Portada de antigua versión de Revista Libre Pensamiento

viernes, 31 de mayo de 2013

LAS FARC- EJÉRCITO DEL PUEBLO MEDIO SIGLO DE LUCHA POR LA PAZ



LAS FARC- EJÉRCITO DEL PUEBLO
MEDIO SIGLO DE LUCHA POR LA PAZ

Por Miguel Urbano Rodrigues



El comunicado conjunto divulgado en La Habana el día 26 de Mayo por las delegaciones de las FARC-EP y del gobierno de Bogotá significó la apertura de un nuevo ciclo de diálogos de paz iniciados en aquella ciudad.


Después de seis meses de conversaciones difíciles, los representantes de la guerrilla y del ejecutivo colombiano firmaron un acuerdo para la “Reforma Rural Integral”, primer punto de la Agenda en debate.


El documento aprobado prevé transformaciones radicales en el mundo agrario. La mayoría de las principales exigencias de las FARC fue aprobada. Entre ellas la relativa al acceso al uso de la tierra,aa la formalización de la propiedad, las tierras improductivas, a los programas de desarrollo social (educación, habitación, erradicación de la pobreza), al estímulo a la producción agropecuaria, al Fondo de tierras para la Paz, al ambiente.


El día 11 de Junio las delegaciones inician la discusión del segundo punto de la Agenda: la Participación Política, que abarca el tema crucial de la Democracia.


El presidente Juan Manuel Santos afirmó estar empeñado en la continuación del proceso “con prudencia y responsabilidad”.


En una Declaración emitida simultáneamente en la Habana, las FARC-EP consideran positivo el acuerdo alcanzado  sobre la Reforma Agraria, pero alertan sobre las dificultades del dialogo en la Mesa de Negociaciones, sobre los restantes puntos de la Agenda, destacadamente los relativos a la droga, al cese al fuego y armamentos y a la reintegración de las poblaciones expulsadas de sus territorios.


Las FARC están conscientes de que la conquista de la paz es inseparable del desmantelamiento de la oligarquía que utiliza el Estado como instrumento de su política de clase, marcada por una represión feroz.


Es significativo que cuando crece el apoyo popular a las iniciativas del Movimiento Colombianos por la Paz, liderado por la ex senadora Piedad Córdoba, algunos ministros –entre ellos Fernando Carrillo, y el del Interior- hablan otro lenguaje, sugiriendo el fin de las conversaciones si antes de la navidad no es firmado un Acuerdo Global.


El alto comando de las Fuerzas Armadas también se empeña en sabotear los debates de La Habana –apoyados por Noruega y Cuba- intensificando la guerra. Los 50 drones –aviones asesinos sin piloto- recientemente adquiridos ya habrían sido utilizados en bombardeos en La Macarena, Orito, Saravena y Catatumbo.


La posición de Barack Obama es, como habitualmente, ambigua e hipócrita. Dice apoyar los diálogos para la Paz, pero envía al vicepresidente Joe Binden a Bogotá para derramar elogios sobre el gobierno de Colombia, su mejor aliado en América Latina, y expresar allí el deseo de los EEUU de adherirse a la llamada Alianza del Pacifico. Cabe aclarar que esa extraña alianza fue concebida en Washington para funcionar como contrapunto del Mercosur. La integran por ahora México, Chile, Colombia y Perú, países cuyos gobiernos desarrollan políticas de sumisión al imperialismo estadounidense.



El apoyo militar a la guerra contra las FARC-EP prosigue. Los EEUU que ya invirtieron más de ocho mil millones de euros en el financiamiento del Plan Colombia, instalaran en el país siete nuevas bases militares desde el inicio de la Administración Obama.



Medio siglo de lucha


Al contrario de la imagen edénica del país próspero en acelerado desarrollo por la acción de un gobierno democrático y progresista, imagen que Juan Manuel Santos difundió en su visita a Europa, la situación en Colombia continua degradándose.


