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jueves, 1 de julio de 2010

La Invisible pero latente Amenaza de la Revolución Naranja en Nicaragua


La Invisible pero latente Amenaza de la Revolución Naranja en Nicaragua
Manuel S. Espinoza J.




La temática sobre las famosas “Revoluciones de Color” o más conocidas como “Revoluciones Naranja” por el estrepitoso cambio de gobierno en Ucrania en el 2004, ocupan un lugar muy importante en el estudio contemporáneo de las relaciones internacionales, sobre todo en su dinámica de reconfiguración geopolítica en Euro-Asia. Al lector le parecerá entonces, que estos eventos están largo de nuestro continente y sobre todo de nuestro país, por eso carecen de relevancia alguna.

Sin embargo al gobierno actual, en primer lugar, le debe interesar profundizar más en el conocimiento sobre este tipo de fenómenos y sus modalidades, donde actores externos en unión de grupos nacionales de todo tipo pueden cambiar y derrocar gobiernos de manera no violenta. A los nicaragüenses también nos debiera de interesar si es, que se desea lograr un proyecto socio económico de largo alcance; que perdure y arroje resultados positivos en nuestro desarrollo económico y no sea interrumpido por los diversos actores limitados y específicos, que logran obtener enormes dividendos como producto de estas pseudo-revoluciones.


La temática a tratar es muy compleja y se requiere de enormes esfuerzos para evitar su fatal desenlace, ya que esta, se mantiene latente por sí sola junto a sus diversos componentes internos y es sobre estos últimos, que sirven de trampolín para los actores externos. Países con mayor suficiencia económica, con ejércitos y órganos de seguridad con mayor capacidad, han atravesado por estos procesos donde no solo los gobiernos han sido cambiados u obligados a dimitir el poder y en el peor de los casos su integridad territorial ha sido cercenada como parte del parto de nuevos estados. No existe una receta o antídoto ante la tecnología aplicada en estas revoluciones… pues no son las operaciones de desestabilización clásica como las vividas en los años 80.


Se requiere de controlar los procesos internos, satisfacer a los diversos actores motrices de estos, así como de profesionales con diversas especialidades, que vayan más allá del manejo de los fusiles y la captura. Los frente de esta lucha se ubican en la comunicación que informe y aumente simpatizantes, la capacitación a nivel nacional, que concientice y profesionalice en muchos casos a solidas estructuras especializadas en todo el aparato estatal, que pueda hacerle frente a los actores foráneos. Sobre todo en aquellas donde se debe tener relación con estos. Mejor organización geográfica de las fuerzas partidarias. Todo esto acompañado de una concertación permanente con las fuerzas políticas y los actores económicos nacionales y sobre todo con muestra de progreso permanente. Progreso que se logre visualizar de manera alcanzable tangiblemente después de las elecciones presidenciales para todos los nicaraguenses.


Hasta ahora no hay duda que el gobierno ha tratado de contrarrestar las diferentes situaciones de gestación de este fenómeno en mención, pero el problema es que tales procesos se logran frenar, pero no acabar. Sobre todo si se tiene en cuenta, que faltan año y medio para las próximas elecciones presidenciales y es precisamente en este tipo de coyuntura electoral, que estas revoluciones toman fuerza.


El levantamiento estudiantil “Mayo Rojo” en Francia en 1968, los levantamiento en Hungría, Praga, el sindicato “Solidaridad” en Polonia dentro del campo socialista, Kosovo, Serbia 2000, La revolución de las Rosas en Georgia en el 2003, la “Revolución Naranja” en Ucrania en el 2004 y la situación actual en Kirguistán, ya han traslado muchos de sus esquemas y situaciones similares a países de Latino América, como Venezuela, Bolivia y Nicaragua. Para entender a las revoluciones de color habrá que profundizarse mucho más en el estudio de estas, de lo contrario, Nicaragua volverá a ser sometida a una crisis de consecuencias aun indescifrables.




Msc. Manuel S. Espinoza J.
Presidente Ejecutivo
Centro Regional de Estudios Internacionales
(CREI)




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