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viernes, 8 de julio de 2011

Monseñor Giovanni Innocenzo Martinelli:Vicario de Trípoli: El Papa pidió tres veces una tregua a la OTAN para cese al fuego

Martinelli: Yo me imagino el futuro de Libia rico de esperanzas, de apertura de diálogo y sobre todo de unidad en el país. (Foto: teleSUR)


 
Monseñor Giovanni Innocenzo Martinelli:Vicario de Trípoli: El Papa pidió tres veces una tregua a la OTAN para cese al fuego


El vicario de Trípoli, capital de Libia, Giovanni Innocenzo Martinelli, aseguró que el Papa Benedicto XVI pidió en tres oporunidades a la Organización Tratado del Atlántico Norte (OTAN) una tregua para evitar más muertes en el país norteafricano, luego de los bombardeos amparados en la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
 
"Yo he informado a la Santa Sede, el Vaticano, de toda esta situación de sufrimiento. El Papa en tres ocasiones pidió a la OTAN y a las fuerzas que intervienen una tregua y nunca ha sido tomada en cuenta", dijo Monseñor Martinelli en entrevista exclusiva con teleSUR.
 
Agregó que desconoce "si ha habido un mínimo interés de escuchar la voz de la Santa Sede o del Papa en cuanto se refiere a la tregua".
 
"La tregua era muy importante para las familias que estaban afectadas psicológicamente y también para la llegada de provisiones y medicinas necesarias para el pueblo" señaló el clérigo.
 
Monseñor Martinelli subrayó que el Papa no tiene un poder particular sino moral. "Su palabra la escuchan, la respetan, en muchas oportunidades los libios y algunas autoridades religiosas me han pedido la intervención de la Santa Sede, el Papa ha intervenido en varias ocasiones con su palabra pero si oficialmente no se pide su mediación no puede intervenir, pero la Iglesia ha hecho su parte por lo que compete a la mediación, la diplomacia y el diálogo para resolver el problema".
 
El vicario aseguró, por otro lado, que no ha habido masacres por parte de las fuerzas del líder Muammar Al Gaddafi hacia su propio pueblo, mientras la OTAN, interviene de manera agresiva en el país del norte de África.
 
"Ante todo voy a decir que no ha habido masacres, la OTAN intervino porque decían que habían ocurrido masacres de civiles y yo no creo esta hipótesis", dijo el obispo.

 

Sostuvo que en efecto ocurrieron algunos conflictos "esto es verdad, pero masacre a civiles no fueron cometidas".
 
Recordó que en cambio, la OTAN con sus bombardeos generó las bajas de varios civiles a pesar de que sus objetivos apuntaban a cuarteles militares.
 
"Al lado de los sitios militares habían muchos civiles", que murieron indirectamente, aseguró el religioso ordenado como sacerdote católico en 1967 y hoy en día vicario apostólico de Trípoli.

 

Agregó que desde el primer momento rechazó los bombardeos en el país del norte de África, por considerar que "las bombas no son las soluciones".
 
"La verdadera manera es el diálogo con las autoridades y así llegar a una solución, y nosotros como cristianos siempre nos propusimos este diálogo, que es tan necesario entre las partes para que el país no se divida y pueda continuar un camino de unión entre ellos", declaró el Vicario a teleSUR.
 
Dijo que Libia debe encontrar la paz y la unidad, pero con mediación diplomática entre las partes, para poner fin a este violento capítulo de su historia.


A continuación, teleSUR transcribe el texto de la entrevista con el vicario de Trípoli:


Excelencia, usted es italiano pero nació en Libia, ¿Cómo siente y piensa a este país?
 
Yo nací en Libia en el tiempo de la colonia italiana, y con el pasar de los años viví con el pueblo libio todas las etapas de su historia, por eso de una parte me siento muy relacionado con Italia, porque mi familia es de origen italiana, pero por el otro también me siento relacionado con este pueblo donde entendí que es posible ser amigos, jugar juntos, hablar juntos, estudiar juntos. Todas estas cosas que hacen parte de la historia, y de la vida del hombre.


