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jueves, 1 de julio de 2010

Dilema de resolución impostergable:Ser el ala izquierda de la reacción o participar dentro de un proyecto nacional y popular


Dilema de resolución impostergable:Ser el ala izquierda de la reacción o participar dentro de un proyecto nacional y popular
Raúl Isman


“Braden o Perón”
Clásica frase de campaña ilustrando de modo casi atemporal el dilema contenido en el título


La frase inserta a modo de epígrafe ilustra de modo contundente las opciones que deben afrontar los hombres y mujeres puestos a desarrollar actividades políticas en la Argentina posmoderna. Por otra parte, los seres humanos- en su vida social o individual- no pueden si no aprender a través de los errores cometidos. Salvo claro que hablemos de ciertas fuerzas políticas que, una y otra vez, incurren en las mismas fallas, errores o desviaciones. Es que todos sin dudas participamos del mismo juego de ensayo y error. Pero tal vez existieran individuos que, como la perdiz, incurren sistemáticamente en las mismas equivocaciones. Pero no será a ellos que destinaremos nuestro análisis si no a ciertas configuraciones partidarias que semejan a las citadas perdices por repetir continua y sistemátcaimente los mismos horrorosos errores.


El panorama político argentino sigue mostrando la centralidad política de los Kirchner condiciendo el único proceso progresista (realmente) factible. Fue el escritor argentino quien dijo- en una nota en La Nación del 14 de abril del 2010- que son la máxima izquierda tolerable en una sociedad con fuertes bolsones de reaccionarismo. Pero para despejar aún mas toda duda acerca de semejante evidencia, el poder económico- causante y beneficiario principal de las carencias y sufrimientos populares- se halla en bloque o por segmentos enfrentado con el gobierno nacional. Y muy especialmente el destacamento massmediático de los sectores poderosos que, al decir del investigador Emir Sader, constituye un verdadero ejército de ocupación en favor de las fuerzas de la reacción. Sea por medio de los misiles del bloque agrario o por acción del grupo de tareas devaluacionista todos embisten contra el modelo puesto en práctica por el matrimonio gobernante. Tal vez suene demasiado simplista, pero a nuestro entender resulta incuestionable que frente a semejante constelación de fuerzas derechosas, la única opción que cabe desarrollar a un partido, agrupación, organización social o simple militante es cerrarle el paso a la reacción. En la opinión de quien garabatea estas notas el elenco gobernante llena con creces las exigencias de un programa mínimo favorable a las fuerzas populares. Pero para quines disienten con las aseveraciones precedentes y consideran que las perspectiva K es insuficiente no puede pasar desapercibido que el primer deber consiste en evitar que avance la derecha. Lo cual, por cierto, no se logra aliándose con los representantes políticos del poder económico concentrado. Es que de tal modo, nadie puede hacer nada mínimamente progresista para alcanzar lo que, sin dudas, falta en el proyecto gobernante en la actualidad.


Dichas estas palabras que contextualizan los ejes centrales de la actualidad argentina veremos dos modos opuestos en que se configuran y oponen las posiciones de las diversas fuerzas progresistas, nacionales, populares y de izquierdas.


La franja más acertada en su orientación impulsa una orientación consistente en acordar con el gobierno nacional y apoyar sus orientaciones más progresistas, diferenciándose de las más cuestionables y manteniendo la autonomía en la construcción política. El diputado Moronense Martín Sabatella es uno de los más conocidos dirigentes en el citado bloque; en el cual también se hallan Carlos Heller, lo poco que queda en el mejor radicalismo, los sectores más lúcidos del partido Socialista o el Partido Comunista. Puede decirse que casi todo el citado espacio proviene de los grandes partidos históricos (autodenominados) obreros o de la descomposición de la U.C.R, y han sabido leer autocríticamente los errores más graves en el pasado de las citadas fuerzas. Nunca está demás decir que por causa de un errado diagnóstico del peronismo primigenio- consistente en confundir un movimiento de raigambre nacional y popular en un país periférico con el nazifascismo- el P.C y el P.C. se alejaron irremediablemente por décadas de todo mínimo contacto con los trabajadores. Es decir, las diversas fuerzas que militan en este bloque supieron hacer la autocrítica de su pasado y afirman de modo concreto que el único modo de favoreces las perspectivas nacionales y populares reside en contener los mejores logros del gobierno e ir por más; tal como ha dicho Sabatella en varias ocasiones. En la franja completamente opuesta se encuentran Proyecto Sur, la mayoría del Partido Socialista y otras fuerzas de izquierda. Este último rubro no lo comentaremos habida cuenta de su atávico raquitismo político. Es que fuerzas como el Movimiento Socialista de los Trabajadores (M.:S.T.) no pueden aportarle al pueblo argentino absolutamente nada, salvo un poster de su dirigente Vilma Ripoll para asustar a los niños; bajo amenaza que la destemplada y vociferante enfermera les realizará un enema en caso de que se nieguen a ingerir las sopas maternas. Acerca de Proyecto Sur nos remitimos a artículos publicados con anterioridad; por ejemplo el siguiente http://www.redaccionpopular.com/content/pino-solanas-la-incre%C3%ADble-t...


