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lunes, 24 de noviembre de 2014

El "Socialismo moderno del siglo XXI"


El "Socialismo moderno del siglo XXI"
Juan J. Paz y Miño Cepeda

EL TELÉGRAFO - Primer Diario Público

Ecuador, lunes 24 de noviembre de 2014

En varios enlaces ciudadanos (EC 363, 364), en su discurso del 15/11 y en su artículo “La supremacía del trabajo humano”, publicado por El Telégrafo (ET, 16/11/14), el presidente Rafael Correa ha expuesto su tesis central: “La supremacía del trabajo humano sobre el capital es el signo fundamental del Socialismo del Siglo XXI y de nuestra Revolución Ciudadana. Es lo que nos define, más aún cuando enfrentamos un mundo completamente dominado por el capital. No puede existir verdadera justicia social sin esta supremacía del trabajo humano, expresada en salarios dignos, estabilidad laboral, adecuado ambiente de trabajo, seguridad social, justa repartición del producto social”.

El Presidente ha señalado que para solucionar las tensiones entre capital y trabajo, K. Marx planteó la abolición de la propiedad privada; pero añadió: “a nadie se le puede ocurrir eso en el siglo XXI”; y además: “pero sabemos que en el siglo XXI eso no cabe; el remedio es más caro que la enfermedad”. Sostuvo, entonces: “Hay que dar respuestas inteligentes para ese problema”, y añadió: “en el siglo XXI existen esas respuestas, y las estamos dando como revolución”, señalando las vías: “mejores políticas laborales, mejores políticas de salarios, incremento de salarios, democratización de la propiedad del capital, pero también con un buen sistema de impuestos redistributivos” (EC363, 01/03/14).

En su artículo de ET reitera: “También se cumplen los derechos para la clase trabajadora y sus familias, con educación, salud, seguridad, servicios públicos completamente gratuitos”; e insiste: “A diferencia del socialismo tradicional, que proponía abolir la propiedad privada, utilizamos instrumentos modernos, y algunos inéditos, para mitigar las tensiones entre capital y trabajo”.

El problema es, por tanto, y en palabras del Presidente: “cuánto capta la clase trabajadora y cuánto captan los dueños de los medios de producción, los dueños del capital” (EC363). Y queda muy claro que el “socialismo moderno” es diferente al socialismo marxista en cuanto a la forma de solucionar esa tensión: para el marxismo, abolir la propiedad privada de los medios de producción; para el presidente Correa, la supremacía del trabajo humano sobre el capital. Por eso afirma: “El sindicalismo moderno debe buscar la supremacía del trabajo humano sobre el capital, sin negar la existencia y necesidad de este último, y en este contexto buscar solucionar las tensiones capital-trabajo” (ET).


La tesis del Presidente fija los alcances y los límites del “Socialismo del Siglo XXI”, puesto que no avanzará hacia la abolición de la propiedad privada. Al menos no, mientras las condiciones mundiales del capitalismo lo impidan.


Seguramente la tesis del Presidente disgustará a los marxistas dogmáticos y enfermará a los ultraizquierdistas, porque esa tesis implica la convivencia del capital con el trabajo, algo que, ciertamente, Marx combatió, pero a su tiempo, cuando todavía no existían las formas modernas (R. Correa) de imponer el trabajo sobre el capital.

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