El pueblo de Libia es un pueblo muy abierto, sociable con la dignidad y casi orgulloso, esto forma parte de una naturaleza árabe beduina que se distingue de otra identidad árabe musulmana.

 

Estar aquí, en Libia, es en parte un reto porque nos invita a abrirnos a una cultura, a una religión, a una historia y esto nos invita a entender todas las situaciones difíciles para otros que nunca han estado en el país, que no han vivido, que no han nacido y que les resulta difícil. Como también resulta complicado de entender una religión como la musulmana, que es una religión diferente, pero que tiene muchas referencias con la nuestra.
 
Esta es una sociedad muy rica desde el punto de vista de sus tradiciones sociales beduinas, es rica en humanidad. Los libios tienen necesidad de interacción social y quieren este tipo de relaciones en un contexto que nosotros podamos entender y la importancia del diálogo especialmente en este momento particular político, Libia nunca podrá aceptar este atropello a sus derechos.
 
¿(Muammar) Al Gaddafi no debería ser más presidente? ¿Por qué esto? ¿Con qué derecho Europa tiene que destituir a un jefe de Estado para elegir a otras personas? Esta situación de orgullo personal es parte de lo que es la sociedad y el mundo libio que siente y vive hoy en día.


Desde mi punto de vista no puede ser pisoteado un hombre que ha vivido en Libia tantos años y que ha vivido con su pueblo y ha dejado crecer en su identidad histórica social este país y la dejó desarrollarse para que pueda representar algo delante de los demás.
 
Vicario, usted es el representante del Vaticano en Trípoli, casi todas las representaciones diplomáticas abandonaron Libia al inicio de este conflicto, apenas quedan unos 10 embajadores de países latinoamericanos, africanos y asiáticos. ¿Por qué usted ha permanecido aquí en este país durante todo este conflicto?
 
Ante todo porque me siento libio, porque amo Libia y además soy el pastor de una Iglesia, aunque reducida en número, actualmente los cristianos son sólo 3 mil personas entre filipinos y africanos y yo siento la obligación de estar aquí y ayudar, de ofrecer un servicio religioso, un apoyo espiritual que es necesario en este momento.
 
¿Cómo es el trabajo de la Iglesia Católica en un país eminentemente musulmán?


Gracias. Libia no es un país cristiano, los cristianos que están en Libia provienen todos del extranjero, son personas que trabajan en compañías extranjeras que operan en Libia, por eso es que los practicantes de la iglesia son afroasiáticos, hay muchos africanos subsaharianos y también muchos asiáticos en especial de Filipinas que trabajan en los hospitales o en otras estructuras.
 
Nosotros como Iglesia extranjera tenemos este servicio de ofrecer a una sociedad musulmana que tiene la necesidad de nuestro trabajo. Yo pienso que el hecho de estar juntos, de interactuar y de dialogar, no solamente con las ideas sino con el día a día se logra esta fuerza de conocer el otro, de quererlo y de servirlo con la mayor sinceridad.
 
Durante este período tan difícil ¿cuán necesaria ha sido esa asistencia espiritual para el pueblo libio y también para los inmigrantes que trabajan todavía en este país?
 
Nosotros asistimos al pueblo libio a través de los cristianos que están presentes, por ejemplo todos los filipinos que trabajan en los hospitales, enfermeros de los diferentes centros de salud, mujeres filipinas que trabajan en los hospitales prestando ayuda social, vivido con un gran acto de humanidad y de fe. Esto es un acto servicio muy importante.
 
La resolución de la ONU que aprobó el uso de la fuerza contra Libia, lo hizo con el supuesto de que la Armada de este país habría masacrado e incluso bombardeado a la población civil, hasta ahora no hay ninguna evidencia nadie ha podido demostrar estos bombardeos ni masacres. ¿Usted, su Excelencia que ha sido testigo excepcional de lo que ha ocurrido en Libia, ha escuchado algún testimonio, tiene alguna evidencia de que se hayan producido este tipo de bombardeos o de masacres?
 
