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lunes, 16 de julio de 2012

SICA: Metas, Retos y Desafíos para la Región

SICA: Metas, Retos y Desafíos para la Región
Manuel Salvador Espinoza J.


A partir de este mes, Nicaragua pasó a ocupar la presidencia pro-tempore (PPT) del Sistema de Integración Centro Americana conocido por sus iniciales como SICA. Ello constituye una excelente oportunidad para que Nicaragua se destaque en el grado de aportación histórica que pueda heredar a este organismo regional.


Debe reconocerse que existen temas muy importantes, dentro de la agenda regional, a los cuales se les viene dando seguimiento y procurando su avance desde hace ya varios años, podríamos destacar algunos como regulaciones aduaneras, lucha contra el crimen organizado internacional,  ratificación del acuerdo de asociación con Europa y muchos otros más. 

Pero existen temas mayores que, realmente, constituyen un reto y desafío no sólo para la región en su conjunto, sino  para el mismo SICA que, a través de nuestra diplomacia multilateral y con base en nuestra agenda de política exterior, puedan convertir ese reto en metas y logros históricos indiscutibles para el resto de países del área que se hagan  posible alcanzar, precisamente por el empeño que Nicaragua le imprima al quehacer de este organismo centroamericano. Máxime si se tiene conciencia de algo que no es secreto para nadie, a saber, que el Sistema de Integración de Centroamérica esta muy dividido, hecho que habla por sí mismo.

Un ejemplo de esto es la falta de presencia de todos los países centroamericanos en la Corte de Justicia Centroamericana (CCJ). Panamá, Costa Rica y Guatemala no han incorporado a sus magistrados en esta corte. Guatemala apenas ha anunciado que los está escogiendo. 

Lo anterior es sumamente importante, pues las diferencias en la zona del Río San Juan entre Nicaragua y Costa Rica, más que generar simpatías hacia los gobernantes de esta última, ha profundizado la apatía entre los ciudadanos de la misma hacia sus gobernantes alcanzando niveles muy marcados y, por el lado de Nicaragua, representa, de algún modo, un distractor de sus planes de desarrollo en tanto que debe hacer esfuerzos mayúsculos en la arena internacional en aras de demostrar que la razón jurídica e histórica está por entero de su parte. 

Costa Rica y Nicaragua son, así, dos  países que se enfrentan en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) con sede en la Haya. La posición hostil de Costa Rica se expresa de diversas formas: al no enviar hasta ahora a un embajador a nuestro país; al poner en práctica una política violenta y dañina -aunque soberana- de construir una carretera ciertamente sobre su territorio, pero paralela  a la ribera sur del San Juan, patrimonio entero de nuestro país, provocando daños irreversibles a éste y al eco sistema de la zona; al rehusarse a aceptar el fallo de la Corte Centroamericana de Justicia (órgano del SICA) en su contra por los daños ambientales ocasionados por la construcción de dicha carretera. 

La actitud de Costa Rica de rechazar el fallo de  la CCJ por no estar suscrita a ésta y la contradicción que se discute entre juristas en torno a si  las resoluciones de dicha corte son o no obligatorias para ella por  ser firmante del SICA, así como la intención de Costa Rica de recurrir a subterfugios legales para ganarle la partida jurídica a Nicaragua, son también expresiones del conflicto gratuito que la nación vecina genera en sus relaciones con la nuestra. En principio, sus medios anunciaron que Costa Rica no asistiría ni participaría en las diversas reuniones y actividades del SICA mientras nuestro país tenga la presidencia pro-tempore del mismo. Y a saber qué  “otras iniciativas” tome el país vecino para más que propiciar la integración regional, genere por el contrario una mayor desunión entre nuestros países.  

Lo que concierne a la construcción de un canal interoceánico en Nicaragua, más que verse como una ampliación de capacidades regionales, ha generado reacciones adversas no solo en Costa Rica, sino también en Panamá. En fin se dice “para muestra, un botón”, pero lo que sucede en la región trascendió ya el tamaño de ese botón. 


En consecuencia, le corresponde a Nicaragua, en el marco de su política exterior, la elaboración y puesta en marcha de una estrategia que se esfuerce lo mayormente posible para contribuir al logro de una verdadera integración regional y la consolidación del SICA y de todos sus órganos. Consecuentemente, ojala que Nicaragua pueda contribuir desde la presidencia de este organismo regional a empujar la superación de las posiciones hostiles e irracionales en contra de los intereses de los pueblos de la región. 

La voluntad de paz, de amistad y las acciones en pro de ello, nuestra visión de futuro como país y  en aras del desarrollo regional a contrapelo de un mundo de competitividad global y, sobre todo, en crisis, son parte de la base de acción de nuestra  política exterior. Por eso, sin olvidar los temas existentes y ya encaminados en el SICA, le corresponde al Gobierno de Reconstrucción y Unidad Nacional (GRUN) desplegar verdaderas iniciativas que contribuyan decididamente a la integración de Centroamérica.


*Msc. Manuel Salvador Espinoza J.

Presidente Ejecutivo 
Centro Regional de Estudios Internacionales (CREI)

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