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martes, 19 de julio de 2011

EVALUACION ACADEMICA DESDE EL PRISMA DE LA CALIFICACION DE LA MANO DE OBRA

 EVALUACION ACADEMICA DESDE EL PRISMA DE LA CALIFICACION DE LA MANO DE OBRA

 Carlos Rodolfo Fava Ruela

 
Nota de Redacción Popular: Carlos Rodolfo Fava Ruelas es egresado de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Baja California, campus Tijuana, cuenta con la especialidad en Finanzas empresariales; Coordinador del Programa Historia de las Américas del Bachillerato Internacional, ha colaborado en el diario El Vigía de la ciudad de Ensenada en la columna, que ha iniciativa mía fue titulada “América Latina en Tango y Cumbia” que abordaba temas relacionados con las estrategias económicas para la región latinoamericana. Ademas, ha participado en diversos cursos sobre pedagogía, economía política, sociología, historia y geografía económica, entre otros, en los niveles medio superior y superior. Actualmente está terminando estudios de posgrado en educación en la Universidad Pedagógica Nacional, campus Tijuana y es titular de una plaza docente como profesor frente a grupo en una Telesecundaria. Con el presente trabajo se suma a los colaboradores que desde toda nuestra América realizan cotidianamente Redacción Popular


EVALUACION ACADEMICA DESDE EL PRISMA DE LA CALIFICACION DE LA MANO DE OBRA


Al igual que el proceso de formación de la fuerza de trabajo como mercancía para la producción de bienes y servicios, bajo esquemas específicos de la acumulación de capital, la evaluación académica (EVA), como un instrumento imprescindible del proceso educativo, constituye la validación no sólo respecto al seguimiento de los programas educativos, es decir, no se circunscribe solamente en la esfera académica sino la trasciende a una dimensión aún más comprometedora con las vigentes relaciones sociales de producción, la de producir los cuadros calificados demandados por el mercado de un sistema socio-económico que tiene como ley fundamental la acumulación de capital.
 

La evaluación ubicada en el plano de las competencias de una economía capitalista global se transforma en un instrumento coercitivo de los poderes políticos internacionales y nacionales, lo cual se instrumenta a través de instituciones académicas formales y no formales. La evaluación es, ante todo un esquema para reorientar la calificación de la mano de obra hacia la demanda del aparato productivo.
 

La EVA, se desprende de estrategias gubernamentales condicionándonos a adoptar actitudes ora empecinadas en eficientismos, ora indiferentes al contenido y carácter de los programas, lo cual nos hace pensar que algo más se esconde detrás de esta fachada evaluatoria ante la cual adoptamos una postura de “análisis” encasillada en la misma relación del binomio enseñanza-aprendizaje, y no en la búsqueda del devenir que encuentra en sí la dialéctica de una mecánica del ejercicio del poder político sobre las estructuras educativas y sus productos.
 

Es decir, nuestra labor inmediata como docentes es probable que en general se desarrolle y explique de manera lógica, coherente, desde la perspectiva de las manifestaciones fenoménicas como explicación por sí misma, sin adoptar una postura crítica ante este boom, convirtiéndonos en arlequines operativos y no en gestores en la propuesta de abrir brecha para la discusión que requiere el embate decisivo que significa la evaluación académica como parte del entramado formativo de la mano de obra para el proceso productivo social.
 

Es de señalar, que nuestra propuesta de descifrar la evaluación a través del prisma de la calificación de la mano de obra, en lo mas mínimo tratará de subvertir un status quo a partir de visiones o concepciones simplistas del mero concebir la evaluación como un reflejo de la demanda de mano de obra en el mercado laboral, y sí ser incisivo al indicar que tal mecanismo selectivo tiene un carácter clasista y no de desarrollo incluyente.
 

Entre otros aspectos, nuestra discusión buscará centrarse en la superación del determinismo económico y también de una discusión que se acota y se abre anárquicamente en función de lograr un cometido especulativo y romántico de visualizar la evaluación como instrumento para medir las posibilidades de formación de capacidades y destrezas para liberar al hombre del atraso y del oscurantismo tecnológico y proyectarlo en un imaginario social en el cual –el constructo- pareciera se vuelve más que utópico, en un simple discurso coyuntural.
 

El boom de la evaluación académica, parece ser el iceberg de todo un proyecto social que busca trastocar, desde ahí, los esquemas de enseñanza, probablemente caducados, ante la impetuosidad de una revolución tecnológica que al parecer busca redimensionar la manera de concebir la formación calificativa de los nuevos cuadros productivos generados en las aulas académicas.
 

La evaluación, desde su apariencia operativa y simplista, reorienta los reflectores hacia ella, pareciera ser como si en sí misma, fuese la explicación a todo problema presentado en las aulas en cuanto a aprovechamiento; sin embargo, cabe decir , que constituye la fase auditora del proceso de aprendizaje y si este proceso lo circunscribimos dentro de la producción social de bienes y servicios, es lógico derivar que la evaluación, ante el adelgazamiento de las funciones sociales del Estado, sea absorbida en el esquema empresarial de costo- beneficio.


Por último, la actual evaluación académica la concebimos como un ejercicio de Estado, que no le importa la base social que lo legitima, mostrando con ello su capacidad de divorcio y su entrega abierta a los mecanismos de una acumulación capitalista que parece mostrarse desgajada cuanto mejor son sus aciertos en las formas primitivas de reorientar la fuerza de trabajo a su más mínima expresión de subsistencia. En otras palabras, la educación nos presume realizarse en el canon de la evaluación, cuando esta brota como sustitución y explicación ante lo que tan solo es un instrumento de medición, y, por ende, la evaluación muestra un rostro incólume de las peripecias de una ganancia que asegura su futuro reproductivo.

http://www.redaccionpopular.com/articulo/evaluacion-academica-desde-el-prisma-de-la-calificacion-de-la-mano-de-obra

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