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miércoles, 25 de mayo de 2016

CELEBRAR A LA MADRE TRABAJADORA Y CONSECUENTE, Y A TODA MADRE DIGNA, SIN OLOR A CONSUMISMO

CELEBRAR A LA MADRE TRABAJADORA Y CONSECUENTE, Y A TODA MADRE DIGNA, SIN OLOR A CONSUMISMO
Manuel Moncada Fonseca


Para cualquier caso que sea, el festejo de un día determinado, es la justificación para el maltrato por el resto del año.

Definir cuándo corresponde la primavera depende de los hemisferios. Comienza en marzo en el hemisferio norte; en septiembre, en el sur. Mayo es parte de su ámbito. 

Mas, cuando de la madre se trata, biológica o no, cualquier época del año es propicia para saludarla y festejarla en cualquier rincón del orbe, nuestra común habitación. Pese a ser inmensamente explotada, vive pletórica de amor por sus hijos, propios y ajenos. Sencillamente, ama al prójimo en el más amplio sentido de la palabra. 

No hay un día especial para reconocerle su valía, su abnegación, su heroísmo en soledad, la multiplicidad de su trabajo, dentro o fuera de casa. 

Y mientras no se acepte que a la madre se le debe reconocer cada día; cada semana, mes y la traslación entera de la Tierra alrededor del Sol, el festejo de un día para ella tendrá indudable sabor a comercio, ese que se apropia de todo y lo vuelva vano, mercancía, cara o barata. 

Igual pasa con festejos como el del 8 de Marzo, el 1ero de Mayo -fiestas proletarias, comunistas, anarquistas- y con la celebración de la Natividad, una fiesta de muchos millones de devotos en el orbe, con cuya fe se juega vilmente. 

Rescatemos las fiestas de los pueblos y hagamos que estén presentes a todo lo largo del año. De lo contrario, seguiremos rindiendo pleitesía a la perversidad consumista que tanto nos consume, no un día, sino de modo permanente. 

Junto al amor a la madre propia -presente o físicamente ausente-, toda época del año, cada estación del mismo, todos los segundos, minutos, horas, días, semanas, meses, años, décadas, centurias, milenios, le debemos tributo eterno, a la Pacha Mama, la que nos brinda las semillas, los frutos, la materia prima que la productora directa, junto a los suyos, sabe multiplicar y modificar de mil y una manera...

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