Portada de antigua versión de Revista Libre Pensamiento

lunes, 5 de marzo de 2012

RUSIA, Citius, Altius Fortius

RUSIA, Citius, Altius Fortius
 Manuel S. Espinoza J


Como se esperaba Vladimir Putin ganó en las recién pasadas elecciones presidenciales, por un enorme margen ante el resto de sus contendientes. Los resultados electorales definen el sentir y las aspiraciones de los rusos. El Partido Rusia Unida obtuvo más del 60%, en segundo lugar quedó el otrora poderoso partido comunista con casi un 20% de los votos, mientras que el empresario independiente Mijail Projorov (con 18 000 millones de dólares acumulados de fortuna) y el controvertido ultra nacionalista Vladímir Zhirinovski del partido Liberal – Demócrata de Rusia lograron cerca de un 8% cada uno dejándole tan solo cerca de un 5% a Serguéi Mirónov un parlamentario que representó al partido Rusia Justa. (Datos preliminares a finales del cierre de urnas)


Si situamos el análisis bajo parámetros de las diferentes estructuras políticas que se enfrentaron en la contienda electoral, así como los discursos de cada uno de sus representantes a ocupar la silla en el Kremlin, desde los comunistas, empresarios multimillonarios, ex oficial del KGB hasta el ultranacionalista entenderemos al unísono, “que todos aspiran la grandeza de Rusia”.

La intención de voto se inclinó en función de las características del líder y su experiencia que posibilite que Rusia continúe con firmeza en su reconstrucción como nación y como potencia. A esta evaluación se unieron factores sociales y geopolíticos de la actual situación nacional e internacional.

Gennadi Ziuganov representó a los comunistas y a un partido que marcó tantas grandezas como amarguras para los rusos. Sin una cantera juvenil, su mayor cantidad de votantes son aquellos de mayor edad, que aun sueñan con el retorno de la URSS. Contrapuesto al comunista, Mijail Projorov con 18 000 millones de dólares acumulados de fortuna representa la enorme división de clase y social de la Rusia de hoy, donde unos pocos no saben dónde guardar tanta plata, mientras una inmensa mayoría apenas logran salvarse del frio en cada invierno. Vladímir Zhirinovski, llamado popularmente como “Narodnyi Artist” (artista popular) pero que en realidad lo que quieren decir es “un payaso”, que por su forma odiosa y vulgar de expresarse ha llegado hasta golpear a colegas parlamentarias en sesiones de trabajo o hasta amenazar a los EE.UU con quitarles Alaska o dejar aplanados y convertidos en llanos a varios países europeos producto de un ataque nuclear. De Serguéi Mirónov es muy poco lo que se puede decir a pesar de su carrera política como parlamentarista por más de una década. Lo que éste recibió en materia de votos representa lo popular que es.

Vladimir Putin es punto y aparte. No solo es conocido en Rusia, sino en el mundo entero, tanto por sus aliados como por sus adversarios. Su procedencia como oficial de inteligencia de política exterior encargada de prevenir cualquier sorpresa adversa de sus adversarios, así como de penetrar y penetrar a cualquier país por potencia que sea, sin lugar a duda aun es muy tomado en cuenta. La firme decisión demostrada hacia los casos más difíciles en la periferia geopolítica de Rusia, como lo es Chechenia, Ingushetia y Dagestan, así como proteger a Rusia de los efectos de la crisis financiera norteamericana, destruirle al ejército a Georgia en relación con Abjasia y Osetia del Sur, sus últimas posiciones en contra del escudo antimisil nuclear y el avance geopolítico de los EE.UU hacia Siria e Irán y el respaldo de Europa a estas pretensiones coloniales, ha elevado la reputación de Putin. Al igual que el emblema del KGB, representa el escudo y la espada de Rusia.

Los resultados electorales son ya casi un hecho y muchos países esperaban este desenlace. Desde EE.UU, pasando por Nicaragua, hasta llegar al Medio Oriente, muchos asuntos dependían de que si Putin ganaba o no. Por eso, no es raro leer encabezados en los medios que pregunten sobre cuál será el comportamiento de Rusia con Putin a la cabeza del gobierno ruso. ¿Se mantendrá la defensa sobre Siria e Irán y cómo será ésta? ¿Se armará más y mejor el ejército ruso? ¿Ayudará más a Nicaragua y aumentará sus vínculos comerciales, políticos y militares en Latino América, sobre todo con Cuba y Venezuela? ¿Mejorará y estrechará su insuficiencia tecnológica? En el plano europeo mantendrá las buenas relaciones con Alemania, que tanto le preocupan a EE.UU?

Mientras los analistas responden a tantas interrogantes de la política exterior de Rusia con Putin, hay algo claro que acaba de suceder. Con el uso de 180.000 cámaras web en los cien mil colegios electorales del país, Rusia ha dado el primer paso en el planeta para realizar las elecciones más transparentes posibles. Ahora solo le toca a las “democracias occidentales”, como Francia y EE.UU, imitar a Rusia en sus futuras lecciones presidenciales.


Msc. Manuel S. Espinoza J


Decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas UNICIT

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