Ante todo voy a decir que no ha habido masacres, la OTAN intervino porque decían que habían ocurrido masacres de civiles y yo no creo esta hipótesis, es verdad que ocurrieron algunos conflictos, esto es verdad, pero masacre a civiles no fueron cometidas. Ahora bien, la OTAN con sus bombardeos ha ocasionado varias víctimas civiles aunque sus puntos de referencia eran cuarteles militares y sitios militares, pero al lado de los sitios militares habían muchos civiles y murieron tanto civiles no directamente, pero sí indirectamente ha habido muchas víctimas civiles.
 
Obispo, ¿cuál ha sido el momento más difícil para usted en estos meses de intensos bombardeos de la OTAN contra Libia?
 
Desde el primer momento me opuse desde todos los puntos de vista para que estos bombardeos no se realizaran. Los bombardeos y las bombas no son las soluciones, si había problemas en Libia, no eran las bombas, no era la OTAN con sus bombas lo que podía resolver el problema por eso desde el inicio rechacé y pedí la suspensión de los bombardeos porque no solo la manera de resolver los problemas.


La verdadera manera es el diálogo con las autoridades y así llegar a una solución, y nosotros como cristianos siempre nos propusimo este diálogo que es tan necesario entre las partes, entre grupos, entre Benghazi (este) y Trípoli, para que el país no se divida y pueda continuar un camino de unión entre ellos.
 
Lamentablemente ha habido dificultades para entenderse que no han sido tomadas en cuenta y esto originó ciertas dificultades y conflictos. Realmente lo que más me ha impactado es esta intervención armada sin consultar para tratar de eliminar a algunas personas que debían ser eliminadas según ellos.
 
¿Tiene usted alguna certeza de que se han producido víctimas civiles de estos ataques por estos bombardeos de la OTAN? Porque incluso la prensa a veces no reconoce la existencia de estas víctimas e incluso las cuestionan.
 
Este es un problema muy grave porque de alguna manera debían justificar la intervención militar y se ampararon en la muerte de muchos civiles y por eso tenían que continuar con los bombardeos porque todavía tenían que justificarse por los civiles que estaban allí.
 
Por ejemplo, el asesinato del hijo menor de Gaddafi y tres de sus nietos, ¿usted tiene certeza de que estas personas murieron en un bombardeo de la OTAN precisamente en su casa?


Sí, yo ví el lugar, vi la casa, ví los muertos, este tipo de ataques y la manera en que quedaron los cuerpos eran irreconocibles, estaban todos vendados y yo no tengo ninguna duda porque ví donde cayó la bomba y no tengo duda que con el lanzamiento de esta bomba el cuerpo del hijo quedó destruido. Yo ví dos adultos y tres niños que murieron con la explosión de esta bomba, me parece que eran dos bombas, yo ví con mis ojos a estos muertos.

 

Su Excelencia, la OTAN tampoco reconoce la muerte de civiles, apenas ha reconocido unas 24 muertes, incluso en el bombardeo con ocho misiles a la casa de Wendy Hamidi, uno de los líderes de la Revolución Verde, ha dicho que se trataba de un centro de comando y control. Usted que conoce esa casa ¿qué piensa?
 
Yo conozco personalmente a Wendy Hamidi, es mi gran amigo, he visitado en muchas oportunidades su casa, en especial cuando ha habido festividades religiosas, él era un hombre muy bueno, conozco muy bien la entrada de su casa, la sala donde se recibía a las visitas. Su casa era como la de los demás, nunca pensé que podría ser un lugar militar.


Incluso allí murieron varios niños y mujeres.
 
Se murió la mujer del hijo, Jaled, también conozco a su hijo, murió su esposa y tres de sus hijos más las otras personas que trabajaban en la casa de Wendy Hamidi. Este hecho representó un gran impacto a la opinión pública, él ni siquiera era un militar, Wendy Hamidi era un hombre muy sencillo que tenía especial interés por la agricultura.
 
