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domingo, 26 de febrero de 2012

Universidades: viejas y coquetas

 Universidades: viejas y coquetas

José Carlos Bermejo Barrera

 

Decía Agatha Christie que lo bueno, como en su caso, de estar casada con un arqueólogo es que cuanto más vieja eres más le gustas. Fue quizás esta pasión propia de los arqueólogos lo que llevó a varias universidades europeas a cambiar las fechas de sus fundaciones para hacerse más ancianas. En el año 1888 un comité presidido por el poeta Giosué Carducci decidió fijar la fundación de la universidad de Bolonia, que tuvo lugar en fecha desconocida del siglo XII, en el año 1088, con el fin de que toda Italia pudiese conmemorarlo en un acto presidido por sus reyes y presumir consiguientemente de tener la más antigua universidad europea, hoy tan célebre por su nombre, a pesar de su incierto nacimiento


La falsificación de las partidas de nacimiento continuó en otros casos, como se recoje en la Historia de la Universidad en Europa en 4 vols., publicada por la Universidad de Cambridge y rematada en el 2011, una historia cuya calidad científica tiene además el respaldo institucional de la Conferencia de Rectores y Presidentes de todas las Universidades Europeas. Pues bien, en ella (tomo II, p. 97), se deja muy claro que la Universidad de Santiago fue fundada en el año 1526, por un documento pontificio que la reconoció como tal el día 13 de octubre. No obstante dicha universidad celebró su Quinto Centenario en el año 1995, entre los fastos y discursos de sus autoridades y el silencio mayoritario de sus historiadores.


¿Por qué lo hizo? ¿Por creer en el encanto de las viejas damas, como el marido de Agatha Christie? ¿O para presumir de un supuesto prestigio que en ese momento no podían tener las Universidades de Coruña y Vigo, jóvenes doncellas nacidas en enero de 1990, y que si bien aun no tenían pasado, sin embargo sí que podrían tener mucho más futuro? Puede parecer pueril, pero esa fue la razón que llevó a la Universidad de Santiago, que durante parte de esos siglos estuvo cerrada unos cuantos años, a elaborar una discurso de autoelogio que elevó el anacronismo a la categoría de bella arte, queriendo ignorar que las universidades de la Europa Moderna eran muy diferentes a las actuales universidades, llamadas de investigación, nacidas en el siglo XIX en los principales países de Europa y en los EEUU, pues básicamente formaban clérigos y abogados y tenían muy pocos profesores y alumnos y apenas recursos.


El anacronismo, la autocomplacencia y la falta de sentido crítico pasaron por alto que esa misma Universidad había publicado en el año 1992 un libro de tres de sus profesores (J. García Oro, M. Romaní Martinez y P. Rodriguez Suarez), que estudia y publica una inspección que D. Pedro Portocarrero, Gobernador de Galicia, hizo a esa Universidad en 1577, describiéndonos su estado, que benevolamente podríamos calificar de lamentable. Como este tipo de libros académicos apenas tienen lectores, se pudo afirmar que esa Universidad había cumplido a lo largo de la historia un papel esencial en la sociedad y economía gallegas, como el que, con la misma escasa fiabilidad, ahora se atribuye.


Fue ese centenario, que en 2026 podrá celebrarse en versión ampliada, como hace Hollywood con sus “montajes del director”, seguido por la celebración de las bodas de plata de la Universidad de Coruña, apenas cumplidos diez años de su fundación, la partida de nacimiento de una política de gasto incontrolado a cuenta del erario público. En él se celebraron docenas y docenas de congresos, se nombraron tantos doctores honoris causa que se devaluó ese título y poco a poco se comenzó a perder el contacto con la realidad, ya no sólo del pasado, sino también del presente, para acabar por incubar un siniestro futuro de endeudamiento, desmesura y falta de sentido crítico y académico.


En la historia la verdad ni se compra ni se vende, pero tampoco debería poder alquilarse. Lo mismo debe ocurrir en todos los demás casos y en honor a ella deberíamos decir que, por mucho sex appeal que puedan tener las viejas damas, la verdad de Una universidad consiste en que desde su presente pueda contribuir a crear un futuro mejor para los jóvenes que han de venir.


 http://firgoa.usc.es/drupal/node/50678

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