Portada de antigua versión de Revista Libre Pensamiento

sábado, 31 de octubre de 2015

El 1% más rico tiene el 50% de la riqueza mundial

Las noticias más censuradas 2014-2015 (01)

El 1% más rico tiene el 50% de la riqueza mundial


Proyecto Censurado

El 1% más rico de la población mundial ya posee tanta riqueza como el 99% restante combinado, según la proyección para 2016 de un estudio difundido en enero 2015 por Oxfam, una organización internacional sin fines de lucro que tiene como objetivo eliminar la pobreza.

Este informe fue ignorado y/o tergiversado por los grandes medios, que casualmente también pertenecen al 1%, también propietario del aparato mundial de información, entretenimiento y grandes negocios de lavado de cerebro universal. Algunas estaciones de televisión difundieron noticias del informe, pero fragmentadas y/o tergiversadas y en un horario poco amistoso, entre la 1:00 y las 4:00 de la madrugada, cuando hay escasos televidentes frente a las pantallas. Proyecto Censurado indagó en la cobertura de los medios independientes y alternativos como Guardian, Take Part y las propias páginas web de la ong Oxfam.

Para esta organización, la desigualdad extrema no es inevitable, pero en los hechos resulta de decisiones políticas y económicas establecidas y mantenidas por la élite del poder, los individuos ricos, cuya poderosa influencia mantiene el status quo amañado a su favor.

Junto con entregar las últimas cifras sobre desigualdad económica global y sus consecuencias, el estudio de Oxfam esbozó un plan de nueve puntos que los gobiernos podrían aplicar a la hora de establecer nuevas políticas para hacer frente a la pobreza y la desigualdad económica.

La proporción de la riqueza mundial que pertenece al 1% aumentó del 44% en 2009 al 48% en 2014 y se prevé que alcance el 50% en 2016. En octubre de 2014, el informe previo de Oxfam “Iguales: acabemos con la desigualdad extrema. Es hora de cambiar las reglas” reveló que el número de multimillonarios en todo el mundo se había más que duplicado desde la crisis financiera de 2009. Eso muestra que los de arriba se han recuperado rápidamente, en tanto la gran mayoría de la población mundial está lejos de cosechar beneficios de cualquier recuperación económica reciente. Aún más asombroso es que las 85 personas más ricas del mundo tengan ahora los mismos haberes que la población más pobre de la mitad del mundo. "El fracaso para hacer frente a la desigualdad dejará atrapados innecesariamente en la pobreza cientos de millones", advirtieron los autores del informe.

A través de sus informes y la campaña "Iguales", Oxfam describe nueve acciones específicas para abordar la desigualdad económica:

1. Hacer que los gobiernos trabajen para los ciudadanos y hagan frente a la desigualdad extrema.

2. Fomentar la igualdad económica y los derechos de las mujeres.

3. Pagar a los trabajadores un salario digno y reducir las diferencias con las desorbitadas remuneraciones de los ejecutivos.

4. Distribuir la carga tributaria de forma justa y equitativa.

5. Subsanar los vacíos legales en la fiscalidad internacional y las deficiencias en su gobernanza.

6. Lograr servicios públicos gratuitos universales para todas las personas en 2020.

7. Modificar el sistema mundial de investigación y desarrollo (I+D) y de fijación de los precios de los medicamentos para garantizar su acceso a todas las personas.

8. Establecer una base de protección social universal.

9. Destinar la financiación para el desarrollo a la reducción de la desigualdad y la pobreza, y fortalecer el pacto entre la ciudadanía y sus Gobiernos.

Oxfam calcula que un gravamen a los multimillonarios de sólo 1,5 por ciento de su riqueza podría recaudar $ 74 mil millones de dólares al año, suficientes para llenar los vacíos presupuestarios anuales necesarios para que todos los niños vayan a la escuela y se presten servicios de salud en los países más pobres del mundo.

La cobertura corporativa de los informes Oxfam de octubre 2014 y enero 2015 fue mínima en cantidad y problemática en calidad, concluyó Proyecto Censurado. Algunas grandes cadenas de televisión corporativas, como CNN, CBS, MSNBC, ABC, FOX y C-SPAN cubrieron el informe de enero de Oxfam, según la TV News Archive. CNN ofreció la mayor cobertura con aproximadamente siete segmentos transmitidos del 19 al 25 de enero 2015. Sin embargo, estas noticias se difundieron entre las 2:00 y 3:00 de la madrugada, lejos del horario estelar. Otra cobertura que se centró en el empuje de Obama a la reforma fiscal apareció cuatro veces en segmentos de CBS y MSNBC transmitidos el 20 y 21 de enero 2015 entre la 1:00 y las 4:00 de la madrugada, con la excepción de una historia de MSNBC, emitida exactamente a las 12 de la medianoche del 19 de febrero 2015. ABC cubrió la historia una vez, el 19 de enero 2015. FOX también la cubrió una vez, el 19 de enero 2015, pero cuestionando los motivos de Oxfam para liberar el informe justo antes del Foro Económico Mundial que reúne anualmente a una buena parte del 1% en Davos, Suiza.

La revista estadounidense Forbes, especializada en el tema de las grandes fortunas, fue consistentemente crítica en su cobertura de los dos informes de Oxfam. Por ejemplo, su columnista Tim Worstall resumió en estos términos su comentario sobre el informe Oxfam de octubre 2014: "Los últimos 40 años de fundamentalismo de mercado han dado lugar a la mayor reducción en la pobreza absoluta en la historia de la raza humana. Oxfam, una organización benéfica que pretende estar preocupada por la pobreza absoluta, por lo tanto, insiste en que hay que revertir el fundamentalismo de mercado". La cobertura Forbes posterior a la emisión del informe de enero fue, si cabe, aún más desdeñosa. USA Today cubrió el informe Oxfam de enero, pero sin mencionar ninguna de las soluciones propuestas por la organización para reducir la espiral de la desigualdad.