El paramilitarismo permanece impune con raras excepciones. La corrupción desenfrenada y la miseria, en la capital y en las grandes ciudades son crecientes. Las más numerosas y bien equipadas fuerzas armadas de América latina –medio millón de militares- absorben una tajada colosal del presupuesto. El hambre, endémica en muchas regiones, afecta a ocho millones de personas. 15000 infantes mueren anualmente antes de los cinco años por desnutrición. Dirigentes sindicales son asesinados cotidianamente todos los meses. Pero el número de multimillonarios aumenta cada año en una de las sociedades más desiguales del mundo.


Las FARC-EP, fundadas en Marquetalia después de combates épicos en la ruptura de un cerco, acaban de conmemorar 49 años de existencia y de lucha ininterrumpida.


Incluidas por la Unión Europea y por la ONU en la lista de organizaciones terroristas, calumniadas, acusadas de narcotraficantes por un presidente, Álvaro Uribe Velez (que fue aliado de Pablo Escobar, el rey de la coca) las FARC se asumen como organización revolucionaria, marxista-leninista.


“Somos pueblo –afirman- que empuña las armas contra las armas del poder y contra la represión”.


Moderadamente optimistas, todo hacen para que las conversaciones de La Habana permitan la concretización de las aspiraciones de paz del pueblo colombiano.


Más no olvidan que una de las cláusulas de la Agenda establece que el Acuerdo General de Paz solamente solamente  será posible si todos los puntos en él incluidos fueran aprobados.  El rechazo de cualquiera de ellos implicaría la anulación de los demás.


Por si sola, esa exigencia es esclarecedora de la falta de transparencia y de la mala fe que han sido permanentes en las posiciones de los delegados del gobierno en la Mesa de Negociaciones.


Hoy, como siempre, las FARC-EP defienden una solución política cuyo desenlace será una Paz definitiva en una Colombia democrática.


Ellos creen como Bolívar que las Fuerzas Armadas deben ser el pueblo en armas, un instrumento de la defensa de la soberanía nacional. Usarlas contra el pueblo, como ocurre en Colombia, es un crimen monstruoso.


El original portugués de este articulo se encuentra en
www.odiario.info


Traducción: Jazmín Padilla


jueves, 30 de mayo de 2013

Taskent se vuelve hacia Moscú: Uzbekistán no tiene más alternativa



Islam Karimov


Taskent se vuelve hacia Moscú: Uzbekistán no tiene más alternativa
por Lev Vershinine


Islam Karimov, el divino líder uzbeko, había logrado mantenerse durante años a la misma distancia del Kremlin que de la Casa Blanca, sin dejar de coquetear con este o de disputarse con el otro y viceversa. Pero el proyecto estadounidense de desestabilización del Asia central, que incluye poner nuevamente a los talibanes en el poder en Afganistán, ya no le deja otra opción: Uzbekistán se pone del lado de Moscú.


RED VOLTAIRE | MOSCÚ (RUSIA) | 30 DE MAYO DE 2013 

A finales de marzo de 2013 se podía ver en internet una noticia según la cual Islam Karimov [1] había sufrido un grave infarto y estaba casi muerto [2]. En ausencia de un desmentido de los grandes medios de prensa, se levantó una gran algarabía. La oposición basada en el exterior afirmaba que el presidente ya no se levantaría más de la cama. Las fuentes oficiales respondían, al contrario, que Islam Karimov estaba en perfecto estado de salud, pero no parecían muy convincentes, como si hubiese algo raro. Cuando la propia hija [mayor] del presidente, Gulnara –más que activa en el plano político y con planes a muy largo plazo–, también declaró lo mismo fueron pocos los que lo creyeron. Incluso aparecieron rumores de que Gulnara abandonaría probablemente sus responsabilidades como embajadora de Uzbekistán ante la ONU para prepararse «para un papel político mucho más importante en su país» [3]. Las discusiones sobre ese tema no tenían para cuando acabar ya que diariamente se destilaban en Taskent «informaciones de fuentes seguras» y «testimonios de personas bien informadas». Después, como de costumbre, aparecían numerosas reflexiones y análisis sobre el tema «¿Qué va a pasar ahora?», «¿Quién va a reemplazarlo?» y una interrogante que tampoco podía faltar «¿Será todo un engaño?».


