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lunes, 26 de julio de 2010

Revolución Sandinista


Revolución Sandinista

Carlos Midence





END - 16:19 - 11/07/2010




Nicaragua, nuestro pueblo, nuestra ciudadanía, nuestra gente, hoy más que nunca grita Revolución, la vive con mayúscula, la pregona como un hito de renovación histórica. Es decir, en estos últimos tres años en los que se ha venido impulsando un cambio de modelo, de paradigma, a través del cual se le está restituyendo los derechos a la ciudadanía, se demuestra que la Revolución Sandinista, el FSLN y el liderazgo del Comandante Daniel se han conservado intactos. Nicaragua durante 31 años ha mantenido una carga de mitología, de positividad, de energía como sinónimo de progreso, de avance, de triunfo social, en la cual se encuentra el impulso del FSLN, del sandinismo como una forma distinta, otra, diferente de ver las cosas, una forma envuelta en valores, en orgullo, en dignidad, por ello no es gratuito que la gente a 31 años grite, como decíamos: Viva la Revolución.


Por todo ello podemos decir que en nuestro país todo lo bueno es revolucionario/sandinista/solidario/cristiano/ y todo lo revolucionario/sandinista es bueno, es diferente, es cambio, es transformación, es consciencia. El pueblo nicaragüense, hoy más que nunca, lo vive, lo siente, lo respira, lo analiza y sabe que este proceso hunde sus raíces en la rebeldía de Diriangén y Nicarao, en la sagacidad anti-filibustera de Andrés Castro, en la sublevación anti-oligárquica de Cleto Ordóñez, en el anti-intervencionismo de Benjamín Zeledón, en la letra anti-imperialista y social de Rubén Darío, en el pensamiento y la acción de Augusto C. Sandino, en la justicia poética de Rigoberto López Pérez, en la organización y disciplina de Carlos Fonseca y de los héroes y mártires caídos en la lucha contra la dictadura somocista, condiciones todas que de forma clave, clara y obvia recoge el comandante Daniel y de las cuales nutre su pensamiento, conciencia y serenidad para guiarnos por la ruta de la justicia, de la paz, de la solidaridad, en fin, por la senda de los valores que inspiran el nuevo modelo.


Todas estas condiciones y realidades sustanciales promovidas por estos héores son el principio, el origen, la base fundamental del modelo Cristiano/Socialista y Solidario que el pueblo ha venido haciendo suyo mediante una serie de mecanismos que el FSLN ha puesto a su disposición: presupuesto participativo, gabinetes del poder ciudadano, comité de liderazgos sandinistas, congresos de jóvenes y mujeres, foros de discusión (médicos, periodistas, cooperativistas, científicos sociales, empresarios). Desde este punto de vista el pueblo ha asumido grandes responsabilidades en el proceso, en la toma de decisiones y por lo tanto un lema como el Pueblo Presidente se traduce en que el pueblo manda y el gobierno obedece, además un lema como: 2010 año de la solidaridad se traduce: en que aún en medio de una crisis que tiene paralizado a los países más ricos de la tierra en Nicaragua se le encuentra salida a los problemas más graves de la población: bono solidario, tarifa social, viviendas dignas, estos son apenas unos cuantos ejemplos de la capacidad de gestión y, de resolver en medio de la crisis los males del pueblo, por parte de nuestro gobierno revolucionario.



Ahora bien, la Revolución entonces ha significado una profunda mutación política, social, económica, cultural y espiritual en Nicaragua. En cada una de estas dimensiones el proceso revolucionario se ha vuelto un movimiento envolvente y único de transformación, tanto en la restitución de derechos, así como en la transmisión de valores que a la postre rinden sus frutos en cuestiones como más trabajo, atención con calidad, o bien, más personas alfabetizadas con la promoción a continuar sus estudios, esto equivale a mejorar su calidad de vida, acrecentar la productividad y por lo tanto aumentar y re-distribuir de forma justa la riqueza que el mismo pueblo genera.



Otra implicación del proceso revolucionario nicaragüense es que es un parte-aguas en el devenir histórico nacional. Es decir, existe un antes y un después que se deriva de todos los triunfos, transformaciones, alcances y perspectivas que hemos venido enumerando. Esto quiere decir que la Revolución Sandinista se organizó y se organiza actualmente en torno a ideas-fuerzas tales como: igualdad, justicia, derechos, libertad, nacionalismo, solidaridad, socialismo, valores culturales originarios, entre otros. Diríamos entonces que nuestra Revolución Sandinista fue, ha sido y sigue siendo, una inmensa rectificación histórico-social- política y cultural en la cual el pueblo, mediante el restablecimiento de sus derechos, el respeto de sus valores y la toma en cuenta de su sabiduría ha corregido los males un modelo que por más de 500 años ha sido expoliador, explotador y que ha concentrado en unas cuantas manos el caudal de la riqueza.


En suma, nuestra Revolución, la que felizmente arriba a sus 31 años, estamos claros que conduce al pueblo por la vía correcta. Una senda en la que la participación, los principios, la justicia, los derechos, la preservación de la naturaleza se tornan en las prescripciones únicas que, colmadas de fe, son válidas para construir un modelo justo en el que sobresale el ser humano, pues nuestra Revolución Sandinista es por excelencia una Revolución Humana y por lo tanto Cristiana, Socialista y Solidaria.

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