En resumen, gran parte de la cobertura de noticias corporativas fue breve, se transmitió a horas intempestivas (ya sea por la noche o temprano en la madrugada, cuando no hay muchas personas viendo televisión), cuestionaron el informe y / o se centraron en las reformas fiscales de Obama en lugar de informar sobre los contenidos del documento de Oxfam. En contraste con la cobertura de noticias independientes, ninguna de las historias televisadas abordó detalles de los informes de Oxfam, como el plan de nueve puntos de la organización. Los estudios de Oxfam recibieron un mejor tratamiento en la cobertura de la prensa internacional.

Ernesto Carmona, periodista y escritor chileno, jurado internacional de Proyecto Censurado

Fuentes:

Larry Elliott and Ed Pilkington, “New Oxfam Report Says Half of Global Wealth Held by the 1%,” Guardian, January 19, 2015, http://www.theguardian.com/business/2015/jan/19/global-wealth-oxfam-inequality-davos-economic-summit-switzerland.
Sarah Dransfield, “Number of Billionaires Doubled Since Financial Crisis as Inequality Spirals Out of Control–Oxfam,” Oxfam, October 29, 2014, http://www.oxfam.org.uk/blogs/2014/10/number-of-billionaires-doubled-since-financial-crisis-as-inequality-spirals-out-of-control.
Samantha Cowan, “Every Kid on Earth Could Go to School If the World’s 1,646 Richest People Gave 1.5 Percent,” TakePart, November 3, 2014, http://www.takepart.com/article/2014/11/03/worlds-wealthiest.

Informe Oxfam de enero 2015, en español:

https://www.oxfam.org/sites/www.oxfam.org/files/file_attachments/ib-wealth-having-all-wanting-more-190115-es.pdf

Estudiantes investigadores: Izzy Michaelson (Pitzer College) and Inna Tounkel (Scripps College)

Evaluador académico: Andy Lee Roth (Pomona College)


La revolución individualista emprendedores y sumisos




La revolución individualista emprendedores y sumisos


La revolución neoliberal y sus principios representan el futuro. Es el triunfo del yo individualista frente al nosotros colectivo

Durante los oscuros años de las dictaduras militares en América Latina, altos mandos de las fuerzas armadas vetaron la palabra revolución. Sobre ella recayeron males y pesares. Los revolucionarios fueron torturados, asesinados y se consideraron una excrecencia de la sociedad bien ordenada. En la afiebrada mente de tiranos y asesores, se procedió a erradicar el concepto por decreto. Las anécdotas tragicómicas en un contexto de horror y violación de los derechos humanos han recorrido el mundo. Las bibliotecas públicas fueron objeto de asalto y mutilación. La quema de libros se extendió a cualquier texto cuya portada llevase impresa la palabra revolución. Títulos alusivos a la revolución industrial, científico-técnica, neolítica o copernicana fueron retirados de los anaqueles bajo el asombro de los bibliotecarios.

Ser revolucionario fue sinónimo de indeseable, cuando no, delincuente. La imagen proyectada por la derecha tampoco iba a trasmano. El estereotipo funcionó a la perfección. Los revolucionarios de sexo masculino eran visualizados como seres poco aseados, de pelo largo y sucio, barba y vestimenta paramilitar, y las revolucionarias fueron tildadas de poco femeninas, usar pantalones, promiscuas y con escaso o nulo decoro. Durante los allanamientos no faltaban soldados cuya labor era trasquilar a los detenidos.

Prohibida la palabra, la revolución se convirtió en una categoría maldita, endosándole un significado peyorativo. Tras décadas de ostracismo, el concepto ha sido rehabilitado por quienes la enviaron antes a las mazmorras. La derecha y sus ideólogos le han dado un giro de 180 grados. Al igual que sucedió durante el siglo XVIII, periodo de la Ilustración, su uso está de moda. Reinhart Koselleck, en su texto Futuro pasado relata la idolatría por la revolución que sentían los ilustrados, quienes eran sus íntimos amigos. Todo lo que se consideraba y describía se concebía bajo el punto de vista del cambio y la subversión. La revolución abarcaba costumbres, derecho, religión, economía, países, estados y continentes, incluso el planeta entero.

La burguesía utilizó el concepto e ideario de revolución contra el viejo régimen y se presentó como clase social revolucionaria. Hoy la historia se repite, no sé si como tragedia o farsa. El neoliberalismo reivindica su condición de ideología revolucionaria. Su revolución y su ejército de revolucionarios forman parte de un nuevo tipo de individuos cuyo objetivo consiste en imponer un orden bajo los postulados de la economía de mercado. Lo viejo, lo que debe ser remplazado, una vez derrotado su principal enemigo, el comunismo, alude al estado del bienestar, las políticas sociales redistributivas, el empleo fijo, la sanidad pública y la ciudadanía política. La revolución neoliberal y sus principios representan el futuro. Es el triunfo del yo individualista frente al nosotros colectivo.

Los nuevos revolucionarios son pragmáticos, afectos al consumo, adictos a la adulación y el éxito individual. Su imaginario social los sitúa dentro del sistema. Aprovechan sus recovecos para ganar espacios de poder, aceptan sus normas y se mueven como pez en el agua cuando se trata de hacer negocios y acumular riquezas. Conocen a la perfección las reglas del mercado y compiten hasta la extenuación, llevan el enemigo en su interior, no se ponen límites. Su objetivo, llegar a millonario lo antes posible. Los medios de comunicación social potencian este prototipo de sujeto individualista y revolucionario como ejemplo del triunfo de la economía de mercado y la iniciativa privada dentro del mundo globalizado que nos ha tocado vivir. Mientras, los gobiernos hacen campaña en favor de los emprendedores, nuevos revolucionarios, empoderados y valientes que asumen el riesgo de fracasar. En otras palabras, alientan y magnifican sus proezas.