Aquello duró por algún tiempo.


Hasta que un día apareció un decreto del presidente uzbeko anunciando la nominación del general de la policía Ahmad Usmanov a un puesto clave –como hakim (gobernador) de la región de Taskent. La noticia dejó sin palabras a todos los «profetas».


En efecto, el general Usmanov es un hombre del entorno más cercano del presidente. No es un cortesano sino, por el contrario, un hombre de terreno, en el sentido más literal de la expresión, totalmente dedicado al presidente y tan firme que todos los clanes de la élite uzbeka, incluyendo a los propios partidarios del presidente, se oponían a su ascenso a la cúpula del poder político. Y se oponían a él con tanto encono que tenía que ser el propio representante de Dios en la tierra quien le diera su apoyo. Es por eso que esa simple nominación puso los puntos sobre las íes. Es que nadie podía dar aquella orden que incomodaba a todo el mundo… nadie que no fuese el propio presidente y, además, en plena forma.


En efecto, el golpe fue inesperado y singularmente duro. Comparado con el ajedrez, podría decirse que la jugada recuerda las de Anatoly Karpov en su época de despegue. Rompió todos los equilibrios. La fuerte imagen de «hombre sencillo» [del general Usmanov], sin vínculos con ningún clan, ascendió a las más altas esferas políticas de un país donde desde hace mucho todo se mantiene estable e indestructible y donde todos los clanes, que aparentemente están de rodillas ante el «shah», se habían puesto en posición de combate, preparándose –por si acaso– a repartirse la herencia, buscando para ello los consejos necesarios. Se trata de un hombre ascendido por el Señor en persona, cuyos intereses defiende como si fuesen los suyos propios, capaz de desbaratar cualquier maniobra, pero que también busca –en definitiva es humano– crear su propio clan.


Todos estos secretos e intrigas de la corte de Taskent no serían por sí solos tan interesantes –o lo serían únicamente para los especialistas– si el tema no tuviese otra faceta. Según gente que conoce la situación, y no sólo a través de rumores, el general Usmanov es entre otras cosas un decidido enemigo del «islam político» y considera que ese tipo de tendencia debe ser destruido sin tener en cuenta «la opinión del extranjero» [4]. Y lo demostró cuando fue hakim de Andijan, donde había logrado que los extremistas religiosos entendieran que si no se portaban bien la iban a pasar muy mal. Por el momento –y así lo reconocen hasta los especialistas del Pentágono– la oposición de los «barbudos» [5] en el valle de Ferganá, donde aún subsiste la tensión, está reducida al mínimo [6]. Este general no es ciertamente un «amigo de la democracia». Por eso es que Occidente no lo encuentra simpático, lo cual es en realidad un eufemismo. Lo peor es que [Usmanov] incluso estima –como presagian las propias circunstancias– que Taskent no podrá parar la ofensiva islamista sin colaborar con Rusia.


Finalmente, Islam Karimov apareció en público.


Se le vio muy concentrado, en buena forma y –cosa muy importante– se fue rápidamente en visita oficial a Moscú, donde conversó largamente con su homólogo ruso sobre Afganistán y sobre las posibilidades de su país de unirse a la Unión Aduanera [7]. Después de aquella conversación, muchos postulados que hasta entonces parecían indestructibles se han vuelto obsoletos.