¿Obispo, por qué ha sido tan difícil resolver el problema libio mediante el diálogo cuando usted mismo ha dicho que este pueblo tiene una gran capacidad a dialogar?

 

Yo pienso que esto es una falta de conocimiento del pueblo libio, desde mi punto de vista Europa, los extranjeros no conocen la psicología del mundo árabe libio y no entienden que el diálogo, el conocerse, la amistad es más importante que la fuerza y los bombadeos.
 
Desde mi experiencia con el pueblo libio, se puede llegar a un acuerdo con ellos a través de un diálogo amistoso, el pueblo de Libia es bastante abierto a la amistad y muchas veces con la amistad se puede llegar al pueblo libio y no con las bombas y las obligaciones.
 
Y nosotros tenemos mucha experiencia de todo esto, recordemos en que los años precedentes pudimos ver la gran amistad que Libia tuvo con Francia, España, Italia y en general con todos los países europeos.
 
Con estos países se instauró una buena relación de conocimiento mutuo, de ayuda y de repente, todo cambio, ¿por qué, cuál es el deseo de Europa, por qué cambiaron? En el país ocurrieron algunos acontecimientos internos y los europeos intervinieron para tratar de buscar una solución que no le correspondía. Ellos lo único que debían hacer era ayudar al pueblo de Libia a resolver el conflicto, en cambio estaban más interesados en el petróleo más que resolver el conflicto y tenemos que decir la verdad: los libios se convirtieron en instrumentos en medio de un conflicto difícil de resolver.


¿Entonces usted cree que detrás de este conflicto lo que está en juego realmente son intereses por los recursos naturales de Libia?


Yo pienso que sí, desde mi punto de vista el verdadero interés no era el de defender los derechos, sino algo para sus países y eso es el petróleo. Mientras otros países que a ellos no les interesa, no han pasado por una guerra como Libia, Siria no ha sufrido hechos como este, esta guerra violenta contra Libia tenía un motivo preciso y era el interés por el petróleo.
 
¿Qué hace el Vaticano ante tanta masacre de la OTAN?


Yo no hablo en nombre del Vaticano, soy un pastor aquí en Libia y he tratado de hablar en nombre de los pobres, de los que sufren y de tantos libios que son amigos y que han sufrido.
 
Yo he informado a la Santa Sede, el Vaticano, de toda esta situación de sufrimiento. El Papa en tres ocasiones pidió a la OTAN y a las fuerzas que intervienen una tregua, esto lo pidió el Papa durante el domingo en la bendicon del Angelus y nunca ha sido tomada en cuenta, no sé si ha habido un mínimo interés de escuchar la voz de la Santa Sede o del Papa en cuanto se refiere a la tregua.
 
La tregua era muy importante para las familias que estaban afectadas psicológicamente y también para la llegada de provisiones y medicinas necesarias para el pueblo.
 
¿Qué postura tiene el Vaticano sobre la muerte de civiles por parte de la OTAN en Libia?
 
La Iglesia en Libia es una Iglesia extranjera, nosotros hicimos nuestra parte como cristianos a través de los medios extranjeros sobre todo en Italia para dejar escuchar nuestra voz y yo me pregunto por qué la OTAN fue tan agresiva en los ataques contra Libia y esta es mi pregunta: ¿Por qué? ¿Por qué la OTAN bombardea y continúa bombardeando Libia con tanta violencia, por qué quiere eliminar a un jefe de Estado y no por la vía diplomática?
 
¿Qué hace el Papa con tanto poder para detender la guerra en Libia?


El papa no tiene un poder particular sino su poder es moral. Su palabra la escuchan, la respetan, en muchas oportunidades los libios y algunas autoridades religiosas me han pedido la intervención de la Santa Sede, el Papa ha intervenido en varias ocasiones con su palabra pero si oficialmente no se pide su mediación no puede intervenir, pero la Iglesia ha hecho su parte por lo que compete a la mediación, la diplomacia y el diálogo para resolver el problema.