De modo que nos limitaremos en lo que resta del presente artículo a analizar brevemente la conducción socialista en manos del Senador Rubén Giustinian y del gobernador de Santa Fé, Hermes “la esfinge litoraleña” Binner, que están conduciendo al partido a la condición de rostro o barniz progresista de la coalición reaccionaria que pugna por lograr la restauración conservadora. Por cierto que aliarse con el PRO, la U.C.R., Clarín y las patronales agrario-sojeras no parece el camino adecuado para lograr el bienestar popular. Con el agregado que las deudas que el conjunto de la “oposición” mantienen con el poder económco-madiático condicionan toda posibilidad para favorcer al pueblo, en caso de ganar el gobierno en el turno 2011. De tal modo los socialistas terminan amontonados con fuerzas que presionan simultáneamente por medidas que implican fuertes inversiones estatales; al tiempo que pugnan por desfinanciar los presupuestos públicos. La irresponsabilidad e hipocresía de los citados conglomerados los lleva a impulsar una ley incremento jubilatorio; cuando fueron en el gobierno los causantes de rebajas en el magro haber de los pasivos. Es preciso dejar sola a la derecha cuando dice (De Narvaez) que los argentinos deben mantener su costumbre de alimentarse con carne, mientras son simples esbirros de las patronales agrarias; es decir, solidarios con el llamado campo. En rigor, la verdadera esencia de casi todos los conflictos entre campo y ciudad ( no sólo en la Argentina) reside en que las cámaras patronales camperas desean vender lo más caro posible sus producciones y el interés urbano reide precisamente sn lo opuesto. Nunca está demás recordar que el dirigente garca-sojero Alfredo De Angeli dijo con todas letras que el lomo debía costar 80 pesos, guarismo que por fortuna dos años después dista de haberse alcanzado en carnicerías, autoservicios y supermercados. Y sería bueno que si la oligarquía lo lograse no fuera con la complicidad de los socialistas. Varias son las preguntas que deben realizarse las fuerzas progresistas si no desean ser el mascarón de proa “izquierdista” de los más connotados enemigos del pueblo. Pero la principal reside, en nuestra opinión, en si vale la pena mantener el gobierno en la provincia de Santa Fe a costa de mantener la alianza con una fuerza putrefacta como la U.C.R.,(y varios de sus subproductos) dirigida por una caterva de filibusteros políticos al servicio de los peores interese antinacionales y antipopulares. La foto de Giustinia con los Rodriguez Saa y Chiches Duhalde no es para exhibir con orgullo en el living de la casa. O pertenecer a una coalición en la que se les da espacios mas que relevantes a archiprobados golpistas, como Ricardo Buryaile. Los modos destemplados y gorilas de Elisa Carrió sirven para alentar propósitos destituyentes, pero no ayudan a construir la unidad popular. Los vómitos lingüísticos delirantes y plenos de neoliberalismo de Margarita Stolbizer pueden ser útiles para sumar algunos sufragios en localidades pequeñas de la provincia de Buenos Aires; pero jamás aportarán para edificar un conglomerado político y social que bregue por el bienestar para los desposeídos..


De modo que queda expuesto el dilema que afrontan las fuerzas progresistas, nacionales, populares y de izquierda. Los Kirchner encabezan un proyecto interesante y que es percibido como el enemigo principal por la derecha económica, social, política, cultural y massmediática. Si no se desea sumarse al citado proyecto, la única orientación progresista reside en construir desde afuera, autónomamente, pero no en contra del gobierno nacional. Quienes, parados desde una supuesta posición progresista ahistorico y autorreferencial, ayudaren a la restauración conservadora podrán rescatar la gobernación de una provincia. Pero se aseguran al menos medio siglo de alejamiento de las necesidades y el sentir de las masas populares. Tal es el dilema que enfrentamos en las elecciones del año próximo Se pueden seguir distintos ejemplos, pero de las perdices es el menos aconsejable.


Docente. Escritor.
Columnista del Noticiero televisivo
Señal de Noticias.
Colaborador habitual del
periódico Socialista “el Ideal”
Director de la revista
Electrónica Redacción popular.


Tags: Politica Nacional

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