El perfil del revolucionario neoliberal es un sujeto joven, con iniciativa; osado, sin prejuicios éticos; competitivo, de carácter flexible y moldeable, preocupado por su apariencia exterior, egoísta y con un elevado nivel de autoestima. Capaz de pasar por encima de todo y todos, sólo le interesa lograr su fin. De vocación nihilista rechaza la acción colectiva, el bien común le viene grande o le sobra. Se califican de emprendedores, se consideran sujetos revolucionarios por sus maneras de actuar y pensar y adjetivan de empoderados.

El triunfo cultural del capitalismo ha disuelto los lazos de unión entre ciudadanía política, responsabilidad ética y acción colectiva. Hoy día asistimos a la revolución individualista, al nacimiento de sujetos sumisos que han desarrollado una hiperactividad en torno a las dinámicas de la economía de mercado.

El descontento producto de las desigualdades de clase, la explotación y el dominio, se desplaza de las estructuras de poder al ámbito personal. No hay responsabilidad social, ni causas políticas achacables al sistema. Cada quien tiene que aprovechar sus oportunidades y saber jugar bien sus cartas. Sólo existen las buenas y las malas decisiones personales. El capitalismo estaría libre de polvo y paja. En esta revolución individualista de la era posmoderna, no está permitido establecer una relación entre pobreza, desigualdad social, explotación. Cada quien se empodera y decide su futuro. Una revolución individualista en la cual se proyecta la máxima de los sofistas: El hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en cuanto que son, de las que no son en cuanto no son.

La revolución individualista y su ejército de sumisos y emprendedores reniegan de la lucha social y política; no son una alternativa al orden establecido, más bien constituyen su mejor defensa.

La Jornada

Texto completo en:


viernes, 30 de octubre de 2015

Antonio Espino López, catedrático de Historia Moderna de la Universidad Autónoma de Barcelona: "LOS CONQUISTADORES ESPAÑOLES DE AMÉRICA HOY SERÍAN CONSIDERADOS COMO AUTÉNTICOS PSICÓPATAS"

Antonio Espino López, catedrático de Historia Moderna de la Universidad Autónoma de Barcelona: "LOS CONQUISTADORES ESPAÑOLES DE AMÉRICA HOY SERÍAN CONSIDERADOS COMO AUTÉNTICOS PSICÓPATAS"

Antonio Espino López es  un catedrático de Historia Moderna de la Universidad Autónoma de Barcelona. Además, es autor del libro que lleva por título   'La conquista de América. Una revisión crítica'.  En el libro se relata  la enorme crueldad utilizada  por los españoles durante el proceso de conquista de América.

Espino López asegura en su libro que  en relato sobre la conquista de América siempre se ha tratado de ocultar  lo más  escabroso que hubo en ella. El historiador piensa que comúnmente se tiene la impresión de que la conquista de América por los españoles consistió en una guerra de baja intensidad, en la que no murió un número excesivo de personas, porque fue un proceso rapidísimo. Pero ello no es cierto. La guerra obedeció a un minucioso y procesual  plan de conquista, en el que se utilizaron sistemas organizados de terror y violencia.

El catedrático Espino López explica que siempre le han preocupado los temas relacionados con la historia de la guerra.

"Poco a poco fue surgiendo el interés por explicar mejor a mis alumnos las estrategias y tácticas militares empleadas en la conquista de América y ello me llevó a releer un número importante de Crónicas de Indias. Allí descubrí numerosos testimonios de las técnicas utilizadas para someter a las poblaciones aborígenes, todas ellas basadas en el terror, la crueldad y la violencia extrema. Una realidad muchas veces obviada por otros historiadores"- contesta el historiador en una entrevista realizada por un digital madrileño.

Según Espino López, la conquista de América ha estado mitificada debido a un simple desconocimiento histórico.

"Aquellos que se dedican investigar pueden conocer algunos datos, pueden tener algunas nociones, pero carecen habitualmente de una perspectiva historiográfica del asunto. Y, en buena medida, los culpables somos los historiadores, claro".

En cuanto a qué factores respondía la virulenta violencia utilizada por los conquistadores españoles en América, el profesor Espino dice que si rastrearamos en las personalidades de los personajes que encabezaron aquella conquista, hoy sin duda los consideraríamos como auténticos psicópatas.

"La crueldad responde al modelo que sigue la conquista. No estamos ante un ejército regular sino ante bandas de voluntarios unidos por empresarios militares, a veces mal armados, y que se enfrentaban al dominio de territorios muy grandes y muy hostiles. En sus cabezas estaba el ejemplo de Roma, que aplicó poíticas muy violentas para mantener sus conquistas". Y a ello se emplearon:Yucatán, Chile, Perú, Nueva Granada y Panamá fueron el escenario de episodios escalofriantes ".

 Y añade:

"Una amplia mayoría de los historiadores, hasta hace muy pocos años, apenas se había atrevido a mostrarse crítica con el imperialismo hispano en las Indias, en América. Hay que tener en cuenta que, durante mucho tiempo, se había considerado que mostrarse crítico con las hazañas hispanas era sinónimo de ser un mal español, me atrevería a decir; de hacerle el juego a todos aquellos que habían fomentado la famosa “leyenda negra”.

De acuerdo con la opinión del profesor Espino López, el hecho de que los conquistadores hayan sido mostrados en España como héroes es fruto de la idea generalizada de que los aborígenes ganaron mucho con la invasión de los españoles de sus tierras.

