¿Quién sigue en la agenda norteamericana de la guerra de Información?

De Libia a Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador o Nicaragua

¿Quién sigue en la agenda norteamericana de la guerra de Información?

Manuel Salvador Espinoza J.

 

“Sin la destreza de administrar los procesos de información, el Estado moderno es tan indefenso como que si no tuviera ningún ejercito”

Desde el prisma del análisis político internacional , muchos asociamos, que los sucesos recientes en el mundo árabe, que tienen por objetivo desestabilizar regímenes por mucho tiempo establecidos y asegurarle a las transnacionales de los países más ricos del planeta  el control y la explotación de sus recursos naturales  pueda ocurrir lo mismo en Nicaragua.

Al respecto,  los  pensadores y defensores nacionales de las políticas globales de las transnacionales y los países ricos dicen, que no. Eso es pura alarma de los izquierdistas, que estos países ya tienen petróleo suficiente para abastecer sus necesidades industriales y que más bien es pura retorica lo de la hegemonía y control global.

Estos mismos afirman, que es pura paranoia de los años 80. Que el Pentágono, la CIA,  el Departamento de Estado Norteamericano y los jinetes apocalípticos de promoción de la Democracia, la Libertad y el Desarrollo global como el COUNCIL of FOREIGN RELATIONS - CFR (Consejo para las Relaciones Internacionales), el NATIONAL DEMOCRATIC INSTITUTE- NDI (Instituto Demócrata Internacional), el INTERNATIONAL REPUBLICAN INSTITUTE – IRI (Instituto Republicano Internacional), la NATIONAL ENDOWMENT for DEMOCRACY – NED (Fundación Nacional para la Democracia) y otras organizaciones, que ni nos imaginamos, que existen, no se desvelan por Nicaragua o por algún país del ALBA . Que más bien están recortando  sus horas de trabajo ya que la  crisis financiera dejó  a los EE.UU  en banca rota y  por eso han  abandonado las políticas de dominio global.  Y si por mera casualidad en algún caso se logra observar una pequeña luz encendida en alguna ventana en la inmensidad de esos complejos de edificios que integran la comunidad de inteligencia norteamericana es porque algún funcionario desvelado sigue solo insistiendo en  atrapar a toda la red global de Al - Qaeda.

Otros (los imparciales) opinan, que tal presentimiento ni se debería de someter a un análisis serio porque en Nicaragua las cosas son distintas. Que eso en todo caso podría pasar en Cuba por el tiempo de los Castro en la dirección del gobierno o en Venezuela, porque ya Chávez lleva más  de dos términos en el poder y ahí si hay petróleo. Tal es el caso de los Inocentes, (entre estos alumnos universitarios) que se muestran sorprendidos al introducir el tema sobre todo por el carácter intangible como es la  Guerra Psicológica. Entre estos existe una opinión bastante limitada, que se fundamenta, en que los nicaragüenses no pueden ser  afectados por los efectos de esta guerra informática ya que no existen las posibilidades de que la opinión internacional se interese por Nicaragua y su liderazgo político, supuestamente porque lo que sucede a lo interior del país, se queda en el país y no trasciende al plano internacional. Tal pensamiento trata aun de sostenerse en plena era de las tecnologías de la información y comunicación, que no solo han convertido a la sociedad internacional más interdependiente que nunca antes, sino que han hecho al mundo más plano. 

Al tocar el tema de la guerra de información, implementada con los medios  sofisticados y modernos de la tecnología de la comunicación como internet, telefonía celular, los medios masivos de comunicación y las redes sociales como forma efectiva de derrocar gobiernos desobedientes al lineamiento y control global, pude ver como las  opiniones de este segundo grupo sufrían algunas modificaciones.

También está el tercer grupo de opiniones entusiastas de muchos compañeros, que afirman que producto de los inmensos esfuerzos tangiblemente realizados por del Gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional (GRUN) la población no prestara atención alguna campañas de desinformación y desprestigio. La victoria electoral está segura y habrá gobierno otros cuatro años.  Otros opinan, que no hay falla, que  a la hora llegada van a llamar a la vieja guardia de los 80 y con ellos se ganaran cualquier tipo de guerra. Por eso no hay que entrar en pánico; además  hay varios compañeros con bastante experiencia, que ya están trabajando y no necesitan a nadie. 

Otros del mismo lado de la acera ni desean oír del tema porque les causa estrés negativo. Ya están ubicados en sus empleos y nada más les preocupa ahora. Lamentablemente existen ya claros indicios de los efectos y resultados de la guerra de Información contra el gobierno actual en el plano internacional.

Y todo parece decir que ni adversarios grandes o pequeños se pueden escapar a la guerra de información. Basados en las duras experiencias de Rusia en este tipo de guerra en todos los frentes  y lo difícil, que ha sido para este Estado  librarla aun y con todos los recursos económicos y humanos de que dispone este país, el  entonces presidente y hoy primer ministro de la Federación Rusa, Vladimir Putin, definió la esencia de los objetivos de esta guerra de la siguiente manera: “A los especialistas occidentales le es fácil convertir lo blanco en negro y lo negro en blanco.”

En un artículo publicado en el Nuevo Diario con fecha del 6 de julio del año pasado, definíamos que aquí podía suceder lo que ahora hemos observado recientemente en el mundo árabe y que países con enormes aparatos de seguridad y ejércitos no podían contrarrestar estos levantamientos tan tecnológicamente bien preparados por las organizaciones antes mencionadas. Veamos Libia, más bien el uso del ejercito  lo hizo caer en la siguiente trampa para justificar una intervención militar de occidente.

Tal vez la única forma de enfrentar estas revueltas promovidas desde afuera parece habérselas dado Albert Einstein, a aquellos gobiernos que saben que están en la agenda norteamericana de desestabilización me decía un amigo con preparación y experiencia militar. Einstein dijo que  “la cuarta guerra mundial seria con piedras y palos”. Los analistas coinciden en que se trata de una visión del científico del retraso que la humanidad alcanzaría después de la guerra nuclear en el tiempo de la Guerra Fría. Pero en el caso de una revuelta interna en estos países de dicha lista, la única forma de contenerla sin la participación del ejército y la policía será la lucha de piedras y palos entre la población misma.

*Msc. Manuel Salvador Espinoza J.

Decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas

UNICIT .

16 de marzo 2011.