Cuál es la posición de la Iglesia frente a la invasión y lo que califican como genocidio del pueblo libio?


El genocidio, me refiero a que de alguna manera ha ocurrido un genocidio entre ellos, pero también un genocidio por parte de la OTAN y esto es muy importante pensarlo porque el genocidio ha ocurrido dentro del país pero también ocurrió desde el extranjero por medio de estos bombardeos que no sólo acabaron con las personas sino también obligaron a tantas familias a huir porque para ellos la vida era muy difícil e imposible.


Su Excelencia, un mensaje para usted desde Twitter: "conozco a Martinelli, está muy comprometido con Libia bregando por la paz, son los saludos de vecinos de Regata, esperamos poder pronto regresar".


Yo estoy muy triste por todo lo que está pasando porque de un lado la intervención de la OTAN quería justificarse con el asesinato por parte de Al Gaddafi a civiles, yo estoy convencido que habían otras razones de fondo para que la OTAN interviniera y ha intervenido de una manera muy agresiva.
 
Yo me dije muchas veces ¿por qué si hay un problema hay que resolverlo con las armas y no con la diplomacia) Nunca ha habido un intento de diálogo, nunca. Rápidamente ocurrieron los bombardeos y había que darle la razón a este ataque.
 
Hay quienes temen que con estos ataques de los líderes occidentales y de la OTAN se estén generando en el pueblo libio grandes reservas de odio hacia Europa. ¿Cuál es la perspectiva suya sobre este tema?
 
No lo creo de los libios, el país quiere regresar a la paz y quiere de nuevo la unidad del país y no tiene odio hacia Europa. Yo pienso que una vez terminada la guerra, finalizados los bombardeos y lograda una solución pacíifica para el país la vida continuará como antes porque el pueblo libio es muy abierto a la amistad y quiere tener buenas relaciones con todos.
 
Esta ha sido una situación muy difícil que dividió el país y generó muchas muertes, a pesar de esto, no creo que Libia guarde rencor y odio contra Europa y odio o rencor dentro del país.
 
Libia tiene que encontrar la paz y la unidad y esto es lo principal, se necesita una mediación diplomática que sea capaz de ayudar a este pueblo para lograr de nuevo la paz y esto para mí es muy importante.
 
¿Qué garantías o esperanzas ve usted en que la solución del problema libio sea precisamente a través del diálogo y la diplomacia?
 
Para mí el camino diplomático es la vía segura y tengo mucha confianza en la Unión Africana y sobre todo en la fuerza moral que aún puede tener Europa. Los europeos deben ayudar a los libios a buscar la paz y no con las armas.
 
Yo les digo que no deben usar la fuerza y tratar de ayudar, se dijo que Al Gaddafi no se quiere retirar, está bien, si él no quiere retirarse se debe buscar la manera de darle un espacio en Libia y respetarlo como persona, su identidad, su tradición y su país y luego podemos encontrar una manera de gobernar el país en la que él pueda estar presente no creo que sea imposible.
 
El hecho de negar y de decir que se tenga que ir esto no es justo.
 
¿Usted visualizaría de algún modo un futuro de Libia con un regreso a su pasado colonial?
 
La colonia finalizó, la colonia italiana ya no tiene sentido ni razón, en Libia, Italia hizo su historia y terminó. Yo pienso que ahora es necesario reconstruir el país basado en elementos nuevos, en el progreso y con relaciones basadas en la ayuda mutua y eso es muy importante y necesario.
 
Cómo quisiera entonces que fuera usted el futuro de Libia?


Yo me imagino el futuro de Libia rico de esperanzas, de apertura de diálogo y sobre todo de unidad en el país, unidad. Un país que pasó por un gran sufrimiento podrá realizar grandes avances, el pueblo necesita mucha confianza para su futuro.





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