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lunes, 14 de marzo de 2011

El hipócrita capitalismo, nuevamente adorará a Gadaffi

El hipócrita capitalismo, nuevamente adorará a Gadaffi
 Javier Monagas Maita


Una vez que el gobierno de Libia, retome el poder en todo su territorio, veremos nuevamente a los buitres capitalistas de la Exxon, la Texaco, Britis Petroleum y toda esa jauría de miserables capitalistas avaros, hambrientos de energía y dinero: que representan lo más bajo en cuanto a calidad humana y a ambición, buscar establecer negocios con el “dictador”. De acuerdo a como marcha la operación de rescate del gobierno Libio, pronto las embajadas inglesa, yanqui, española etc., es decir, las representaciones seudo diplomáticas de todos esos perros serviles del sionismo internacional volverán a hacerle lobby al "dictador" que tanto despreciaron y que paradójicamente con el que tanto se retrataron en el pasado, para luego vilipendiarlo en la creencia que habían logrado el objetivo de tomar el poder por intermedio de sus operadores mercenarios.


El panorama hoy es otro, la escalada de precios del petróleo, consecuencia del fallo del cálculo imperialista de posesionarse del energético libio en corto plazo, necesariamente hará que se reacomoden los intereses de la OPEP. Ante la obvia intención imperialista de debilitarla, atacando a sus miembros uno a uno – Irak, Irán, Libia, Venezuela-; los miembros de ese cartel han de tomar medidas preventivas en pro de sus legítimos intereses. Si sumamos a esto, el catastrófico golpe natural recibido por Japón, las cosas se complican para la economía capitalista mundial, más allá de lo que le venía sucediendo ya. En estas condiciones, al sionismo asesino no le queda otra alternativa que no sea la de bajar sus apetencias esquilmadoras en Libia y el resto del mundo o, por el contrario, se restee.
  

Avanzamos hacia una situación de calamidad natural global, a ella, hay que agregarle las consecuencias de los efectos radiactivos de las centrales niponas dañadas, las bombas de uranio empobrecido, que se derraman en el planeta por parte de las tropas imperialistas yanquis utilizadas por el poder económico capitalista sionista, con sus indiscriminados bombardeos y, los agentes químicos que les imponen a los países pendejos para su uso en el medio agrícola. Se complica la cosa otro poco para el imperio sionista, con la resistencia que la clase obrera y los inmigrantes, están haciendo a las medidas dictatoriales por parte de los agentes gobernantes del sionismo en USA. Pero la cosa no se detiene allí, recordemos que ellos, pretendían haber desplazado al petróleo como fuente energética poco después de pasado el año 2000, ya vamos por el 2011 y no se avizora ninguna fuente alterna. El metanol, es improcedente por lo costoso y por las consecuencias sociales que tendría el arrebatarle alimentos a los pueblos para dárselos a las maquinas y autos, la energía nuclear, está representando un grave peligro que no es seguro en su manejo. Chernóbil en Rusia, Tres millas en EE.UU, y ahora Japón, lo comprueban.
  

Para poder reactivar sus economías, los países capitalistas, necesitan del petróleo, tanto como el ser humano del aire. Pero tienen un problema muy grave. Quienes poseen ese recurso, están dispuestos a cobrar el precio justo que merece y no a que se los roben como en el pasado. A sabiendas de eso, fue que el imperio, elucubró la fatídica invasión a Irak, auto agrediéndose para tener una excusa y a la vez aplastar la oposición que se hiciera al genocidio que sabían cometerían, y que seria rechazada por parte de otras naciones, a las que acusarían de terroristas o de escondite de terroristas, etc. Esa conducta no es nueva, la historia lo conoce suficientemente.


 


¿Qué le queda a los miserables sionistas asesinos yanquis? Solo dos alternativas. O se asimilan que ya no son un poder hegemónico que pueden imponer sus ambiciones e intereses a otros pueblos por la fuerza, por lo que tendrán que respetar al derecho internacional y la auto determinación de los pueblos; o que se jueguen su última carta de la guerra definitiva nuclear, de la cual no saldrán tan triunfantes ni ilesos.


En la Venezuela del año 2002, el imperio sionista asesino, hizo su jugada magistral contra el pueblo y su gobierno legitimo. Fue derrotado, pero lamentablemente la visión política del gobierno no era tan clara y le permitió a las empresas petroleras yanquis, seguir negociando con el petróleo Venezolano, obteniendo jugosas ganancias, ese capital de ganancias, se invierte en parte en tratar de derribar al gobierno que los cobija ¡Qué paradoja! Ojalá y Libia no cometa el mismo error.


 Sentencio que no pasarán dos años sin que el títere de la Casa Blanca, esté abrazando a Gadaffi nuevamente. Eso no es asunto de su voluntad, es orden de los verdaderos amos del poder en USA, que sacrifican las fichas que sean necesarias, para mantener sus cuentas buchonas. Así funciona esa selva maldita llamada capitalismo, en la cual galopa el sionismo judío y católico pedófilo.


Nota: Escrito en Ubuntu, libre de la mafia de Windows

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