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miércoles, 9 de enero de 2013

Venezuela: El próximo 10 de enero no es el fin del mundo

 
 
Entrevista de Mario Hernández a Olmedo Beluche, del Movimiento Popular Unificado de Panamá, el martes 8 de nero de 2013, para Radio 90.1 FM La Boca, BuenosAires, Argentina.
El próximo 10 de enero no es el fin del mundo
Mario Hernández
 
 
 
Mario Hernandez (MH): Estamos en comunicación con la ciudad de Panamá, como habíamos prometido, allí nos escucha el profesor Olmedo Beluche, militante político y social panameño.
 
 
Hoy se cumple un mes desde que el comandante Chávez diera la noticia que iba a ser operado por cuarta vez del cáncer que padece. Vos tuviste la oportunidad de estar en Caracas una semana después en oportunidad de desarrollarse las elecciones a gobernadores el pasado 16 de diciembre, invitado por las autoridades a participar como observador internacional. Supongo que habrás caminado por la ciudad y escuchado a sus habitantes. Quisiera que comentaras a nuestros oyentes cuáles fueron tus impresiones.
 
 
Olmedo Beluche (OB): En primer lugar hay incertidumbre por la enfermedad del presidente Chávez. Sin embargo, la elección corroboró el triunfo del PSUV de manera contundente, de modo que no da lugar a ningún tipo de especulación en el sentido que pase lo que pase con la salud del presidente, ya sea que retorne o no, el PSUV seguirá gobernando cómodamente por lo menos durante 5 años más.
 
 
 
MH: O sea, que el próximo 10 de enero no es el fin del mundo para Venezuela.
 
 
 
OB: Casualmente hoy por la tarde, Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea nacional, anunció que el presidente Chávez envió una nota comunicando que no estará el 10 de enero.

 
El debate que se ha instalado es que la propia Constitución establece en el art. 231, que en caso de una situación de fuerza mayor no prevista, puede tomar posesión posteriormente ante el Tribunal Supremo Electoral. La fecha del 10 de enero no sería una fecha fatal en la medida que es un Presidente en funciones y hay un principio constitucional en todos lados que los funcionarios públicos no abandonan sus cargos hasta que no sean reemplazados por otros.
 
 
Segundo, se trata de un presidente reelecto abrumadoramente el pasado 7 de octubre, así que no existe un vacío de poder y tampoco una situación de ausencia absoluta del Presidente que también contempla la Constitución en caso de muerte, renuncia o abandono del cargo o un revocatorio o en caso que una investigación médica estableciera que está incapacitado para gobernar. No existiendo esas situaciones, lo legítimo que está planteado en este momento, es que Chávez sigue siendo Presidente de Venezuela y tomará posesión formalmente tan pronto su salud se lo permita.
 
 
MH: ¿Tiene la oposición alguna posibilidad de torcer esta situación?

 
OB: No lo veo de ninguna manera. La oposición perdió el 7 de octubre con toda claridad frente al presidente Chávez y el 16 de diciembre la derrota fue ratificada. De las 23 gobernaciones en juego solo ganó en 3. Perdió estados clave como Zulia, que fueron siempre de la oposición durante todos estos años que gobernó Chávez. Perdió en Táchira, Nueva Esparta y Carabobo que eran estados símbolo  de la oposición y han sido reconquistados por el chavismo. Solo ganó en Amazonas, donde el chavismo se dividió, Lara donde el gobernador es un ex chavista y Miranda, donde el ex candidato a presidente, Capriles, fue reelecto. Sin embargo, tanto en Lara como en Miranda la oposición perdió la mayoría en la Asamblea estatal. Tampoco la tienen muy clara en el sentido de una ratificación popular.

 
MH: ¿Cómo ves el peligro de una agresión imperialista?
 
 
OB: Siempre está latente. Lo que puede exorcizarlo claramente es la movilización del pueblo en las calles, en la decisión de defender el proceso bolivariano como en el golpe del 2002.


En este momento es importante la convocatoria que se ha hecho para la mañana del jueves 10 para que el pueblo asista a Puente Llaguno, al Palacio de Miraflores, a un acto masivo donde se va a respaldar tanto al proceso como al comandante Chávez y exigir que se respete su recuperación.
 
 
MH: ¿Cómo ves que 10 de las 20 gobernaciones chavistas estén en manos de militares retirados?

 
 
OB: Ese es un aspecto particular. Se trata de militares que estuvieron con Chávez en distintos momentos, algunos desde el ’92, otros que se manifestaron en contra del golpe del 2002, etc. Expresa la amplitud del proceso bolivariano.
 
 
El PSUV es un partido muy heterogéneo, hay sectores críticos a la izquierda que están de acuerdo con el proceso en general pero no de la manera como algunos de los gobernadores o dirigentes lo llevan adelante.
 
