POR FIN JUSTICIA PARA 400 MUERTOS Y EL TRIUNFO DE UN PUEBLO

Primera foto de arriba abajo: Líderezas de víctimas del Ycuá Bolaños
Segunda foto: El dolor de las víctimas siempre fue inmenso
Tercera foto: El pueblo paraguayo siempre acompañó de cerca el dolor y sufrimiento de los sobrevivientes y víctimas de la masacre del Ycuá Bolaños
Cuarta foto: El supermercado se ha convertido en un memorial del dolor de un pueblo
Quinta foto: Velas para los masacrados del Ycuá Bolaños
Sexta foto: El presidente Fernando Lugo asistió a la 5ta. recordación de la masacre, el día antes decretó que cada 1 de Agosto se convertiría en el Día de la Solidaridad.

POR FIN JUSTICIA PARA 400 MUERTOS Y EL TRIUNFO DE UN PUEBLO
Por: Alejandro Sánchez

Publicado también en Argentina Indymedia

Por fin salió la resolución en última instancia. Se confirma la sentencia condenatoria para los asesinos de la mayor masacre por generación de riesgos abiertamente prohibidos en un supermercado y por un cierre criminal de puertas de salida y de emergencia en el momento en que el edificio se convirtió en una bola de fuego y humo dantescos.

Cientos de vidas, en medio de las llamas y la espesa humareda, llamaron a los números de emergencia, pidiendo socorro y auxilio, un auxilio que nunca llegó a tiempo, porque las puertas del supermercado estaban cerradas.

Lo que vino después de la masacre fue casi igual o peor, en algunos casos, que el propio estallido infernal del supermercado. Un poder judicial absolutamente inepto, ineficaz, corrupto, venal y mafioso, tomó el caso como si de la muerte de pequeños animales se tratara.

Chicanas, decisiones confusas y hasta acciones indisimuladamente cómplices y coimeras se presentaron paso a paso, proceso a proceso, acto a acto, día a día y dolor a dolor. En el proceso decenas de familiares de víctimas caían enfermas y a veces muertas (incluso con no pocos suicidios) al no poder soportar tanta iniquidad e inhumanidad de unos cientos de jueces que más que agentes de ley, se manifestaban como mafias decididas a burlarse de la ciudadanía, jueces reunidos en nefastas logias.

Inicialmente se hizo un primer juicio que fue abiertamente comprado por los asesinos, como lo llegara a denunciar el propio fiscal del caso, Edgar Sánchez. Antes de que los criminales dictaran su falsa sentencia, las víctimas y el pueblo paraguayo reaccionaron y rompieron con toda la farsa montada.

La farsa de juicio se anuló y luego de otro proceso enturbiado, de nuevo se llamó a un nuevo juicio. Fue la primera victoria popular en una lucha de clases (los egoístas contra los solidarios) y de dos países: El Paraguay de los privilegios antidemocráticos frente al Paraguay de la igualdad equitativa y la solidaridad para la vida honesta.

Finalmente, luego de casi más de un tortuoso año de nuevas vueltas criminales, el caso pasó a otro juicio, dónde se dictó una pequeña condena contra los asesinos. Pero, de nuevo el poder judicial torcía lo poco que enderezaba: Condenó a los culpables, pero los dejó libres hasta que la sentencia se confirmase, hecho que no sucedió hasta el día de la fecha, luego de varios años.

Fueron cinco años de una prácticamente tortura psicofísica a decir del Dr. Roberto Almirón (dirigente de las organizaciones de víctimas) una tortura de la que tendrán que responder los jueces más venales y sinvergüenzas del deforme poder judicial paraguayo. Las muertes por el proceso pseudojudicial de tortura al que fueron sometidos los familiares de víctimas no deben quedar impunes. La lucha ha logrado una irrisoria victoria (frente a la gigantesca pérdida social y emocional de las víctimas y del pueblo paraguayo) pero ha concretado un enorme paso histórico hacia la construcción de una sociedad más justa, igualitaria y fraterna.

La presión institucional del poder Ejecutivo (al mando de Fernando Lugo) y del Poder Legislativo (en manos de un partido de oposición pero con cierta seriedad política, como lo es el Partido Patria Querida) permitió aumentar aún más el clamor social y masivo por la justicia en el caso Ycuá Bolaños.

Hasta que finalmente, en el día de la fecha, el pequeño paso histórico se logró. En la lucha entre las clases egoístas y las clases solidarias ganó la solidaridad y la fraternidad frente a la inequidad y la perversión mezquinas. Es una pequeña victoria universal, como bien dijo el Dr. Roberto Almirón, una nimia pero importante victoria en la construcción de una cultura y civilización de la solidaridad, dónde los valores humanistas y altruistas por fin modelen la sociedad en todos sus aspectos (incluso el económico) y ya no tengamos el modelo hegemónico del egoísmo, la competitividad y el pensamiento primitivo hedonista-consumista de acumular riquezas sin importar nada más. Se han enfrentado dos países, dos modelos, dos humanidades, quizás hasta dos tipos de civilizaciones… y ha ganado un poquito un nuevo tipo de sociedad, un nuevo tipo de humanidad, un mundo nuevo un poquito más.

Abogado Alejandro Sánchez

Activista de Derechos Humanos

Pacifista y Ecologista

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audio: MP3 at 2.4 mebibytes

El audio de la entrevista es de la fecha

06/08/2009 04:58 Autor: Alejandro Sánchez. Enlace permanente. Tema: Caso Ycuá Bolaños.

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