"Por lo tanto, si a la larga resultaron beneficiados, las “molestias” causadas eran asumibles y, en el fondo, poco importantes. Por otro lado, los conquistadores siempre se presentaron a sí mismos como héroes. Sus ejemplos eran los antiguos hacedores de imperios: Alejandro Magno, Julio César… Los intelectuales de la época jugaron un papel importante transformando sobre todo a Hernán Cortés, y en menor medida a Francisco Pizarro en nuevos héroes a la altura de los mencionados. Esa imagen fascinó y convenció a lo largo de los años, sobre todo en un país en el que no hubo grandes héroes”a partir del siglo XVII" .

http://canarias-semanal.org/not/17015/-los-conquistadores-espanoles-de-america-hoy-serian-considerados-como-autenticos-psicopatas-/

El dilema que debemos resolver: ¿El Imperio o la humanidad?


14/10/2015 

El dilema que debemos resolver: ¿El Imperio o la humanidad?

El Imperio estadounidense siempre ha sido un proyecto bipartidista: demócratas y republicanos se han turnado ampliándolo, ensalzándolo, justificándolo

En este extraño momento de la historia, cuando casi cada acción imperial que realiza EEUU sale mal (véase Afganistán, Iraq, Libia, Siria, y Yemen), parece pertinente ofrecer este “lo mejor de” Howard Zinn, una mirada retrospectiva de cómo Zinn nos explicó que el supuesto guardían de la democracia era un Imperio.

* * *

Lo que el aula no me enseñó sobre el Imperio estadounidense

Con un ejército de ocupación guerreando en Iraq y Afganistán, con bases militares y empresas intimidando en cada rincón del planeta, ya casi nadie cuestiona la existencia de un Imperio estadounidense. Por cierto, quienes lo negaban fervientemente se han pasado al abrazo más jactancioso y desvergonzado de la idea.

Sin embargo, la idea misma de que EEUU era un Imperio no se me ocurrió hasta que terminé mi trabajo como bombardero en la Octava Fuerza Aérea británica durante la Segunda Guerra Mundial y regresé a casa. Incluso mientras empezaba a tener dudas sobre la pureza de la “Buena Guerra”, incluso después de haberme horrorizado por Hiroshima y Nagasaki, incluso después de haber bombardeado yo mismo ciudades europeas, todavía no había relacionado todo aquello en el contexto de un “Imperio” estadounidense.

Yo tenía conciencia, como todo el mundo, del Imperio británico y de las otras potencias imperiales europeas, pero EEUU no era visto de la misma manera. Cuando, después de la guerra, me acogí a la Ley de Derechos del Veterano y fui a la universidad donde cursé Historia de EEUU, me acostumbré a encontrar un capítulo en los textos de historia que se llamaba “La era del Imperialismo”. Se refería invariablemente a la guerra de 1898 librada entre España y EEUU y la subsiguiente conquista de las islas Filipinas. Daba la impresión de que el Imperialismo estadounidense había durado unos pocos años. No había un punto de vista global sobre la expansión de EEUU que pudiera llevar a la idea de un imperio de ámbito mundial ni de un periodo “imperial”.

Recuerdo el mapa en el aula (titulado “Expansión hacia el oeste”) que mostraba la marcha a través del continente como si fuese un fenómeno natural, casi biológico. Aquella enorme adquisición de tierra llamada “La compra de Louisiana”, que insinuaba la adquisición de un territorio que era cualquier cosa menos desocupado. Era una insensatez: ese territorio, por entonces ocupado por cientos de tribus indias que debían ser aniquiladas o expulsadas –lo que ahora llamamos “limpieza étnica”– para que los blancos pudieran colonizar la tierra y más tarde los ferrocarriles pudiesen cruzarla en uno y otro sentido presagiando así la “civilización” y sus brutales procedimientos.

Ni las discusiones sobre la “democracia jacksoniana” en las clases de historia ni el libro tan popular de Arthur Schlesinger hijo, The Age of Jackson, me dijeron algo sobre el “Sendero de las lágrimas”, la letal marcha forzada de “las cinco tribus civilizadas” en dirección al oeste desde Georgia y Alabama atravesando Mississippi, que dejó 4.000 muertos tras ella. Ningún texto sobre la Guerra Civil mencionaba la masacre de Sand Creek, en la que se asesinó a centenares de pobladores indígenas, justo cuando la administración Lincoln proclamaba la “emancipación” de los negros.

El mapa del aula también mostraba una porción del territorio del sur que estaba rotulada como “Cesión mexicana”. Se trataba de un práctico eufemismo para referirse a la agresión bélica contra México en 1846, en la que EEUU se apoderó de la mitad del territorio de ese país: California y el gran Suroeste. La expresión “Destino manifiesto”, utilizada por aquellos tiempos, naturalmente pronto se convirtió en algo de ámbito universal. En 1898, en vísperas de la guerra España-EEUU, Washington Post vislumbraba más allá de Cuba; “Nos enfrentamos a un extraño destino. El sabor del Imperio está en la boca del pueblo como lo está el sabor de la sangre en la jungla”.

La violenta marcha a través del continente, e incluso la invasión de Cuba, parecían estar en el interior de la esfera de los intereses naturales de EEUU. Después de todo, ¿acaso la Doctrina Monroe no había declarado en 1823 que el hemisferio occidental estaba bajo nuestra protección? Sin embargo, con apenas alguna pausa después de Cuba, fue la invasión de las Filipinas, casi en el otro lado del mundo. En ese momento, la palabra “imperialismo” parecía la más adecuada para las acciones de EEUU. Ciertamente, esa larga y cruel guerra –tratada veloz y superficialmente en los libros de historia– propició la Liga Anti-Imperialista, en la que tanto William James como Mark Twain fueron figuras prominentes. Pero tampoco fue esto algo que yo aprendiera en la universidad.