En primer lugar, es evidente que el acercamiento de Taskent a Occidente ha terminado. Esa tendencia había comenzado el 4 de julio de 2012, cuando Uzbekistán anunció su salida de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, a raíz de un encuentro probablemente poco feliz [con Rusia]. En aquel momento escribí sobre el tema que Islam Karimov había hecho suya la frase que dice «después de mí… el diluvio». Con ello quería decir que, por temor a la «revolución» anaranjada rayada de verde [8] que Occidente era muy capaz de organizarle, Karimov estaba preparándose para meter su país bajo el paraguas estadounidense, obtener así una garantía de seguridad mientras él mismo estuviese en el poder, o sea de por vida, y hacerlo aceptando que trajesen después a algún «Saakashvili uzbeko» llamado a desestabilizar el Asia central, el punto vulnerable de Rusia.

Pero el Hombre propone y Dios dispone.

Es difícil decir qué fue lo que decidió a Estados Unidos a renunciar a  un plan ya trazado. Según el diario alemán Suddeutsche Zeitung, el presidente afgano Hamid Karzai –entrevistado por esa publicación durante su visita a Qatar, donde discutió con el emir diabético sobre la apertura de una embajada de los talibanes en Doha– estima que «el mollah Omar tiene derecho a presentarse como candidato en las próximas elecciones presidenciales en Afganistán y el actual gobierno no se opone a ello» [9].


Hay que recordar que este mollah Omar es el ideólogo del ala extremista de los talibanes, emir del Emirato Islámico de Afganistán, y enemigo jurado de los estadounidenses, supuestamente asesinado varias veces y que ahora reaparece más vivo que nunca. También hay que recordar que se dijo en una época que este mollah Omar estaba en la lista de los 10 terroristas más buscados por Estados Unidos, que incluso ofrecía por su cabeza una recompensa de 10 millones de dólares.


En realidad, como ya sabemos, el mollah Omar vive tranquilamente en Karachi, donde hasta dispone de un importante ejército, que mantiene no se sabe con qué dinero y que, en todo caso, dispone de grandes medios. Mejor todavía, el FBI declaró en 2011, luego de 10 años de injerencia yanqui en Afganistán, que el mollah Omar nunca estuvo en ninguna «lista negra». Posteriormente, en febrero de 2012, el Tuerto [10] hasta se dio el lujo de enviar una carta a Obama –de igual a igual– proponiéndole el inicio de negociaciones de paz.


Desde entonces, se ha sabido esporádicamente de diversos encuentros, en diferentes lugares, entre los «representantes oficiosos» de los talibanes y los también representantes –oficiales– del Departamento de Estado. Y ahora, como podemos ver, se produce la declaración de Karzai. Visiblemente, las partes han llegado a un acuerdo.


Es interesante el resultado de todo esto. No hay que dudar que el «jefe militar, jefe de la resistencia y líder de los talibanes», cuyo fervor religioso, desinterés por el dinero, equidad y aversión por el ilimitado desorden del feudalismo son bien conocidos, llegue a ganar las elecciones si se presenta como candidato contra Karzai, corrupto a más no poder y cuya sumisión [a Estados Unidos] es más que notoria. Tampoco es de dudar que «la segunda llegada de los talibanes a la tierra» contaría con la protección de Qatar.


Serían por lo tanto este último país y Estados Unidos quienes planificarían a su antojo los próximos acontecimientos en Afganistán… y también en Asia central, ya sea creando un foco de tensión en la retaguardia de Irán o desestabilizando las repúblicas ex soviéticas, lo cual obligaría a Rusia a desviar su atención hacia el frente del Asia central. De no hacerlo así la ola inundaría Uzbekistán, Kirguistán y Kazajstán, donde –teniendo cuenta que Nazarbayev no es inmortal [11]– hay fuertes posibilidades de que las llagas comiencen a supurar. Y la ola acabaría llegando hasta Rusia.


China también enfrentaría serios problemas. Pero –al contrario de Rusia– China no pretende dárselas de «civilizada» y no estaría por lo tanto limitada en cuanto a los medios a utilizar para defenderse.


En realidad, mucho de lo que acabamos de escribir ya se sabía. La propia retirada estadounidense de Afganistán (¿Y qué pasa con eso? ¡Tenían derecho a retirarse!) implica para Rusia toda una serie de problemas que no puede darse el lujo de ignorar. En ese plano, es indudable que Estados Unidos le ha jugado una mala pasada.


