Señalan división por intervención en Libia
Carta Bodán N°735
La mayoría de los países de la Unión Europea (UE) defendieron hoy la intervención internacional en Libia, mientras que Alemania e Italia se desmarcaron dejando entrever una división en los 27 ante la actuación de la coalición que lideran Francia, Reino Unido y Estados Unidos. El ministro alemán de Exteriores, Guido Westervelle, aseguró que las críticas expresadas por la Liga Árabe a los bombardeos de la coalición confirman los temores que había manifestado su gobierno. "Nosotros decidimos no participar, calculamos los riesgos".... y "tres días después la Liga Árabe ya ha criticado la intervención. Creo que teníamos razón", afirmó Westerwelle al llegar a una reunión con sus homólogos comunitarios en Bruselas.
El mensaje de la Liga Árabe que sirve a Berlín para confirmar su postura escéptica fue lanzado ayer por el secretario general de la organización, Amro Musa, quien aseguró que la operación que se está llevando a cabo en Libia "es diferente del objetivo de imponer una zona de exclusión aérea". "Hemos dicho que no hace falta ninguna operación militar", agregó Musa, quien pidió informes completos de lo que está pasando en el país norteafricano. La Alta Representante de la UE, Catherine Ashton, restó hoy importancia a la polémica y aseguró que las palabras del responsable de la Liga Árabe se han interpretado equivocadamente, informó la agencia EFE.
Ashton recordó que Musa apoyó el sábado en la cumbre celebrada en París los ataques aéreos contra objetivos militares del régimen de Muamar al Gadafi. Junto a la jefa de la diplomacia europea, varios ministros, como la española Trinidad Jiménez, consideraron que la operación en Libia "se está ajustando a la legalidad internacional". Jiménez confió además en "seguir contando con el apoyo de la Liga Árabe" para esas acciones. En esa línea, su homólogo finlandés, Alexander Stubb, recordó que la resolución aprobada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas "da a la comunidad internacional el derecho y la responsabilidad de proteger las vidas civiles" y dijo que eso es lo que se está haciendo.
¿Comienzo de un largo proceso?
Aunque la coalición militar liderada por los Estados Unidos, Reino Unido y Francia haya evaluado sus primeros ataques en Libia el sábado por la noche como un éxito, éste es sólo el comienzo de lo que puede ser un largo proceso. Durante la noche del domingo a este lunes hubo más bombardeos contra unidades de defensa antiaérea y ataques desde el mar a cargo de submarinos estadounidenses y británicos con misiles Tomahawk, que -entre otros blancos- destruyeron un "centro de comando" del líder libio, Muamar Gadafi. El objetivo declarado es disminuir la capacidad militar de Gadafi, más específicamente la de sus aviones y helicópteros de asalto, para que, según las potencias, ya no represente una amenaza para la población civil. Para la coalición, la potencia de fuego conjunta debería hacer que la tarea sea relativamente rápida.
El Pentágono dice que la zona de exclusión aérea ya está en vigencia, aunque es evidente que todavía queda trabajo por hacer. La esperanza es que los ataques directos a las fuerzas leales al líder libio afecten rápidamente su moral y las inste a huir o desertar. El Pentágono afirma que las fuerzas de Gadafi enfrentan "una gran presión y sufrimiento, producidos tanto por el aislamiento como por una buena dosis de confusión". ¿Pero qué sucede si los rebeldes ahora pasan a la ofensiva contra las tropas de Gadafi? Eso aún no está claro. El Pentágono no quiso decir si los ataques aéreos están destinados a las tropas libias que luchan contra los rebeldes. Y la coalición se mueve en una línea muy delgada respecto a sus intenciones con Gadafi.
La resolución de la ONU permite el uso de ''todos los medios necesarios" para proteger a los civiles, pero no especifica que el fin sea un cambio de régimen, incluso aunque eso sea lo que esperan muchos de los que la apoyaron. Entonces: ¿Es Gadafi el objetivo de los ataques? El vicealmirante del Pentágono Bill Gortney sólo dijo que "no estaba en su lista de objetivos", aunque otros sostienen que, como el comandante de las fuerzas sigue atacando a los civiles, es un blanco legítimo. Y la cuestión de las tropas terrestres también parece seguir abierta. Los ministros británicos insistieron ayer domingo en que "no hay planes" en ese sentido, aunque tampoco los descartaron de manera explícita. La resolución de la ONU prohíbe una fuerza de ocupación, pero las tropas que mantengan la paz, o civiles que presten ayuda, son otro cantar.
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Enviado por: Oliver Bodán
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