La “Única Superpotencia” sale a la luz

No obstante, leyendo fuera del aula empecé a encajar las piezas de la historia en un mosaico más amplio. Lo que en la década que precedió a la Primera Guerra Mundial al principio pareció algo así como una política exterior completamente pasiva ahora ese momento aparecía como una sucesión de intervenciones violentas: el expolio de la Zona del Canal de Panamá a Colombia, el bombardeo de la costa de México, el despacho de la infantería de marina a casi todos los países de Centroamérica, el envío de ejércitos de ocupación a Haití y la República Dominicana. Como el muy condecorado general Smedley Butler, que participó en muchas de esas intervenciones, escribió más tarde: “Fui un mandadero de Wall Street”.

En el mismo momento en que yo estaba aprendiendo esta historia –los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial– EEUU se estaba convirtiendo no ya solo en otra potencia imperial más sino en la principal superpotencia del mundo. Resuelta a retener y ampliar su monopolio del arma nuclear, se estaba adueñando de remotas islas en el Pacífico, obligando a sus habitantes a que las abandonaran y haciendo de esas islas un letal patio de juegos para nuevos ensayos atómicos.

En sus memorias, No Place to Hide, el doctor David Bradley, que controló los niveles de radiación en esas pruebas, hizo una descripción de lo que habían dejado atrás los equipos de encargados de los ensayos cuando regresaron a casa: “Radiactividad, contaminación, una isla de Bikini destruida y la mirada triste de los pacientes exiliados”. Después de unos años, a los ensayos en el Pacífico les siguieron más pruebas en los desiertos de Utah y Nevada; en total, más de un millar de ensayos.

Cuando en 1950 empezó la guerra de Corea, yo todavía estaba estudiando historia como graduado en la Universidad de Columbia. Nada de lo que ocurría en clase me preparaba para entender la política estadounidense en Asia. Pero leía el semanario I.F. Stone’s Weekly. Stone era uno de los pocos periodistas que cuestionaba la justificación oficial del envío de un ejército a Corea.

Entonces, a mí me parecía claro que no era la invasión de Corea del Sur por parte de Corea del Norte lo que provocaba la intervención de EEUU, sino el deseo que este país tenía de establecer un sólido punto de apoyo en el continente asiático, sobre todo desde que los comunistas se habían hecho con el poder en China.

Años más tarde, mientras la intervención encubierta en Vietnam crecía hasta convertirse en una enorme y brutal operación bélica, los designios imperiales de EEUU se hicieron más claros para mí. En 1967, escribí un librito llamado Vietnam: The Logic of Whithdrawal. Para entonces, yo ya estaba muy involucrado en el movimiento contra la guerra.

Cuando leí las 100 páginas de los Papeles del Pentágono*, que Daniel Ellsberg me había encomendado, me sobresalté al conocer los memorandos secretos del Consejo Nacional de Seguridad. En su explicación de los intereses estadounidenses en el Sureste Asiático, los papeles hablaban con claridad meridiana sobre los objetivos de EEUU: “estaño, caucho, petróleo”.

Ciertamente, ni la deserción de soldados en la guerra con México, ni los motines contra la conscripción obligatoria durante la Guerra de Secesión, ni los grupos antiimperialistas en el cambio de siglo, ni la vigorosa oposición a la Primera Guerra Mundial; ningún movimiento contra la guerra en la historia de EEUU alcanzó la magnitud del de la guerra de Vietnam. Al menos una parte de esa oposición se basaba en la comprensión de que estaba en juego algo más que Vietnam, de que la atroz guerra librada en un pequeño país formaba parte de un plan imperial mucho mayor.

Varias intervenciones militares que siguieron a la derrota en Vietnam parecieron reflejar la desesperada necesidad de la superpotencia aún reinante de establecer una dominación de ámbito planetario; incluso después de la caída de su poderoso rival, la Unión Soviética. De ahí la invasión de la isla de Granada en 1982, el bombardeo y asalto de Panamá en 1989, la primera guerra del Golfo en 1991. ¿Fue acaso la toma de Kuwait por parte de Saddam Hussein lo que motivó al abatido George Bush padre o antes bien utilizó él este el acontecimiento como una oportunidad para llevar con firmeza el poder militar estadounidense hacia la codiciada región petrolera de Oriente Medio? Dada la historia de EEUU y su obsesión por el crudo de Oriente Medio mostrada ya en 1945 por Franklin Roosevelt con su tratado con el rey de Arabia Saudí, Abdul Aziz, y en 1953 con el derrocamiento del gobierno democrático de Mossadeq en Irán por parte la CIA, no resulta muy difícil responder a esta pregunta.

Justificación del Imperio

Según el libro The Sorrows of Empire, de Chalmers Johnson, incluso antes del 11S el departamento de Defensa reconoció la existencia de 700 bases militares de EEUU fuera de su territorio.

Desde entonces, con el inicio de la “guerra contra el terrorismo”, se instalaron o ampliaron muchas más bases: en Kyrgyzstán, Afganistán, el desierto de Qatar, el golfo de Omán, el Cuerno de África y en cualquier otro sitio del mundo donde un gobierno complaciente pudiese ser sobornado o coaccionado.

Cuando yo bombardeaba en Alemania, Hungría, Checoslovaquia y Francia durante la Segunda Guerra Mundial, la justificación moral era tan sencilla y clara que estaba más allá de toda discusión: estábamos salvando al mundo del mal del fascismo. Por lo tanto, me quedé estupefacto cuando oí a un artillero de otra tripulación –él y yo teníamos en común que leíamos libros– que decía que él consideraba que aquello era “una guerra imperialista”. Ambos lados, decía, estaban motivados por la ambición de controlar y conquistar. Discutimos bastante pero no llegamos a resolver la cuestión. Irónica y desgraciadamente, poco tiempo después de nuestra discusión el avión de mi camarada fue derribado y él murió en la misión.

En las guerras, siempre hay una diferencia entre la motivación de los soldados y la de los líderes políticos que los envían al combate. Mi motivación, como la de muchos otros, era ingenua respecto de la ambición imperial. Yo estaba ayudando a derrotar al fascismo y a crear un mundo más decente, libre de agresiones, militarismo y racismo.