Pero para los khans, los emires, los padishahs y otros dirigentes folklóricos postsoviéticos, este viraje de 180 grados es 10 veces más desagradable [12]. De hecho, se han quedado sin margen para las negociaciones y regateos habituales y ahora se ven obligados a decidir entre dos únicas opciones: mantener el rumbo poniéndose bajo la bota de Occidente en espera de la llegada de los talibanes o volverse hacia el norte y ofrecer garantías de obediencia. Como solía decirse antes, no hay otra posibilidad.


Fuente  Odnako (Russia)



Santos Uribe Vélez se reúne con Capriles

Santos Uribe Vélez se reúne con Capriles
Por Jorge Capelán


Enviado por jorge en Jue, 30/05/2013 - 13:34


Por Jorge Capelán, RlP / TcS.


La decisión del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, de reunirse ayer en la Casa de Nariño con el fascista venezolano Capriles Radonski es un grave error político que muestra que la oligarquía santanderista todavía no está preparada para adaptarse a las realidades de un mundo multipolar.


Santos, al recibir al instigador de una ola de violencia golpista que cobró 11 vidas humanas tras las elecciones del 14 de abril en Venezuela (y contra quien pende una investigación de la justicia por esos hechos), en la práctica desconoció unos resultados electorales que previamente había reconocido, violó su entendimiento con Venezuela de al menos respetar el orden institucional de la V República, puso en riesgo el Proceso de Paz que lleva adelante con la guerrilla (y del que Venezuela es uno de los principales garantes), y, lo que es muy grave, fue en contra de un consenso existente en la CELAC y UNASUR de no aceptar el golpismo fascista.




En realidad, Juan Manuel Santos está sometido a fuertes presiones, por un lado, de los sectores oligárquico-militares dependientes del narcoparamilitarismo y del Plan Colombia estadounidense, y por otro lado, de la propia Casa Blanca.


El narcoparamilitar Álvaro Uribe Vélez, que aspira a regresar a la Casa de Nariño, desde hace tiempo lleva adelante una despiadada campaña contra Santos de cara a las elecciones del año que viene. Por otro lado, encuestas de los propios medios de la oligarquía colombiana agitan con una supuesta pérdida de popularidad de Santos a causa de esa campaña, que ha concentrado su fuego en boicotear las conversaciones de paz, en sabotear la mejora de las relaciones con Venezuela impulsadas por Santos y explotar fracasos colombianos, como el fallo adverso a sus intereses en el Caribe en el juicio impulsado por Nicaragua en La Haya.



A su vez, los Estados Unidos impulsan la Alianza del Pacífico, un esquema de "libre comercio" con los objetivos de "contener" el avance de China en el mercado mundial y de destruir el proceso de integración latinoamericana expresado en el MERCOSUR, la UNASUR, la CELAC y el ALBA. En ese esquema, la Casa Blanca quiere imponer una versión del fenecido ALCA con el apoyo de sus aliados a ambos lados del Pacífico. Además del impulso de la Alianza del Pacífico, los Estados Unidos pretenden, obviamente, destruir el proceso revolucionario venezolano.


El costo político de haber recibido a Capriles es muy alto para Santos. Si creía que los sectores manejados por Uribe lo van a dejar en paz luego de deteriorar de esta forma sus relaciones con Venezuela y con los países más pujantes del proceso de integración latinoamericana, se equivoca, puesto que el verdadero objetivo de Uribe es el de destruir el proceso de paz con la guerrilla, destruyendo al propio Santos en el proceso. 


Son esos sectores representados por Uribe, los que se benefician directamente del 6% del PIB colombiano que se destina a la guerra, para no hablar de los cuantiosos ingresos del narcotráfico. Por otro lado, el comercio de Colombia con Venezuela asciende a varios miles de millones de dólares, tal vez unos 6.000, y se calcula que un 40% de las exportaciones colombianas a Venezuela consiste en compras del Estado socialista bolivariano.



