Portada de antigua versión de Revista Libre Pensamiento

lunes, 18 de mayo de 2015

I. Hollywood, su quehacer de fondo

Imagen tomada de: http://www.taringa.net/posts/noticias/16244492/A-Katy-Perry-le-gusta-trabajar-con-el-Pentagono.html

I. Hollywood, su quehacer de fondo
Manuel Moncada Fonseca

Para cautivar a un público diverso, Hollywood aborda en sus producciones cinematográficas gran diversidad de fenómenos de la realidad.[1] Se vale para ello de ingentes recursos, avanzada tecnología, imágenes y efectos especiales estupendos, asombrosos escenarios, excelente sonoridad y de una actuación ejecutada, por lo regular, por un buen elenco artístico. Logra, así, con suma facilidad, que los cinéfilos lloren, rían, se disgusten, se mantengan en suspenso, sientan terror, se asombren, se diviertan; amen, odien, se identifiquen o rechacen a los personajes; compartan sus sentires, pasiones, aventuras, etcétera. Logra, pues, su objetivo inmediato, taquillero: el entretenimiento... 

Mas, Hollywood no se ha diseñado, exactamente, en función del entretenimiento. Su misión está lejos de ello; más allá, incluso, de los ingresos que, por ello, obtiene. Su objetivo de fondo es contribuir de modo significativo a diseñar una mentalidad alienada, que acepte acríticamente el mensaje, pocas veces abierto, casi siempre sutil, oculto o subliminal que encierran sus producciones a favor de la llamada civilización occidental; incluso en aquellas que están dirigidas a la niñez…

Hollywood es un instrumento destinado a incubar y manipular sentimientos, conductas y actitudes sociales en función de sembrar en los cinéfilos, imperceptiblemente, un sentir, pensar y actuar ajenos a sus intereses; mismos que, aunque se comprendan erróneamente como propios, son los del sistema capitalista; los inherentes a su cultura. 

En verdad, persigue manejar e influir de modo total en el comportamiento humano; servir de instrumento para modelar las actitudes humanas en su conjunto, adoctrinando, implantando ideas y programando la psiquis humana.[2] Nace en París, en 1895, no como arte, sino como industria. A partir de 1948, año en que el cine sufre una crisis que casi lo aniquila, su suerte ha dependido, en términos financieros, de fuerzas políticas tras las cuales se agrupa el andamiaje político-corporativo-militar-empresarial. No en vano, entre los grupos de poder que son dueños de Hollywood, aparece Universal, ramificación cinematográfica de la poderosa General Electric, involucrada en la industria armamentística y nuclear. Con Europa ocurre igual: su cine jamás podría sobrevivir sin las subvenciones de los respectivos ministerios de cultura, tampoco sin el patrocinio corporativo. Y es rentable porque permite “diseñar, dirigir y controlar todos los aspectos de nuestra existencia.”[3] 

Gracias al patrocinio del Pentágono, los costos de escenografía no se vuelven monstruosos, pues ello le aporta a Hollywood tropas, actores extras, armamento, barcos, aviones y otra diversidad de materiales logísticos. De ahí que los altos mandos acostumbren enviar, a los escenarios de rodaje, a sus “consejeros” a que verifiquen “el correcto seguimiento del guión aprobado”, y a que sean “los primeros en verificar el producto final antes que llegue a las carteleras públicas.”[4] Y en lo atinente a nuestra región, a la que EEUU persiste en llamar su patio trasero, “Hollywood siempre fue una sombra alargada sobre el resto del continente, sombra que se fue acentuando aún más luego de la Segunda Guerra Mundial, cuando sus afanes expansionistas e imperialistas tuvieron en el cine un aliado muy eficaz”.[5]

Imagen tomada de: http://obligatoriorecordar.blogspot.com/2013/01/normal-0-21-false-false-false-es-ec-x.html

A lo expuesto, añádanse como esenciales las estrechas relaciones de la Casa Blanca y Hollywood reveladas, por ejemplo, en 170.000 correos electrónicos y 30.000 documentos de Sony Pictures, dados a conocer por Wikileaks. La productora reprocha a este sitio web por haber perpetrado un “acto criminal” al revelar dichas informaciones, pero sin negar la autenticidad de lo publicado. Lejos de ello, se limita a declarar: “No estamos de acuerdo con la afirmación de Wikileaks de que el material es de dominio público, y continuaremos luchando por la seguridad y la privacidad de la empresa y sus más de 6000 empleados”.[6]