La motivación del establishment de EEUU, según lo entendía el artillero del que hablo, era de naturaleza diferente. Fue descrita a principios de 1941 por Henry Luce, un multimillonario que era propietario de las revistas Time, Life y Fortune, como la llegada del “Siglo de EEUU”. El tiempo había llegado, decía, para que EEUU “ejerza en el mundo la totalidad del impacto de nuestra influencia, para los propósitos que consideremos adecuados y por los medios que consideremos adecuados”.

Es imposible pedir una declaración de designio imperial más sincera y rotunda. En los últimos años, de ella se han hecho eco los intelectuales al servicio de la administración Bush, pero asegurándonos que esta “influencia” es benevolente, que los “propósitos” –ya sea en la formulación de Luce o en las más recientes– son nobles, que se trata de un “imperialismo iluminado”. Tal como dijo George Bush en su segundo discurso de toma de posesión: “El llamamiento de nuestro tiempo es la extensión de la libertad en todo el mundo”. The New York Times escribió que ese discurso era “sorprendente por su idealismo”.

El Imperio estadounidense siempre ha sido un proyecto bipartidista: demócratas y republicanos se han turnado ampliándolo, ensalzándolo, justificándolo. En 1914 –al año en que EE.UU. bombardeó México–, el presidente Woodrow Wilson les dijo a los graduados de la academia naval que EEUU utilizaba “su armada y su ejército... como instrumentos de civilización, no de agresión”. Y en 2002, Bill Clinton les dijo a los graduados de West Point: “Los valores que habéis aprendido aquí podrán extenderse por todo el país y por todo el mundo”.

Para el pueblo de EEUU, y por cierto para los pueblos de todo el mundo, más pronto que tarde estas proclamas revelan su falsedad. La retórica, a menudo convincente en un primer momento, se convierte pronto en algo abrumador por los horrores que ya no pueden seguir escondiéndose: los cadáveres ensangrentados de Iraq, los miembros desgarrados de los soldados estadounidenses, los millones de familias expulsadas de sus hogar, tanto en Oriente Medio como en el Delta del Mississippi.

¿No han empezado a perder asidero en nuestra mente esas justificaciones imperiales incrustadas en nuestra cultura, que agreden nuestro sentido común –que la guerra es necesaria para la seguridad, que su expansión es fundamental para la civilización–? ¿Habremos llegado acaso a ese punto en la historia en el que estemos preparados a abrazar una nueva manera de vivir en el mundo, en la que la cuestión no sea ampliar nuestro poder militar sino nuestra humanidad?
________________
Nota: *. “Los Pentagon Papers (los Papeles del Pentágono), titulados oficialmente United States - Vietnam Relations, 1945–1967: A Study Prepared by the Department of Defense (Relaciones EEUU - Vietnam, 1945-1967: Un estudio elaborado por el Departamento de Defensa), es el nombre popular de un documento secreto que contiene la historia de la implicación de EEUU en Vietnam entre 1945 y 1967. Los Pentagon Papers empezaron a publicarse en la primera página de The New York Times en 1971” (extraído de Wikipedia por el traductor).
Howard Zinn (1922–2010) fue historiador anarquista, autor de obras de teatro y activista. Escribió A People’s History of the United States (en castellano, La otra historia de los EEUU. Editorial Hiru. Hondarribia, Guipúzcoa, 2005)
TomDispatch. Traducción del inglés para Rebelión de Carlos Riba García. Extractado por La Haine


jueves, 15 de octubre de 2015

HERMANAMIENTO REAL DE LOS SERES HUMANOS: IDEAL POR COMPLETO IRREALIZABLE EN LOS MARCOS DEL CAPITALISMO

HERMANAMIENTO REAL DE LOS SERES HUMANOS: IDEAL POR COMPLETO IRREALIZABLE EN LOS MARCOS DEL CAPITALISMO 
Manuel Moncada Fonseca

Las cosas de este mundo jamás se arreglarán con simples llamados a hermanarnos y amarnos los unos a los otros, soslayando que en él existen contradicciones reales que nacen de injustas relaciones de producción o propiedad, expresadas en la concentración, cada vez mayor, de las riquezas y el poder de adoptar decisiones en pocas manos. 

Desde luego, a los que detentan el poder del estado, convienen los llamados de ese tipo, toda vez que, así, ven reducidas las amenazas a su condición de pudientes. Al oprimido, claro está, ese camino no lo lleva a redimirse. Y encerrarse en una urna de cristal, aún menos. La realidad no es soslayable en sentido alguno porque su existencia es objetiva. 

La lucha por su futuro se le impone, pues, como imperativo de vida más temprano que tarde. Hablamos de lucha de clases, no de algo inocuo. 

Los discursos bonitos que nivelan todo y a todos, son harto engañosos. Y la descripción positivista, es decir, sin explicaciones, ni interpretaciones, equivale a farsa; en el mejor de los casos, a ingenuidad o ignorancia crasa. Nada se explica por sí mismo. Nada ocurre simplemente porque sí. Nada escapa a la ley de la causalidad; es decir a la relación causa-efecto. Realidad y fantasía difieren así de modo abrupto. 

Igualar al rico (enriquecido) y al pobre (empobrecido); al opresor y al oprimido, no es camino de solución ni salvación alguna. Sin una justa redistribución de la riqueza y el poder, todo lo que se diga y haga, será siempre nada o muy poco, demasiado poco; será, si acaso, algo así como confites en el averno.

Omitir las explicaciones de las cosas que aquejan a la humanidad tiene el propósito insano de ocultar las causas de tantas injusticias, guerras, intervenciones, genocidios y destrucción de naciones; de la riqueza de pocos y la pobreza de muchos millones de personas. 

Hay que decirlo, no es la inventiva, ni el emprendimiento, tan pregonados hoy en día, la razón de que los menos vivan con holgura, y los más en la estrechez o carencia extrema. 

