El imperio y su ala sinistra

El imperio y su ala sinistra
Raul Isman

Enviado por Raul Isman el 04/08/2009
Seccion : Editorial

Agosto de 2009-08-04

Ni siquiera (aún) sometido a la brutal crisis económica, que ha dejado de ser tema de primera plana en el mundo, el imperialismo norteamericano ceja en sus denodados intentos por hundir a nuestros pueblos en la pobreza y la dependencia. Al mismo tiempo; si pierde en un país una base militar, abre tres en otro. No solamente impone a través de su parafernalia de asesores económicos, opinólogos mediáticos y expertos de organismo de crédito el conocido sonsonete del ajuste perpetuo. Además no se detiene en sus denodados esfuerzos por conseguir imponer gobiernos cipayos cuya finalidad excluyente no es otra que regalar las riquezas telúricas al conquistador. En tal contexto, la derecha neoliberal ganó la presidencia de Panamá, prepara un nuevo fraude en Méjico, sueña con un triunfo en Chile, se apresta a imponer una nueva (re)elección de Uribe en Colombia (sin que a ninguna vestal del republicanismo antichavista se hubiera anoticiado de ese y otros atropellos a la seguridad jurídica del genocida caribeño).

Pero la referida crisis económica no sólo debilita a la reacción neoliberal. También pone en cuestión las condiciones de gobernabilidad para los gobiernos populares de toda nuestra América. La derrota del proyecto nacional en la Argentina es sólo un ejemplo y nada menos que el propio Brasil- con todo su poderío económico inclusive- podría engrosar el seleccionado de gobiernos neoliberales.

Para peor, el mismo fatídico día 28 de junio de las elecciones argentinas se produjo el golpe de estado en Honduras. Todas las grotescas elucubraciones acerca que la derecha ya se había reconvertido definitivamente en una fuerza democrática cayeron en un solo instante. Desde candidatos empresariales hasta modelos, pasando por añosas luminarias (viejas reaccionarias) del espectáculo) salieron a avalar el golpe. El mensaje de las derechas resultaba más que transparente: tendremos democracia si aceptamos nuestro sometimiento constante. Y si no aceptamos sus imposiciones nos someterán a golpes genocidas.

Diversos teóricos hablan de una lenta debilidad del proyecto bolivariano, por ejemplo. No nos interesa ahora mismo debatir si la perspectiva emancipatoria está débil en Venezuela o no. Si nos interesa marcar- y si es necesario remachar a fuego-que sin proteger los avances logrados se corre el riesgo de un retroceso catastrófico. Para ello sumar esfuerzo es decisivo y restarlos es una actitud criminal. En los tiempos que corren, el conflicto está instalado en todo el continente entre quienes batallamos por la autonomía de nuestras patrias (en el marco del gran proyecto por el bienestar de los pueblos) y la derecha cipaya; correa de trasmisión imperial. Por ello resultan tremendamente perjudiciales las fuerzas políticas que, so pretexto de ir por todo, favorecen a las fuerzas neoliberales. Es preciso precaverse y cuidar a los pueblos de una sinistra que parece más bien siniestra.

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Imagen tomada de:

http://www.accionchilena.cl/images/imperio.jpg