Una idea general sobre el tipo de producciones que Hollywood ofrece 

Cualesquiera sea el género de películas que produzca, Hollywood muestra un mundo en el que lo bueno y lo malo, lo bello y lo feo, lo conveniente y lo inconveniente, lo correcto y lo incorrecto, lo verdadero y lo falso, lo positivo y lo negativo, lo culto y lo inculto, lo moral y lo inmoral, lo ideal y lo aborrecible, lo normal y lo anormal, lo aceptable y lo rechazable, lo democrático y lo dictatorial, lo público y lo privado, lo científico y lo anticientífico, amén de presentarse a menudo del modo maniqueo que, a propósito, acusamos -por ser esta la tónica dominante del enfoque del “mundo libre”-, se definen, de modo casi invariable, desde la perspectiva del, de por sí, idealizado mundo occidental.

Así las cosas, se producen innumerables títulos catastrofistas y apocalípticos que, en buena medida, cuentan con respaldo militar y científico, lo que incrementa su influencia en el conglomerado social; abundan las películas que muestran a grupos terroristas deseosos de destruir la libertad de las grandes naciones, sobre todo, la de Estados Unidos; las películas sobre el 11 de Septiembre son pletóricas de sentimentalismo y sensacionalismo, destinándose a manipular a los devotos del sistema y a supuestos elementos radicales sedientos de “verdad”; el cine destinado a jóvenes y adolecentes convierte el sexo en un altar acompañado, entre otras cosas, de drogadicción, descaro, individualismo, estupidez, pérdida de identidad; las producciones de Disney, por inocentes y tiernas que puedan parecer, tienen como mensaje de fondo algo que comparten con la cultura occidental en su conjunto: “si deseas algo con todas tus fuerzas, de verdad, se acabará haciendo realidad”.[7]

Notas:

[2] Ello lo logra recurriendo profusamente al Coaching. Un crítico del coaching comienza señalando que el coaching bebe directamente de la fuente del conductismo, al que señala como “método preferido por la mayoría de los psicólogos que forman esa (siempre dudosa) especialidad médica llamada Psicología Clinic.” Luego, expresa que se trata de una terapia cuyo logro es haber igualado a perros y humanos, centrada en actuaciones de una conducta que puede cambiarse a través de estímulos, sean positivos o negativos. Más adelante, plantea que los programas de coaching prometen siempre el mejoramiento y el cambio para mejor. Así las cosas, todos ellos asumen que si algo desequilibra la vida cotidiana de determinadas personas, se debe “actuar con urgencia para restablecer un orden, que, efectivamente, es la felicidad naturalmente obtenida.” Y sigue: “La esquizofrenia capitalista […] se embriaga aquí de tal manera que, al tiempo que es foco de todas las "enfermedades del exceso" (la obesidad, el despilfarro, etcétera) nos proporciona los medios (conductistas) para combatirlas, a través de eternas promesas de cambio que, por pura supervivencia del sistema, jamás llegan a su fin.” Palabra de pez abisal. “El coaching en televisión”. http://palabradepezabisal.blogspot.com/2010/07/el-coaching-en-television.html
[3] HOLLYWOOD: Arma de manipulación masiva - no de diversión. http://joanfliz.blogspot.com/2012/09/hollywood-arma-de-manipulacion-masiva.html
[5] Daniel Fernández López. “La identidad contra el neocolonialismo”. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=161972
[6] Entre lo más relevante, se acusa que el subsecretario del Departamento de Estado para Relaciones Públicas, Richard Stengel, invitara “a Michael Lynton, director de Sony Pictures, “a movilizar sus recursos para una “guerra informativa” contra el autodenominado Estado Islámico y Rusia”.  Menos mal que el gobierno estadouniidense hizo esta precisión: "La portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Marie Harf, respondió a las revelaciones de Wiikileaks al decir que nunca hubieran comparado a Rusia y al autodenominado Estado Islámico, porque los consideran “desafíos muy diferentes”. Wikileaks: Casa Blanca e industria de Hollywood colaboran en una “guerra informativa”. http://www.librered.net/?p=38283
[7] HOLLYWOOD: Arma de manipulación masiva - no de diversión. Ob. cit.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Vistas de página en total