De por medio está la explotación del hombre por el hombre, el saqueo y la rapiña, cuyo fundamento real es la propiedad privada sobre los grandes medios de producción.

La pretensión de cambiar las cosas dentro del actual orden existente, es mera quimera. Los estrechos marcos impuestos por el capitalismo, no se prestan a hermanar a los seres humanos puesto que incluso los más avanzados sistemas democráticos que se puedan desarrollar en estos límites, no cuestionan de raíz la razón de los conflictos sociales existentes a escala global y local: la concentración de la riqueza natural y social, así como la del estado, en pocas manos. 

domingo, 11 de octubre de 2015

HIPOCRESÍA, LA TRAMPA MÁS PERNICIOSA DEL MUNDO

Por los siglos de los siglos lo mismo
HIPOCRESÍA, LA TRAMPA MÁS PERNICIOSA DEL MUNDO
Manuel Moncada Fonseca
                                                                      
 “La hipocresía es el colmo de todas las maldades.”
Molière (1622-1673) Comediógrafo francés. [1] 

Abundan las cosas odiosas. Pero nada resulta tan repulsivo como la conducta de quienes visten de ovejas y meten subrepticiamente sus fauces en todo, como si estuvieran predestinados para ello. Probablemente, aquellos que más benevolencia “regalan”, sean, justo, los más dañinos para la humanidad en su conjunto. Porque la hipocresía se presta, mejor que nada, para conducirla por los engañosos caminos de quienes, en público, aparecen como los seres más sonrientes y carismáticos del planeta; mientras solapan el pavoroso cuchillo ideológico que bendice las acciones y las armas más opresoras, inhumanas  y destructivas del orbe.

La hipocresía no es más que “el fingimiento de sentimientos o cualidades diferentes a las que se tienen”; y quien la practica es un comediante [2]. De esta suerte, la sonrisa a flor de piel, los pletóricos gestos amables y el carisma fabricado suelen ser trampas en las que no pocas personas caen. Se trata de poses orientadas a emboscarlas, para manipularlas. Ha habido y, sin duda, hay aún, fuerzas bienintencionadas capaces de conducirnos al infierno; pero lo que acá expresamos no guarda relación alguna con otro derrotero que el de servir, con conocimiento de causa, a las razones más protervas en este “valle de lágrimas”. 

Nos interesa, pues, manifestarnos, así sea de modo modesto, contra esa descomunal hipocresía que hoy encarna una figura en la que millones de personas, de mil formas inducidas, creen, pese a no corresponder, en verdad, a ninguna de sus expectativas reales, ni en el plano material, ni en el espiritual, ni en ningún otro. Indigna, entonces, que se ensalce a quien se sitúa a siglos luz de la práctica del bien común, por mucho que diga hablar en nombre de la más honda esperanza.

Asquea que, escudándose bajo las banderas de la supuesta despolitización y desideologización, este personaje del imperio descalifique a los “zurdos” chilenos y manifieste su grotesco desprecio hacia los seguidores de éstos por expresar, unos y otros,  su indignación por el nombramiento de un viola niño como máximo conductor espiritual en la sufrida patria de Allende, instando a los segundos a que piensen con la cabeza y no se dejen llevar por las narices de los que provocan líos (los “zurdos”) [3].

Suscita animosidad que su verbo embaucador, por más que se revista de profundo idealismo, aspire  a robarse toda bandera libertaria, tratando de desarmar a los que, de verdad, se colocan al lado de los pueblos y sus causas; al grado que una persona de pensamiento crítico, con certera ironía, le llama “adalid de todas las causas sociales”, toda vez que, de hecho, aboga por la desigualdad, la homofobia, la misoginia y muchas formas de odio contra los seres humanos [4].

Repugna que se valga del temor de millones de fieles al castigo, a propósito infundido secularmente, en función de mantener incólume su auto endosada infalibilidad y su poder sobre ellos. No en vano los periódicos del mundo entero replican sus palabras, haciéndolo ver, como si, de pronto, se tratara del “gran activista por los derechos” en general [5].

Abomina que se pronuncie contra la pobreza, externando su “asombro” ante lo que llama un grito de “hoy” [6], como si estuviera hablando de algo nuevo, cuando estamos ante un grito en el mundo enriquecido de hoy, pero no en el empobrecido, inmensísimo rincón del planeta en el que esa plaga se entronizó desde hace más de cinco siglos, sembrada por el naciente capitalismo, sistema al que nunca llama por su nombre...

Llamados nada inocentes


Causa verdadera aprensión su llamado a resolver los problemas ecológicos, abogando, muy sutilmente, por la adopción “de medidas políticas a nivel incluso mundial”, conducentes a imponer un gobierno global intervencionista [7]. Ciertamente, habla y habla, describe y describe con profusión el mundo actual, pero se queda en vaguedades, sin aportar datos concretos, eludiendo referirse a las causas cardinales de los asuntos que afligen a la humanidad, responsabilizando al ser humano, en su conjunto y, prácticamente, por igual, por los males del mundo [8]. 

¿No es acaso hipócrita que de modo tajantemente indiferenciado, achaque al ser humano lo que ocurre con la hermana tierra que “clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable” de los bienes que el creador pone en ella?

¿Que, en el mismo sentido, le atribuya una condición que está muy lejos de corresponderse con los hechos; a saber, la de pensarse propietario y dominador de la misma por igual, con autorización para “expoliarla”?

¿Que con la violencia proceda de modo muy semejante al endilgarla, injustamente, sin diferenciaciones de ninguna índole, a los seres humanos en general, sosteniendo que ella se anida en el pecaminoso “corazón humano” y se manifiesta “en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes”?

