27 de Enero de 2013 | Prensa Latina
La Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños (Celac) es un hecho histórico contra viento y
marea, que marca hito en la lucha anticolonialista sostenida durante siglos,
asegura el embajador nicaragüense Denis Moncada.
Para el representante permanente de
Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA), la Celac constituye
el único mecanismo de diálogo y concertación, que al agrupar a los 33 países
del área, deviene "la más alta expresión de la voluntad de unidad en la
diversidad".
"Buscamos avanzar hacia la segunda independencia con inclusión, justicia y
libertad, consolidando la unidad, la integración y la identidad regional",
evaluó Moncada en entrevista con Prensa Latina.
Sin duda alguna, afirmó, representa un hecho trascendente para Nuestra América,
"es la continuación del camino de nuestros Libertadores, de los idearios
de Bolívar, Martí, Sandino, de todos nuestros próceres".
Una unidad "encaminada a fortalecer los vínculos políticos, económicos,
sociales y culturales sobre la base de una agenda común de cooperación
solidaria, paz, desarrollo, estabilidad y seguridad para nuestros
pueblos", sustentó el presidente del Consejo Permanente de la OEA.
La Celac, advirtió, "es un hecho histórico que se produce contra viento y
marea, en el que los Jefes de Estado y de Gobierno han puesto su grano de
maíz".
"Nuestras naciones, argumentó, buscan consolidar proyectos económicos
sociales y políticos con rostro humano, incluyentes, solidarios, con desarrollo
sustentable para el bienestar de todos, sin exclusiones."
En opinión del entrevistado, los Estados miembros de la Alianza Bolivariana
para los Pueblos de Nuestra América transitan por esa ruta y la Celac la
visualiza.
Al presentarse como una sola voz, Latinoamérica y el Caribe ganan prominencia
en el escenario mundial, nos proyectamos como un actor de más peso y con
identidad propia, afirmó el funcionario del gobierno sandinista.
Es una oportunidad para fomentar construcción de consensos, democratizar
decisiones en los organismos internacionales y de establecer un marco
conceptual para el diseño de una arquitectura regional y global, enlazando de
manera horizontal a los distintos actores, evaluó.
La Celac, dijo, es coherente con lo acordado en la Declaración de Caracas del 2
de diciembre de 2011, ahí suscribimos que la unidad e integración política,
económica, social y cultural constituyen aspiraciones de los pueblos y una
necesidad para enfrentar con éxito los desafíos que se nos presentan como
región.
En pocas horas Cuba asumirá la presidencia pro tempore de la organización y
Moncada espera una dirección de éxito "por la experiencia institucional y
multilateral que tiene ese país y por sus sustanciales aportes al proceso de
formación y el funcionamiento del bloque".
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