 
Existe también un chavismo por fuera del PSUV como el Partido Comunista, Tupamaros, Patria para todos, etc., que apoyaron a Chávez pero son partidos independientes con críticas al proceso.
 
 
El proceso en Venezuela se parece mucho al panameño de la primera década del ’70 con un régimen progresista que denominamos bonapartismo sui generis, populista y en ese marco da para un espectro muy amplio de sectores políticos y sociales que lo apoyan.
 
 
 
MH: Mucho se ha hablado del sistema electoral venezolano en nuestro país, alertando sobre la posibilidad de fraude. ¿Cómo lo viste vos en tu carácter de observador internacional en las últimas elecciones?
 
 
OB: El sistema electoral venezolano es uno de los más eficientes de América Latina. No porque lo diga yo, también lo ha hecho la Fundación Carter. El ex presidente Jimmy Carter lo afirmó en las elecciones de octubre pasado.
 
 
Tuve la oportunidad que me explicaran el funcionamiento. Se hace a través de un voto electrónico que ayuda a tener los resultados muy rápido, pero la condición para que la oposición o cualquier partido pueda verificar los resultados es que se extrae una muestra representativa en todas las urnas de todas las escuelas. En esta elección la muestra  fue demasiado grande, del 51/52% de las mesas que se escrutaron.
 
 
MH: Una barbaridad, realmente se trata de una muestra muy grande.
 
 
 
OB: Sí, pero además el resultado electoral no fue cuestionado por nadie. Lo mismo sucedió el 7 de octubre. El resultado fue aceptado claramente por la oposición, incluso por los medios de comunicación. En el único estado donde hubo alguna turbulencia fue en Bolívar donde la diferencia favorable al PSUV fue del 1%, pero en general la oposición reconoció los resultados, de tal forma que es imposible hablar de fraude electoral como se da frecuentemente en otros países de América Latina, al contrario, es uno de los sistemas más eficientes y más transparentes que hay.
 
 
MH: ¿Cuáles son los peligros que a tu entender enfrenta a futuro el proceso bolivariano?
 
 
OB: El primero es obviamente la vida del comandante Chávez. Su personalidad ha jugado un papel clave, su decisión de avanzar en momentos claves fue lo que impulsó el proceso, acompañado por la movilización popular. Su peso como factor objetivo y su personalidad es el primer peligro porque su ausencia significaría un golpe grande a futuro.
 
 
Eso abre un camino a la incertidumbre. Por lo menos en los primeros años habría homogeneidad a lo que Chávez ha trazado como línea política. En el largo plazo hay compañeros como los de Marea Socialista que forman parte del PSUV, que cuestionan a sectores militares y del oficialismo que podrían estar a favor de un acercamiento a sectores de la oposición burguesa y atenuar el proceso bolivariano. Frente a esto señalan que hay que asumir la nueva etapa como un proceso constituyente donde el gobierno tiene que pactar con el pueblo, con las organizaciones populares mediante asambleas y consultas de todas sus decisiones como contrapeso a cualquier influencia de la derecha.
 
 
Panamá bajo el signo de la incertidumbre
 
 
MH: Estuve leyendo un artículo, “Panamá: incertidumbre y descontento en 2013” de Marco Gandásegui, publicado el pasado 6 de enero, donde señala que 2013 se inicia en Panamá bajo el signo de la incertidumbre. ¿Coincidís con esta apreciación?
 
 
OB: Habrá incertidumbre porque es un año preelectoral. Las elecciones serán en mayo del 2014. Eso va a agregar un elemento nuevo a la situación que viene del año pasado con explosiones populares. La primera fue la del pueblo… defendiéndose de los proyectos hidroeléctricos y mineros impuestos por el gobierno. Aunque fueron duramente reprimidos el pueblo masivamente en la calle logró revertir parcialmente la situación.
 
 
La segunda explosión popular fue en Colón en octubre cuando el pueblo colonense logró echar para atrás una ley de venta de terrenos en la Zona Libre. Hubo un saldo de 4 muertos pero se logró evitar la venta.
 
 
Ahora el gobierno está intentando reprimir a dirigentes sindicales, ha despedido a algunos y hay amenazas judiciales contra otros. De hecho mañana el pueblo… vuelve a las calles a trancar la Interamericana en una acción contra una hidroeléctrica y el pueblo de Colón hoy hizo pequeños piqueteos.
 
 
La incertidumbre está en si el pueblo va a retomar las calles para combatir las políticas neoliberales de Martinelli en su último año y cómo va a jugar la política electoral en ese contexto.

 
MH: Agradecido por la comunicación te voy a despedir escuchando “Tiburón” de Rubén Blades.
 
 
OB: Excelente. Gracias a ti, Mario.    

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