¿Que presente la problemática ecológica como “una consecuencia dramática” de la actividad descontrolada del hombre, otra vez indiferenciado, atribuyéndola “a una explotación inconsiderada de la naturaleza”, y corriendo “el riesgo de destruirla y de ser a su vez víctima de esta degradación”?

¿No es hipocresía que al tiempo que silencia toda mención del capitalismo, se atreva a denigrar al comunismo al que coloca, gratuitamente, en el mismo plano que al fascismo llamándolos “regímenes totalitarios al servicio de la matanza de millones de personas”? [9]

Con cuánto acierto William Hazlitt, célebre escritor inglés (1778–1830), expresó: “El único vicio que no puede perdonarse es la hipocresía. El arrepentimiento del hipócrita es de por sí la hipocresía.” [10]

Posiciones consecuentes

Satisface que, en contraposición con estas posiciones que se prestan a juicios tan disímiles por su terrible ambigüedad, así como a la holgura anímica de los seres más perversos, en la ONU más de un mandatario señala a los responsables de tantas lacras, propiamente a los líderes occidentales:

Uno les increpa que “En lugar del triunfo de la democracia y el progreso hemos recibido la violencia, la pobreza, el desastre social. ¿Entienden ustedes que han hecho?”[11]

Otro, sin ambages, ni aspavientos, acusa al capitalismo de ser el cáncer de la Madre Tierra, agregando que este sistema es el causante del calentamiento global, fenómeno que los países del sur sufren sin generarlo del todo [12].

Un Patriarca, el de cristianos sirios, señala con su índice a los responsables de la guerra, a los que exige que dejen armar a terroristas  quienes, en vano, tanta sangre han derramado [13].

Datos silenciados 

Traemos a colación los siguientes datos:

Obama ha bombardeado 7 países: Siria, Afganistán, Yemen, Iraq, Paquistán, Somalia y Libia. George W. Bush y él llevan en su haber genocida alrededor de 2 millones de víctimas fatales [14].

Según el antropólogo brasileño Darcy Ribeiro, a fines del siglo XV, América poseía unos 70 millones de habitantes, pero apenas siglo y medio después, su población se había reducido a unos tres millones y medio de indígenas [15].

A lo anterior, se añade el genocidio de 140 millones de esclavos africanos provocado por los colonialistas europeos [16]. 

Respecto a la propiedad que se atribuye por igual a todo ser humano, basta decir que la “riqueza de las 500 personas más ricas del mundo es superior a la suma de las rentas de los 416 millones de personas más pobres” [17]. 

Otro dato impactante al respecto, señala que tan solo el 2% de los adultos más adinerados del mundo, entre los que se menciona a “Warren Buffet, Carlos Slim y Bill Gates, posee más de la mitad la riqueza familiar mundial”. La misma fuente proporciona los siguientes datos: en 1970, mientras los llamados países desarrollados recibieron 68% del ingreso mundial, el resto del mundo apenas recibió el 32% del mismo; en el 2000, los primeros recibieron el 81% de ese ingreso, el resto solo el 19% [18].

Finalmente, en relación con la depredación del medio ambiente, Evo Morales acota que en los “últimos 100 años, los países desarrollados que tienen el 20% de la población mundial, generaron más de 76% de las emisiones de carbono responsables del cambio climático [19].

Notas: 

[3] Pederastia Iglesia Católica Escándalo: VIDEO Del Papa Francisco Defendiendo A Obispo Relacionado Con Abuso Sexual Causa Polémica En Chile. http://spanish.latinospost.com/articles/45891/20151008/video-papa-francisco-defiende-obispo-relacionado-abusos-sexuales-chile-juan-barros-pederastia-iglesia-catolica-escandalo.htm
[5] Ibíd.
[7] El Papa se escuda en la ecología para pedir un gobierno mundial intervencionista. http://www.libremercado.com/2015-06-25/el-papa-se-escuda-en-la-ecologia-para-pedir-un-gobierno-mundial-intervencionista-1276551392/
[8] CARTA ENCÍCLICA LAUDATO SI’ DEL SANTO PADRE FRANCISCO SOBRE EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN.  http://w2.vatican.va/content/francesco/es/encyclicals/documents/papa-francesco_20150524_enciclica-laudato-si.html
[9] Ibíd. 
[11] Obama y Cameron, "débiles y confundidos" ante la resuelta actuación de Rusia contra el EI en Siria. https://actualidad.rt.com/actualidad/188252-intervencion-decisiva-rusia-siria-obama-cameron-debil-confuso
[12] Morales: "El capitalismo es el cáncer de la madre Tierra". https://actualidad.rt.com/actualidad/188251-evo-morales-capitalismo-cancer-tierra
[13] Patriarca de cristianos sirios a Occidente: “Dejen de armar terroristas que matan a nuestro pueblo”. https://actualidad.rt.com/actualidad/188264-lider-iglesia-siria-occidente-dejen-armar-terroristas
[14] Las guerras de Bush y Obama han asesinado hasta 2 millones de personas en Iraq, Afganistán y Pakistán. http://spanish.larouchepac.com/node/23109
[15] Daniel E. Benadava. "Más de 500 años de “Genocidio Indígena” en América".
[16] José Carlos García Fajardo. “Para no olvidar el comercio de esclavos”. http://www.ucm.es/info/solidarios/ccs/articulos/derechos_humanos/para_no_olvidar_el_comercio_de_esclavos.htm
[17] Pauline Imbach. “Un mundo de esclavitud maquillado al gusto de nuestra época”. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=85303
[18] Humberto Márquez Covarrubias. La gran crisis del capitalismo neoliberal”. http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S1870-00632010000200004&script=sci_arttext
[19] Gastón Núñez. “El capitalismo depredador responsable de los desastres en Bolivia” http://www.alainet.org/es/active/71210#sthash.YSK2XSVv.dpufhttp://www.alainet.org/es/active/71210#sthash.YSK2XSVv.dpuf

Seguidores

Vistas de página en total