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miércoles, 6 de julio de 2011

La Batalla de Moscú

 La Batalla de Moscú

Dizdira Zalatkin
 

Moscú, Berlín. Dizdira Zalatkin. | 6 julio de 2011

 

Hace 70 años y unos pocos días comenzó la invasión de la URSS por parte de una coalición de fascistas liderada por el III Reich. La mayor ofensiva militar de la historia movilizó a seis millones de efectivos y millares de tanques y aviones con un objetivo muy claro: acabar con la amenaza que suponía la URSS, que avanzaba a pasos agigantados para extender el modelo económico socialista por todo el mundo.


La repugnante tergiversación histórica que el cine norteamericano y libros de divulgación como los best sellers de Antony Beevor han logrado convertir en verdad incuestionable, nos habla de un tipo lunático llamado Hitler que pensaba que los eslavos son una raza inferior que sobra en el mundo. Según esta explicación, este loco habría sido capaz de movilizar los recursos humanos y económicos de media Europa (incluídos países con razas inferiores, como Italia, España, Eslovaquia y Rumanía) para conseguir su fin racista, tan criminal como estúpido. Lejos de explicaciones para niños, en las que siempre tiene que haber un malo muy malo que es malo sin motivo, o por motivos estúpidos, un análisis serio de las causas de la invasión de la URSS deja claro que los grandes magnates que financiaban y apoyaban a Hitler solo pretendían acabar de una vez por todas con lo único que de veras ha amenazado seriamente al sistema capitalista desde que éste se ha adueñado del mundo: la URSS de Stalin.

 
Estaba previsto que semejante maquinaria de guerra acabase con la amenaza comunista en seis semanas. La URSS se hallaba todavía recuperándose de la inmensa catástrofe nacional que supuso la Guerra Civil, el primer intento serio de acabar con el comunismo desde dentro, impulsado y apoyado por las potencias capitalistas. Éste sería el segundo. Los aviones y tanques sovieticos eran netamente inferiores en calidad y cantidad a los alemanes y, además, éstos contaban con el factor sorpresa de un ataque en el marco de un pacto de no agresión. Que Hitler y sus financiadores prefiriesen lanzar semejante ataque contra la URSS y abrir la guerra en dos frentes en vez de rematar a Inglaterra y adueñarse así de toda Europa nos da muestras de cuál era su objetivo prioritario.


El cine de los EEUU sobre la Segunda Guerra Mundial -especialmente el de los últimos años- resulta casi invariablemente denigrante para los millones de personas que lucharon para librar a la URSS -y al mundo- de los nazis. Nos los presentan como obligados por sus tíranicos jefes a desarrollar ataques suicidas. Pero no solo el cine. Leamos esta basura que aparece en Wikipedia y que parece escrita por el propio Goebbels:


"Desde el primer día de la invasión, las tropas alemanas habían recibido en muchos pueblos soviéticos (especialmente en el Báltico, Bielorrusia y Ucrania) la bienvenida de multitudes entusiastas que los contemplaban como libertadores de la opresión otrora del zarismo y entonces del bolchevismo."


"Stalin, por su parte, abandonó astutamente su imagen intimidatoria que se había forjado durante la Gran Purga y apeló directamente a los civiles soviéticos llamándolos "hermanos y hermanas", en sus discursos radiados, para mantenerlos unidos. Asqueados por la brutalidad alemana e inspirados por la propaganda que invocaba al nacionalismo soviético en oposición a la amenaza germana (y ya no a la simple adhesión ideológica al régimen), los civiles de la URSS se unieron a Stalin. Tanto alemanes como rusos trataban brutalmente a sus prisioneros, dejándolos morir de hambre (hasta se registraban casos de canibalismo), o directamente fusilándolos."


En resumen: que los rusos preferían a los nazis antes que a los bolcheviques, pero Stalin los engañó gracias a la propaganda. Y que conste que tanto rusos como alemanes trataban brutalmente a sus prisioneros. Qué maravillosa neutralidad y objetividad, la de Wikipedia.


 
Pero rebuscando entre las ruinas del bombardeo mediático masivo todavía se encuentran joyas como la película Bitva za Moscvu "La Batalla por Moscú", una obra tan bella, documentada, seria y emotiva que nos hace preguntarnos ¿cómo es posible que todo el mundo haya visto la porquería de "Salvar al soldado Ryan" pero casi nadie haya oído hablar de esta maravillosa muestra de cine bélico? La respuesta es muy sencilla: el cine soviético es ideológicamente peligroso.

 
Pero es que, con independencia de la ideología política que se tenga, hace falta estar muy acostumbrado a consumir basura cinematográfica para no detectar inmediatamente que éste era un cine dirigido a un público por el que se tenía respeto, estético, ético e intelectual.


Si os animáis a verla, a lo largo de sus cinco horas de metraje, Bitva za Moskvu os mostrará, entre otras muchas cosas, el sacrificio de millones de héroes anónimos para librar al mundo del fascismo y, en concreto el de algunos de los muchos personajes individuales que desfilan en este inmenso film: el tenaz y astuto general Zukhov, corriendo de un frente a otro; el frío y calculador Stalin, imperturbable fumando su pipa mientras el mundo parecia desmoronarse a su alrededor; el espía Richard Sorge, que consiguió pasar a Stalin la vital información de que Japón no atacaría hasta 1942, lo que permitió desplazar tropas desde Siberia; el general de aviación Kopets, héroe de la Guerra Civil española, que se suicidó cuando todos sus aviones fueron destruídos por la incompetencia de su superior; el General Románov y su 127 división de infantería, que logró retener a los tanques nazis a las orillas del Dnieper; el mayor Gavrilov, el último defensor de la fortaleza de Brest; el infatigable general Petrovski y muchos otros.

 
La película puede encontrarse completa y subtitulada en YouTube.

 
En fin: una magnífica superproducción soviética de 1985. Faltaban apenas unos años para que los ciudadanos de la URSS cayeran en la cuenta de que sus padres y abuelos no habían muerto por culpa de los nazis, sino de Stalin y que no fueron héroes, sino peleles manejados por la criminal ideología comunista.


Viendo en lo que se han convertido hoy Rusia y los países socialistas, es legítimo pensar si tantas vidas y tanto heroísmo han servido para algo. Yo, que creo en Dios, pienso que sí.

 
http://www.radiolaprimerisima.com/noticias/general/101806/batalla-moscu

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