Además, Santos parece ignorar que en Colombia también existe una opinión favorable hacia Venezuela que justamente ayer se hizo oír en las calles tan pronto se conoció de su reunión con Capriles. Es la misma opinión que reclama los cambios que ahora se están discutiendo en el proceso de paz en La Habana y que, de no ver satisfechas sus esperanzas de unas reformas democráticas mínimas que permitan poner fin a la violencia, mantendrán los niveles de conflictividad (desde la lucha armada hasta la lucha social de todo tipo), que motivaron a Santos a sentarse a la mesa de negociaciones en primer lugar.



Si Santos cree que puede agredir a Venezuela y al mismo tiempo mantener un status quo que le permita el flujo de las inversiones del otro lado del Pacífico y dentro de la región, subestima tanto la fortaleza del eje Caracas-Brasilia-Buenos Aires, como sobreestima el pragmatismo de China. Los países sudamericanos no aceptarán que se rompa el consenso existente en torno a la vigencia del orden democrático que Santos violó al recibir a un golpista como Capriles. Por otro lado China, a pesar de su pragmatismo, no se resignará a ver cómo los Estados Unidos impunemente desestabilizan una de sus fuentes más importantes de recursos naturales.


En realidad, el problema no es de Santos, sino de la escasa capacidad de la oligarquía colombiana para afrontar el reto del declive de Occidente y del surgimiento de un mundo multipolar. O sigue prendida a la teta del Pentágono, manteniendo sus privilegios pero viendo caer las tasas de beneficio y perdiendo cada vez más autonomía a manos de los intereses transnacionales junto a los que probablemente acabe hundiéndose, o acepta realizar cambios a lo interno y de cara al exterior que prolonguen su existencia aunque la amenacen de muerte en el largo plazo. Son decisiones difíciles de tomar, especialmente para una clase social tan reaccionaria y atrasada como la colombiana.


Es posible que al ver las consecuencias de su desliz con Capriles, Santos termine por dar marcha atrás. Esperemos que la mayoría de la oligarquía colombiana se dé cuenta de que es mejor impulsar los cambios antes de que la realidad de las cosas los impulse por su cuenta.


Para el Diario La Prensa, Democracia es continuar explotando al pueblo...

Para el Diario La Prensa, Democracia es continuar explotando al pueblo...
Juan Maltes


Enviado por tortilla en Mié, 29/05/2013 - 16:47


Juan Maltes, 29 de mayo 2013


Con su odio visceral que lo carcome al ver que Nicaragua prospera constantemente, el Diario La Prensa publicó recientemente un “editorial” realmente macondiano, al afirmar que “por falta de democracia, miles de jóvenes nicaragüenses huían todos los años en busca de mejores horizontes”.


Sin importarle las realidades y escondiendo las cabeza en la tierra como el avestruz, el Diario La Prensa quiere ocultar todo lo bueno que se va construyendo día a día en Nicaragua, bajo el liderazgo indiscutido del Presidente CONSTITUCIONAL Daniel Ortega y la Primera Dama Rosario Murillo.


Realmente no comprendemos qué entiende La Prensa por “democracia”. Quizás este periódico, si es que se le puede llamar así, entiende por “democracia” que más del 50 por ciento de los jóvenes de Europa están en el desempleo permanente y huyen de sus países en búsqueda de un futuro más incierto del que viven actualmente.


Quizás, el Diario La Prensa entiende por “democracia” que miles y miles de familias en toda Europa son desalojadas de sus viviendas porque, en vista de que no tienen un empleo, no pueden pagar la cuota correspondiente.


“DEMOCRACIA” NEOLIBERAL SOLO DEJO MISERIA


Quizás, el Diario La Prensa entiende por “democracia” que miles y miles de ciudadanos estadounidenses viven en la miseria más absoluta, viviendo y durmiendo bajo los puentes, como sucede en la ciudad de Miami.


