viernes, 20 de abril de 2012

Confiar en Juan Manuel Santos, es confiar en el diablo


Confiar en Juan Manuel Santos, es confiar en el diablo
(Están acelerando los trámites para agredir a Venezuela militarmente)
Javier Del Valle Monagas Maita (*)


No voy aquí a dictar cátedra sobre conocimientos sicológicos avanzados de la personalidad y de sus implicaciones. Solo haré una síntesis de las cosas normales que definen las conductas predecibles de los traidores, cuyas acciones y procedencia, los hacen obvios.

Desde que la historia del Abya Yala se empezó a escribir, a partir de la conformación de las oligarquías criollas, todas han sido egoístas, racistas y traidoras. Pero como en toda masa humana, aunque sea pequeña, siempre hay los destacados, aquellos que sobresalen  por encima del común, para ser vanguardia. En el caso aquí referido, ese triste y vulgar papel le corresponde a la oligarquía colombiana.  Desde que Francisco De Paula Santander, sobresaliera, en la época de plena lucha por la independencia, como digno y destacado miembro de esa oligarquía: la cobardía, envidia y traición se convierte en una constante que perdura hasta los días presentes.  Traición que mantiene al pueblo de Colombia sumida en la miseria y en la entrega total de todos los recursos y libertades civiles al gran capital monopólico internacional. Por supuesto,  con las excepciones de las migajas que le quedan a esa podrida oligarquía y que sirven de instrumento para mantener una férrea dictadura de clases.

Después  de las acciones narco terroristas. De la creación del mayor ejército terrorista estatal en esta región, que ingeniosamente fue dividido en militar oficial y para militar,  que condujo a la toma definitiva de las estructuras del estado por el narco poder capitalista. Acción esta conducida  por Álvaro Uribe Vélez (varito) y continuada  por Juan Manuel Santos.

La estrategia regional del gobierno oligárquico colombiano, bajo la orientación del gobierno de Santos, cambió.  Tenía que ser así, debido al aislamiento en que Uribe dejó a Colombia. Como es de todos conocido, la diplomacia y políticas, tanto interna como externa colombiana, la definen en la casa blanca o en el pentágono, con base en los intereses sionistas yanquis. 

Esa estrategia hubo de cambiar, debido a que esta región sur Abya Yala, tiene un impulso muy vigoroso hacia la integración de las naciones, a los fines de poder enfrentar las apetencias imperialistas yanquis y europeas, las cuales bajo el disfraz de economía global, están imponiendo un neo colonialismo suave si es posible o a la fuerza si no hay alternativa (Irak, Libia, Afganistán, Siria, Irán, Honduras, Panamá y la misma Colombia así lo confirman)  el imperio evaluó su situación y prefirió tener una quinta columna dentro del colectivo de países. Recordemos el papel de Santander en el congreso anfictiónico de Panamá.  Por eso se acelera la aprobación del tratado de libre comercio USA - Colombia, mientras los sionistas igualmente  se colaron con el acuerdo Argentina - Israel.

Juan Manuel Santos viene a ser el factor de perturbación latente dentro de la CELAC, UNASUR, que sumado a otros gobiernos de derecha lame botas, como Chile, Honduras, Panamá, México, son instrumentos,  que  en el momento clave, serán usados para explotar la unión. Fíjense, que ya esos países de derecha, incluyendo a Perú, conformaron una unión del pacifico económica, paralela a la UNASUR y MERCOSUR.

Las recientes palabras de esa bazofia llamada Juan Manuel Santos, dirigidas al fascista Mariano Rajoy, donde de manera rastrera y miserable le implora que el país español (quebrado), invierta en Colombia, porque allí no expropian, en una franca alusión a la digna y soberana acción de Argentina y a las políticas nacionalistas de Venezuela. Ciertamente que esas míseras palabras tienen otra connotación.


Allí, se cayó la mascara del traidor santanderista oligarca colombiano. No creo que existan personas normales, que vayan a pensar que un criminal insensible como Santos  va a cambiar su mentalidad nazi–fascista, porque lo picó un zancudo.  Si a eso sumamos los permanentes viajes de altos mandos militares yanquis a Colombia, los movimientos del servicio secreto judío (MOSSAD), del ministro de defensa del estado criminal, paria e ilegal sionista de Israel. De su primer ministro. El suministro de armas de ultima tecnología, bajo la excusa del Plan Colombia en su nueva versión. El desespero por aniquilar a como de lugar a las guerrillas (FARC–ELN), la cacería descarada de dirigentes sociales, comunitarios, sindicalistas, estudiantiles, la criminalización de las protestas. Todo apunta a desmovilizar y neutralizar toda acción de resistencia dentro de Colombia, para emprender la parte secundaria del plan de agredir a Venezuela. No podemos olvidar que nuestro país, está sembrado de paramilitares, que bajo el pretexto de la pacificación en Colombia, fueron desmovilizados allá, para infiltrarlos en nuestro país y ya están en los barrios de las grandes ciudades y hasta en pueblos y caseríos del interior. Esa es una de las causas del incremento de la inseguridad en Venezuela.  Si no lo creen, solo vean las estadísticas de delitos en Venezuela y sus crudezas, a partir de la fulana desmovilización en Colombia.

El plan está claro. El aplique del formato Libia, es muy factible en Venezuela. ¿Creen que con unos asesinos armados en sitios claves, el pueblo se podrá movilizar como lo hizo el 12, 13, y 14 de abril del 2002?  No compañeros y camaradas. Ellos aprendieron la lección y ya pusieron correctivos. Los asesinos paracos, servirán de muro de contención contra el pueblo. Creo es corto el tiempo para organizar una estrategia militar popular, con la milicia a la cabeza, para establecer  un  proceso de emergencia, rápido, de armar un frente contra ese narco plan. Los barrios y pueblos del país se deben organizar en frentes populares de batalla, con una logística y estrategia coordinada, que permita neutralizar al enemigo. ¡Ahh! Me olvidaba, esos paramilitares ya adiestraron a delincuentes venezolanos para el plan. La crueldad de los delitos y crímenes que se cometen ahora, así lo delatan.   

Encima de eso, se producen muertes sin causales reales, algo así como la prueba del sicariato, que para poder ser parte del clan, debe matar a una persona cualquiera sin remordimiento. Entonces algún inocente, en el lugar inadecuado, es asesinado sin más motivo que pasar una prueba de sanguinario sin conciencia.  

De todo lo antes descrito, Santos tiene injerencia, se los garantizo. Y detrás de él están los asesinos yanquis e israelitas.  Se los juro que es así. Éllos necesitan la garantía de las fuentes de energía de Venezuela, antes de dar el coñazo en Irán.
  
(*) Abogado Bolivariano


Facebook: Javier Del Valle Monagas  

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