado su uso y señaló que estos aviones aumentarán la precisión de la operación militar”. ¡Qué terrible es el imperio!, pero también así es el capitalismo donde los políticos son simples títeres al servicio del capital. Por eso cuando me hablan de dictaduras de personas con 30, 40 o 50 años en el gobierno nadie puede confundirme porque las dictaduras “democráticas” del capital (como EEUU, México) son peores porque engañan con aparentes democracias regidas por elecciones, pero son la misma cosa.
2. Dentro del sistema capitalista, en el que mandan los dueños de grandes capitales de las empresas privadas y públicas, cabe diferentes estilos de gobierno. Bien se ha dicho: tener el gobierno no es tener el poder. Al gobierno se le puede dar la característica que se quiera: dictaduras de un solo hombre (militar o no), gobiernos de un solo partido, sistemas presidencialistas, alternancias partidarias, pero todos ellos son gobiernos representativos del verdadero poder que no es otro que el del capital. Y la manera más cínica de engañar a la población que nada sabe, es mediante la llamada “alternancia” de partidos de la misma clase social después de elecciones absolutamente arregladas y dirigidas. En EEUU, en México, en Colombia, se habla de elecciones y alternancia cuando es bien sabido que son dictaduras de las clases millonarias que dominan el poder.
3. Indigna tanto el bombardeo de Libia, así como los de Vietnam, Afganistán, Irak, Kosovo, sobre todo contra los árabes, que muchos aplaudirían que los árabes islámicos y libios devolvieran esas guerras e invasiones al territorio yanqui para ser igualitarios. ¿Cómo explicar o justificar que durante un siglo todas las guerras yanquis hayan destruido –con cientos de miles de bombas- territorios europeos, asiáticos, africanos, de América Latina, y que en EEUU no hayan lanzado aunque sea un centenar de potentes bombas tan destructivas como las de ellos? El pueblo de EEUU es otra cosa que los yanquis –los yanquis controlan la economía, el gobierno, el Estado, el Pentágono, el ejército, la fabricación de armas y todas las bombas asesinas. Así que debe entenderse: el pueblo de los EEUU no son los yanquis, así como el pueblo judío no son los sionistas guerreristas.
4. Dado que los yanquis sólo aprendieron a invadir, saquear riquezas, asesinar en otros territorios de todo el mundo –México en primer lugar- sería una magnífica experiencia para ellos –aseguran quienes han sido invadidos- recibir algunas “bombitas bien calibradas” en la Casa Blanca, en el Campo David, en el Pentágono, en el Capitolio, en las bolsas de valores, en sus bancos y en todas sus fábricas de armas, para que sepan lo que se siente. Dado que los yanquis sólo saben matar y dar órdenes genocidas, no saben que es llorar a familiares, amigos y compañeros. Obvio, me encantaría que no arrojaran bomba alguna en alguna escuela, hospital o mercado público y que ninguna gente pobre muriera, pero luego resulta imposible la selección. ¿Cuántos vietnamitas fueron asesinados por los Kennedy, Johnson, Nixon y Ford? ¿Y los aniquilados por los Reagan, Bush y Clinton?
5. Los pacifistas reales, los muy convencidos, quisieran que se acabaran para siempre las guerras que tanta gente asesinan, pero no es más que un buen deseo que está muy fuera de la realidad, aunque se den golpes en el pecho o en la cabeza. Las guerras no las hacen los hombres malos contra los seres buenos, sino que están en la propia naturaleza del sistema capitalista que concentra riquezas y privilegios en unos cuantos, así como miseria y enfermedades en los más. El sistema capitalista es brutal y la injusta distribución de la riqueza resalta a la vista para cualquier ciudadano común. Nadie podrá esconderlo. Mientras la mayoría en el mundo busca trabajar por un ingreso para vivir, las minoría de los gobierno y empresarios buscan seguir acumulando riquezas y poder, por encima de cualquier cosa.
6. ¿Cómo vivirían los EEUU sin tener gigantescas reservas de petróleo que han obtenido de los demás países; sin controlar a los gobiernos y los recursos naturales de otras naciones? ¿Cómo vender millones y millones de armas sin que el mundo se mantenga en tensión que provoquen los problemas y que estimulan las guerras criminales? Ninguna guerra yanqui, así como ninguna en la historia, se ha hecho estallar, sin que haya un pretexto: a los afganos se les culpó del bombardeo de la llamadas “Torres Gemelas” e inmediatamente fueron invadidos; a los irakíes de tener armas nucleares que nunca los inspectores de la ONU encontraron; a los libios de Gaddafi se los culpó de reprimir las protestas del pueblo que los mismos yanquis financiaron y prepararon.
7. Todas las intervenciones yanquis, tanto en Vietnam, Kosovo, Cuba, Panamá, Dominicana y centenares de países lo han sido hechas a “rajatabla”, es decir, sin estarse preocupando por los miles que mueren en cada acción y por la inmensa cantidad de edificios históricos que destruyen. ¿Se imaginan cuánto gritarían los medios de información si se bombardeara la ciudad de Washington y Nueva York? ¿Si eso llegara a suceder sería también el golpe final al dominio norteamericano en el mundo? El envió de cientos de aviones no tripulados, primero como espías, planeo y vigilancia y luego para bombardear pueblos, es un verdadero reto. ¿Estamos ya al borde de una nueva conflagración mundial como respuesta al derrumbe de la economía de los EEUU? ¿Será Obama el iniciador del desplome yanqui? Si así fuera, bienvenido sea.
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