Los
«perio-listos» y la desaparición de la veracidad
Por Silvio Palacios
7
marzo de 2014
La
periodista Sofía Montenegro escribió un artículo de opinión interesante e
interesado, publicado por Confidencial el 5 de Marzo 2014 titulado; "La
desaparición de Ortega" aduciendo que el gobierno no brindó ninguna
explicación coherente a la inasistencia de Daniel en algunos eventos públicos.
No es la primera vez que doña Sofi se desespera por alguna cuestión relacionada
con Daniel, tampoco es culparla; no es sola en esto, son un club de periodistas
y escritores que deambulan en el espacio desesperado de ser noticia a costa de
cualquier nota rosa del presidente, aun y si esa noticia es la guillotina de la
veracidad y la imparcialidad de la noticia.
Al
mejor estilo de la pluma arisca y de una periodista que se lanza al precipicio
sin paracaídas, apuesta por relanzar un concepto del rumor, aventajándolo a que
el rumor tiene un concepto para la comunicación: "en comunicación, el
rumor se define como una proposición creíble sin medios de prueba segura para
demostrarla"
Interesándonos
en investigar lo que es un rumor (para los que no somos del mundillo de la
comunicación), pues hemos encontrado el siguiente concepto en el diccionario
universal de la lengua española: "noticia vaga o información que corre
entre la gente, cuchicheo, hablilla, cotilleo".
Aquí
caben algunas preguntas; si es una noticia vaga, ¿nos están informando en
Nicaragua los vagos, o no necesariamente una noticia vaga proviene de un vago?
Si un rumor es un "cuchicheo, hablilla, cotilleo", entonces ¿La
Prensa es un medio en decadencia al haber caído a un simple espacio de chismes
y habladurías, carente de un trabajo profesional? Como reflexión, es muy
necesario ser responsables decidiendo en qué medios nos informamos.
Seguimos
analizando el texto interesado: "es lo que hizo la prensa internacional,
exponiendo las preguntas legítimas que los ciudadanos publican en las redes
sociales". Esta vez la escritora traslada toda la responsabilidad de la
noticia que debe ser sustentada, a un simple procedimiento de rellenar espacios
de medios con las inquietudes de cualquier persona que ande rumoreando por las
redes sociales. Buen debate ha planteado esta escritora, los periodistas y los
"perio-listos" deberían de poner su barba en remojo, pues poco
se necesitarán ya que los medios rellenarán espacios y buscarán la noticia de
portada que tanto cuesta, "con un chisme sacado del Facebook", y si
quieren sobrevivir en ese estado futurista y decadente de las comunicaciones,
en donde las portadas serias y contundentes no sean más que un estado publicado
en Facebook, pues habrá que volverse multiplicadores del cotilleo.
Un
rumor tiene un enorme potencial manipulador, eso lo sabe bien la escritora; si
esta periodista está entre "las mejores de Nicaragua", entonces hay
un problema de forma y no de fondo. Ella debería estar en las tertulias de
programas rosados con tintes de show (Laura en América podría ser Sofía en
Nicaragua, esa debería ser su forma), pero ahora es una "analista
política" y entramos en contradicciones por ser dos formas distintas, el
fondo lo cumple; nadie discute que es una comunicadora.
En
el texto se puede apreciar un extracto del libro "Otoño del
Patriarca", de Gabriel García Márquez (Gabo), utilizado por la escritora
para exteriorizar sus propias confusiones de lo que es el liderazgo secuencial
de Daniel. Me di a la tarea de rastrear un extracto escrito por Gabo sobre lo
que es la deformación del oficio de comunicador (confiando plenamente en que se
haya referido al caso) y no me decepcionó el escritor cuando escribió el
artículo "El mejor oficio del mundo" publicado en el diario español
El País el 20 de octubre de 1996. Aquí delimita el tema:
"Un
avance importante en este medio siglo es que ahora se comenta y se opina en la
noticia y en el reportaje, y se enriquece el editorial con datos informativos.
Sin embargo, los resultados no parecen ser los mejores, pues nunca como ahora
ha sido tan peligroso este oficio. El empleo desaforado de comillas en
declaraciones falsas o ciertas permite equívocos inocentes o deliberados,
manipulaciones malignas y tergiversaciones venenosas que le dan a la noticia la
magnitud de un arma mortal. Las citas de fuentes que merecen entero crédito, de
personas generalmente bien informadas o de altos funcionarios que pidieron no
revelar su nombre, o de observadores que todo lo saben y que nadie ve, amparan
toda clase de agravios impunes".
No hay comentarios:
Publicar un comentario