martes, 12 de julio de 2011

El fútbol como droga que idiotiza, hace olvidar la explotación, la miseria y el hambre

El fútbol como droga que idiotiza, hace olvidar la explotación, la miseria y el hambre
Pedro Echeverría V.


El fútbol es el deporte más importante por la enajenación que produce, el número de practicantes, su promoción en los medios, la acumulación de capital, así como por su vinculación con el poder público y empresarial.


1. “Con vítores, agitar de banderas y de manos, publica La Jornada, una multitud copó los diversos puentes peatonales (de la ciudad de México) que atraviesan el Periférico rumbo a Paseo de la Reforma, para sumarse a los festejos y saludar a la gloriosa tripulación del turibús que llevó a la selección Sub-17, campeona del mundo, al lugar donde se desbordan las pasiones: el Ángel de la Independencia. El sentimiento exaltado de nacionalismo triunfal arrancó algunos gritos de “¡a güeeevo!” y “¡somos chingones!”, de gente que se arriesgó entre las decenas de motociclistas que abrían paso a la caravana, mientras desde balcones, banquetas y diversos negocios algunas personas enfocaban sus cámaras fotográficas y celulares para captar imágenes de los jóvenes”. Obviamente no pudo faltar la felicitación y la entrevista con el presidente ilegítimo Calderón que se montó en los actos.



2. Ya “en el Ángel de la Independencia la romería tuvo su esplendor con infinidad de flashazos, gritos histéricos, el lance de playeras hacia los campeones, quienes las devolvían autografiadas, y el infaltable baño de espuma artificial. Se vendió de todo: banderas, trompetas, playeras con la palabra “campeones”, vendajes del tipo usado por Julio Gómez, llaveros, tazas, coronas de cartón, nieves, botellas de agua... Tampoco aquí faltó el Cielito lindo, entonado por grupos de jóvenes”. No se cómo viven los pueblos estos triunfos en Alemania, Inglaterra o los EEUU, pero en los países latinos se enloquece a la afición, se olvida todo y el nacionalismo pasional nubla cualquier pensamiento. Ante el dominio de la ideología individualista dominante en la cotidianeidad capitalista, quizá estos tumultos pasionales representen la oportunidad de expresar la única brutalmente profunda alegría colectiva.


3. El pueblo mexicano vive de emociones y más o menos así es el mundo; por eso en la historia antigua se habló del “pan y del circo” para tener entretenida y controlada a la población mientras las clases dominantes acumulan riquezas. Así como hoy los muchos campeonatos de fútbol, las permanentes visitas papales, las festividades u homenajes a artistas, movilizan a millones de personas, en la antigüedad -para hacer que los esclavos produzcan más y evitar que se rebelen, como lo hizo Espartaco- inventaban cualquier número de festividades en los momentos que el descontento se extendía más. Los emperadores hicieron del martirio de hombres y mujeres una diversión para el pueblo romano. Cristianos y rebeldes de aquellos tiempos eran conducidos al coliseo, donde las fieras se encargaban de destriparlos ante el asombro y pesadumbre; luego el público irrumpía en aplausos o carcajadas cada vez que un hombre o mártir era devorado por los leones.


4. En el capitalismo no hay esclavistas y esclavos, sino capitalistas y obreros o empleados que cubren la misma función pero con una cortina de humo donde la explotación y la opresión son más refinadas. Los medios de información: TV, radio, prensa, se han encargado de ponerle un velo a las diferencias de clase para que éstas se escondan o no causen conflictos. Ya no es el circo de los gladiadores, esclavos, leones y toros, sino que el fútbol que de ser un maravilloso deporte como otros muchos, lo han convertido en un gran comercio que produce millones y millones de ganancias a grandes televisoras y demás empresas capitalistas; pero además de servir a los negocios privados, lo más importante es que sirve a un sistema de dominación que ha servido para enajenar y apaciguar a las masas. Y el 90 por ciento de los fanáticos del fútbol son los más explotados y miserables, pero así con el deporte le dan salida a sus frustraciones.


5. En México la enajenación al fútbol es brutal porque además es un negocio directo de Televisa y otros poderosísimos empresarios. A través del fútbol las televisoras obtienen miles de millones de pesos de ganancias. No hay noticiero de TV o radio donde no se den noticias del fútbol. Preguntaba alguien hace unos días: ¿Por qué así como se aconseja a cualquiera hacer deporte no se aconseja a las personas y deportistas que lean? En otra ocasión escuchaba un reclamo: ¿Por qué anuncian deportes y sólo hablan de fútbol? La realidad es que es pura ideología: han hecho muy popular al fútbol porque produce mucho dinero y al mismo tiempo es muy efectivo para producir enajenación para las masas más humildes. Noticia de Suiza: La Copa del Mundo de 2010 ya está vendida y la FIFA espera generar unos 3 200 millones de dólares antes de su inicio. La UEFA tuvo ganancias de unos 400 millones de dólares de la Eurocopa de este año y la Liga de Campeones tendrá ingresos de unos 1 115 millones esta temporada. Y Así hasta el infinito


6. El fútbol, el deporte más popular del país, se ha convertido en una inagotable fuente de ingresos de las dos compañías de televisión (Televisa y TV Azteca). El monto de los recursos que cada año se mueven por la comercialización de este deporte es gigantesco. Los clubes de la primera división profesional y la propia Federación Mexicana de Fútbol, la asociación que establece las reglas y rige el desarrollo de este deporte en el país" se han rehusado a dar informes sobre las ganancias que recaudan los cuadros profesionales de fútbol. Sin embargo se estima que cada año, cuando se disputan dos torneos de la primera división profesional, el mercado de publicidad durante la transmisión por televisión de los juegos genera –según La Jornada- una facturación, en 1999, de 500 millones de dólares, que convierten a la actividad en uno de los principales canales de promoción de marcas comerciales en el país


7. Por eso se dice que el pueblo mexicano es fanático del fútbol, pero se silencia a propósito, que [por] los medios ideológicos así ha sido hecho por conveniencia propia. ¿Cómo carajo no va a ser un fanático dispuesto a matar, y hasta suicidarse por el fútbol, si así lo ha hecho la TV, la radio y demás medios que sólo han estado interesados en ganar dinero? Si las 24 horas del día sólo se comenta de fútbol, de droga, asaltos, novelas, religión, individualismo, y no se le da otras alternativas que le enriquezcan el pensamiento, la población seguirá refugiándose en su religión, en su fanatismo por ser las únicas formas de salir a la luz del día. El fanatismo futbolero, los festejos de triunfos en El Angel, la idealización de los jugadores son manifestaciones de los sectores más humildes y limitados que con ello buscan identificarse en la colectividad. Entre tanto son usados como fanáticos que pueden ser manipulados como le venga en gana a las clases dominantes.





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