Quizás, el Diario La Prensa entiende por “democracia” a la miseria a la que sometieron a la inmensa mayoría de nicaragüenses, los llamados gobiernos neoliberales (1990-2006), que solo hambre y miseria dejaron a nuestro pueblo.


Tergiversando la más absoluta de las verdades, el Diario La Prensa, con la manipulación que hace de los hechos, se inventa que los jóvenes nicaragüenses se van de Nicaragua en búsqueda de libertad y trabajo, sin siquiera dar cifras o fuentes fidedignas de información.


DESMENTIDO ROTUNDO A LA PRENSA


Para desmentir al Diario La Prensa, nos dimos a la tarea de investigar en Miami con el Departamento de Inmigración (ICE, por sus siglas en ingles) y estos son los resultados:


1)— De los países centroamericanos, los nicaragüenses son el grupo que menos intenta entrar a territorio norteamericano para quedarse a vivir en este país y cada día ese volumen es dramáticamente menor.


2)—Por el contrario, son los salvadoreños, guatemaltecos y hondureños, quienes por miles intentan ingresar a Estados Unidos ilegalmente.


3)—Mientras que guatemaltecos, salvadoreños y hondureños son deportados masivamente TODOS LOS DIAS, apenas un centenar de nicaragüenses son deportados al MES, es decir, no todos los días.


LAS PRUEBAS CONTUNDENTES


Aunque es cierto que campesinos nicaragüenses continúan emigrando a Costa Rica, ese volumen decrece todos los años, gracias al aumento de sus salarios logrado por las negociaciones tripartitas de Gobierno-Trabajadores-Empresa Privada.


El Diario La Prensa y su falsa democracia calla miserablemente y no informa que en la lista que proporciona ICE mensualmente, no hay nicaragüenses capturados en la frontera méxico-norteamericana.


Por lo tanto, queda demostrado una vez más, la manipulación que hace de la “democracia” el Diario La Prensa, pues para este periódico, “democracia” es continuar explotando a los nicaragüenses.


Para el Diario La Prensa “democracia” es insultar a nuestros gobernantes contidianamente e incluso con caricaturas realmente insultantes para la pareja presidencial, que en otros países causaría un rechazo total y contundente.



LA VERDADERA DEMOCRACIA


Una vez desenmascarada la falsa “democracia” que pregona el Diario La Prensa, por el contrario y está demostrado, que miles y miles de jóvenes nicaragüenses manifiestan todos los días su optimismo por un futuro mejor en su Patria y no huyen, como en el pasado, pasado en el que está anclado ese periódico de la extrema derecha de nuestro país.


El tremendo esfuerzo que hacen todos los días Daniel y Rosario en el combate frontal a la pobreza es, señores del Diario La Prensa, la verdadera democracia.


La verdadera democracia que lidera el binomio presidencial Ortega-Murillo es haberles dado a la juventud y las mujeres, la vanguardia para buscar un futuro mejor para todos los nicaragüenses.


La verdadera democracia liderada por Daniel y Rosario como afirmó recientemente un estudio, es que nuestra macroeconomía está más sólida que nunca, nuestras reservas internacionales aumentan constantemente, y la inflación está controlada.


Además, la pobreza extrema ya no existe en Nicaragua, el analfabetismo está a punto de desaparecer, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), es indetenible, y las exportaciones crecen vertiginosamente.


Y aunque al diario La Prensa le disguste mucho, Nicaragua se ha convertido en uno de los destinos turísticos más importantes del mundo y todo eso se debe a la seguridad ciudadana, que es la más altas no solo de Centroamérica, sino de América Latina.


De esta manera, señores del Diario La Prensa, queda demostrado que su manipulación de lo que es democracia está por el suelo y surge, con luz fulgurante, la democracia verdadera, la democracia del pueblo que avanza indeteniblemente, con este Gobierno del Bien Común, Cristiano, Socialista y Solidario, conducido por el Presidente CONSTITUCIONAL Daniel Ortega y la Primera Dama Rosario Murillo.

Así sea. Así es.





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