No hay otro cielo
Raul Orozco
Abril 1, 1992
“Ésta es la orilla. de piedra
geométrica. ni égloga, ni
remanso”.
Pedro Salinas
A Ernesto Martínez Robelo (q.e.p.d.)
En las zonas difíciles
hay atisbos, vislumbres de eternidad personal o igual, chispazos del tiempo que aguarda a todos.
Las zonas difíciles son residencias.
Espacios henchidos de ideas que pugnan y en el centro del torbellino, el hombre,
¡cinchando fuerte!
En las zonas difíciles, se es a veces Prometeo, fuego encendido, ofrecido a pesar de las cadenas y los buitres;
pero en otras, Sísifo y su piedra con la costra de la sangre de sus lomos.
Y cuando ocurre lo peor, cuando más difícil la zona,
Icaro somos en barreno,
cayendo.
Las zonas difíciles
residencias son y sólo en ellas vemos vislumbres de eternidad
personal. ¡no hay otro cielo!
Abril 1, 1992
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