Secretos
Carlos Fonseca Grigsby
—en ese momento
en que aún no sos poema
y podés temblar sin yo antes
haberte dado el temblor.
—en esos instantes
en que todavía no soy tu dios creador,
de sensibilidad extra-ordinaria
y espléndido don literario.
Cuando tu boca ante mí
es simplemente tu boca;
eso no se entrega a la literatura.
Ese gozo es mío.
Los Demonios Internos
Retrato No. 1:
Una mirada es una biografía
Un poeta norteamericano - Hart
Crane - se suicidó no hace mucho.
Dicen que se embriagó en la
víspera de su muerte.
Intentó seducir a marineros del barco,
y lo apabullaron a golpes.
Al día siguiente (Hart Crane)
se lanzó del barco,
para volar en el abismo azul del mar.
Nuestras miradas son como Hart Crane;
se embriagan una noche,
intentan seducirse,
pero al siguiente día: mueren.
Reinvento de la soledad
La soledad debe ser reinventada.
– Nuestras soledades tienen alas.
Pero son cosas simples. Más simple
que una manzana, un beso en la mejilla,
el sol ardiente del mediodía. Sólo que estos
tienen garras, son partes de la realidad, tienen una nostalgia
de piñatas quebradas que lloran en sus adentros.
Pero si hacemos un pacto -en estos versos muy contemporáneos-
y de la simpleza (manzana-beso-sol) de nuestras soledades
pudiéramos sacar algo sobreviviente, luminoso entre
tanta oscurana, seríamos menos solitarios. Comenzaríamos
por un brazo, un brazo que salga de una soledad para acariciar
a la otra, sujetarle la mano invisible, darle una palmada.
Luego unos labios como los del silencio, para que mientras una
soledad acaricia a la otra, la otra pudiera besarla, y sembrar en ella, amor.
Luego un ojo. Sólo un ojo. Pero que pudiera ver a través de la otra soledad,
no ver lo que está detrás de ella, sino adentro de la soledad, donde hay una
soledad aun más sola. Y así, poco a poco, iríamos construyendo casi
una persona llamada soledad, para que en lugar de que seamos dos niños solitarios,
seamos dos niños felices, que reinventaron la soledad acompañándola –
—en ese momento
en que aún no sos poema
y podés temblar sin yo antes
haberte dado el temblor.
—en esos instantes
en que todavía no soy tu dios creador,
de sensibilidad extra-ordinaria
y espléndido don literario.
Cuando tu boca ante mí
es simplemente tu boca;
eso no se entrega a la literatura.
Ese gozo es mío.
Los Demonios Internos
Retrato No. 1:
Una mirada es una biografía
Un poeta norteamericano - Hart
Crane - se suicidó no hace mucho.
Dicen que se embriagó en la
víspera de su muerte.
Intentó seducir a marineros del barco,
y lo apabullaron a golpes.
Al día siguiente (Hart Crane)
se lanzó del barco,
para volar en el abismo azul del mar.
Nuestras miradas son como Hart Crane;
se embriagan una noche,
intentan seducirse,
pero al siguiente día: mueren.
Reinvento de la soledad
La soledad debe ser reinventada.
– Nuestras soledades tienen alas.
Pero son cosas simples. Más simple
que una manzana, un beso en la mejilla,
el sol ardiente del mediodía. Sólo que estos
tienen garras, son partes de la realidad, tienen una nostalgia
de piñatas quebradas que lloran en sus adentros.
Pero si hacemos un pacto -en estos versos muy contemporáneos-
y de la simpleza (manzana-beso-sol) de nuestras soledades
pudiéramos sacar algo sobreviviente, luminoso entre
tanta oscurana, seríamos menos solitarios. Comenzaríamos
por un brazo, un brazo que salga de una soledad para acariciar
a la otra, sujetarle la mano invisible, darle una palmada.
Luego unos labios como los del silencio, para que mientras una
soledad acaricia a la otra, la otra pudiera besarla, y sembrar en ella, amor.
Luego un ojo. Sólo un ojo. Pero que pudiera ver a través de la otra soledad,
no ver lo que está detrás de ella, sino adentro de la soledad, donde hay una
soledad aun más sola. Y así, poco a poco, iríamos construyendo casi
una persona llamada soledad, para que en lugar de que seamos dos niños solitarios,
seamos dos niños felices, que reinventaron la soledad acompañándola –
Ya hice una poesía muy buena que se llama bendiceme y habla acerca de que tengo muchos demonios en mi mente que por eso no puedo dar a luz mi alma por más que busco compañía, pero que también habla de que estoy entre la compañía y la soledad y no me decido con cual quedarme y siempre m e quedo en la soledad.
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